En el Gobierno aseguran que en julio será su primera incursión en el Gran Buenos Aires junto a José Luis Espert, a la espera de que la Justicia convalide a La Libertad Avanza. Las últimas incorporaciones del conurbano. La disputa con el PRO
Por Federico Mayol
De no mediar imprevistos -muy frecuentes en estos nuevos tiempos libertarios-, Javier Milei desembarcará el mes próximo en el Gran Buenos Aires, en lo que será su primera incursión en el corazón del peronismo bonaerense desde que asumió la Presidencia y en pleno armado, aún precario, de La Libertad Avanza en ese distrito, clave para las pretensiones electorales del gobierno de cara al próximo año.
Fuentes oficiales confirmaron a este medio que la idea -aún no trascendieron demasiados detalles- es que Milei se presente en el Gran Buenos Aires junto al diputado José Luis Espert, uno de sus principales defensores mediáticos, un colaborador muy estrecho al que el mandatario llama “Profe” en público y en privado y que, según los planes electorales, se encamina a tener un rol protagónico en la campaña del próximo año.
“Lo más probable es que se trate de una presentación juntos”, abundaron las fuentes. Posiblemente, en la primera sección electoral del conurbano, con un formato similar al del Luna Park, una puesta en escena en la que también coincidieron ambos sobre el escenario después del estrafalario show musical de Milei. Desde esa noche, la gestión de gobierno empezó a mostrar serias falencias que quedaron expuestas por las internas del gabinete, la salida posterior de Nicolás Posse y las permanentes deficiencias en el mega ministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello.
Recién la semana pasada el presidente pudo retomar la iniciativa con la aprobación en general de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Senado, la publicación del índice de precios de mayo, por debajo del 5%, y la gira por Italia en el marco del G7, en paralelo a la octava revisión del Fondo Monetario y el posterior desembolso de USD 800 millones. Aun con el riesgo latente de un cambio en el humor y un deterioro social que preocupa incluso a las autoridades del Fondo: según la última medición de la consultora Opina Argentina, es la primera vez que la desocupación se ubica en el podio como la mayor preocupación de los encuestados, en torno al 37%. Ese es el número que se registró en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Para el gobierno, la provincia de Buenos Aires es trascendental de cara a las elecciones de medio término del 2025, un test crucial para conocer la sustentabilidad del proyecto de La Libertad Avanza que, sin embargo, ya modificó el tablero político tal como se lo conoció hasta el 10 de diciembre del año pasado.
Es la zona de confort del peronismo, que resistió la debacle electoral del año pasado en cabeza de Axel Kicillof, que aparece en las encuestas como el dirigente mejor posicionado por fuera de LLA. En el PJ todavía reina la incertidumbre. En ese escenario, el gobernador viajó la semana pasada a Roma para entrevistarse con el Papa Francisco, en el mismo momento en que el jefe de Estado aterrizaba en la capital italiana. Francisco y Kicillof sonrieron con ganas. La Iglesia sigue muy de cerca la crisis social, con especial atención en el AMBA.
Es en ese distrito donde La Libertad Avanza quiere darle su mayor golpe electoral al peronismo el año próximo, y aprovecharse de la crisis de liderazgos y de representatividad en el que quedó sumergido el PJ tras la derrota del 2023.
Milei tiene predilección por la figura de Espert, clave en ese sentido, no solo por la confianza entre ambos, si no porque el mandatario se quedó en ese territorio sin su carta electoral del 2023, es decir, Carolina Píparo, enfrentada a la conducción libertaria después de que fuera corrida de la conducción de la ANSES cuando ya había sido anunciada como directora de ese organismo.
En la cúpula de LLA quieren además apuntalar a Espert para mostrar independencia del PRO, que ya tiene un armado territorial en la provincia de Buenos Aires y que en estos meses ofreció al gobierno a algunos de sus exponentes más encumbrados en esa suerte de contrato implícito entre el oficialismo y el partido amarillo, al menos en la estrategia legislativa. Diego Santilli es uno de ellos. Tal vez el más vehemente. También Cristian Ritondo, aunque el jefe del bloque del PRO empezó a mostrar una incipiente independencia en las últimas semanas cuando se agudizó el quiebre entre Mauricio Macri, flamante presidente del partido que fundó hace dos décadas, y la ministra Patricia Bullrich. En especial, cuando el ex presidente avaló la retirada de todos sus dirigentes en PRO provincial.
En ese contexto, el oficialismo avanzó en estos días en la integración del partido de gobierno en territorio bonaerense. El martes, Karina Milei y Sebastián Pareja, el armador provincial designado por la cúpula libertaria, tuvieron una audiencia en la Justicia electoral con sede en La Plata para reservar el nombre “La Libertad Avanza” que pretenden tener para el 2025 a nivel nacional. Para eso necesitan que la Justicia le dé la personería legal en cinco distritos. Ya se habían presentado 6.500 adhesiones, 2.500 más de las 4.000 necesarias. La secretaria General de la Presidencia y Pareja se mostraron eufóricos en las redes junto a Martín y Eduardo “Lule” Menem. Es decir, el ámbito de confianza del mileismo que trabaja políticamente en lo partidario.
Pareja juega su capital en el armado bonaerense. Enfrentado en la Provincia con Carlos Kikuchi, que ocupó buena parte de ese rol en la campaña del 2023, el funcionario a cargo del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) tiene un preacuerdo con la ministra de Seguridad, decididamente enrolada en las filas libertarias. Ya se habían mostrado juntos a mediados de mayo, en Luis Guillón, en el lanzamiento de la “mesa provincial de apertura republicana” junto al intendente Diego Valenzuela -la semana pasada sonó para el gabinete nacional- y Daniela Reich, a quién formalmente Macri ordenó vaciarle la jefatura del PRO bonaerense. Bullrich, por caso, estaría en el evento del mes próximo.
La confluencia electoral entre el PRO y LLA el año próximo es todavía una incógnita. La lógica territorial es que se avance en un armado conjunto, pero en el seno del gobierno aseguran que el liderazgo y la definición del trazo grueso de la campaña le corresponde al campamento libertario, a pesar de que el proyecto bonaerense del oficialismo, y en general en todas las provincias, brilla aún por ser incipiente.
Es que La Libertad Avanza no tiene intendentes, ni gobernadores. Tampoco figuras de peso a nivel territorial: se sostiene, en buena medida, por la popularidad de Milei y la novedad de su gobierno, en un ranking que también alcanza a Victoria Villarruel y a Bullrich. El presidente prefiere la construcción mediática y por las redes, al trabajo territorial. En el terreno digital, el mandatario despliega su costado más audaz. Peligroso, por momentos. Sin ningún tipo de filtro.
Karina Milei junto a su principal asesor “Lule” Menem, y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem
De hecho, en estos más de seis meses de gestión, privilegió sus salidas al exterior antes que cualquier viaje al interior del país: tuvo solo un puñado de giras. Este jueves, por ejemplo, estará en Rosario para festejar el Día de la Bandera. Será la primera vez que visité esa ciudad desde que asumió la Presidencia, a pesar de que, en su momento, la ministra de Seguridad había anunciado la presencia del jefe de Estado cuando estalló la guerra narco. Después de ese acto, la comitiva oficial partirá otra vez rumbo a España, en plena tensión diplomática con Pedro Sánchez.
En el medio, los trascendidos internos en el seno del gobierno siguen vigentes, aunque algo aplacados en estas horas por la sanción general de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Senado. Para tratar de pasar el mal trago, Milei apeló a la incorporación de dirigentes con base territorial en la provincia de Buenos Aires. Podría haber más. Es un pedido insistente puertas adentro, pero también desde afuera. De Macri, en particular, inquieto por el rumbo de la gestión cotidiana: “Todos estamos preocupados por la incapacidad de gestión”, resumieron desde las oficinas del ex mandatario.
Para la AFI, que pasará a llamarse nuevamente Secretaría de Inteligencia (SIDE), como su nombre original, la Casa Rosada sumó a Sergio Neiffert, con sobrada experiencia en el fango de la política provincial, con múltiples contactos, un aporte de Santiago Caputo, cada vez más decisivo en la gestión. También desembarcó Lucas Fernández Aparicio, como asesor estrecho de Pettovello en Capital Humano, para darle una nueva impronta a la gestión y un virtual relanzamiento, para intentar dar vuelta la página en un ministerio seriamente cuestionado. Ambos dirigentes son de Malvinas Argentinas, el corazón del Gran Buenos Aires.
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