Resta designar el 16% de los cargos del gabinete y están sin completar el 60% de los puestos relevantes del Estado nacional para que funcione normalmente
"Que Milei se ponga las bolas y dirija el país", contestó con un dejo de enojo Eduardo Eurnekian, el ex jefe del Presidente, Javier Milei, en la Corporación América, cuando se le recordó que Milei les había pedido, a los empresarios, que se pusieran las bolas e inviertan.
Se pueden especular muchas consideraciones acerca de la destemplada frase de Eurnekian dirigida al mandatario libertario, pero se debiera concluir que su enojo se debe a que tiene por lo menos cinco obras paradas, importantes, en los aeropuertos que conduce porque no se nombraron todos los funcionarios del ORSNA que se requieren para "firmar los cheques y avanzar con los trabajos", según explicaron analistas de aviación civil.
Javier Milei no nombra a funcionarios y crecen las dudas entre empresarios
El ORSNA, es la autoridad aeroportuaria que regula, controla y fiscaliza las infraestructuras y servicios de los aeropuertos de la Argentina y, si bien fue nombrado su titular Pedro Moisés Hadida y, recientemente, se avanzó con el nombramiento de dos directores más del organismo, transcurridos cinco meses de gestión no se subió a la página web del ORSNA ningún acta que reflejara alguna medida adoptada en esta importante oficina estatal.
Y, es sólo un ejemplo, de lo que sucede en numerosas dependencias del Estado nacional y del hartazgo que comienzan a sentir muchos empresarios conformes con el modelo teórico de la administración de La Libertad Avanza, pero que no comprenden la esclerosis que sufren muchas áreas públicas que se encuentran paralizadas o sus engranajes poco aceitados por falta de funcionarios que estampen sus firmas en resoluciones ejecutivas.
Cómo usar Gemini, la nueva Inteligencia Artificial de Google0:00 / 0:00Las provincias, a la espera de nuevos nombramientos
El malestar también se siente entre los aliados políticos del Presidente en las provincias, donde obtuvo una buena cosecha de votos en el balotaje presidencial de 2023.
Por ejemplo, en Mendoza, la administración central no termina de nombrar cerca de un centenar de cargos nacionales que están repartidos entre oficinas de Vialidad Nacional, PAMI, Migraciones o Desarrollo Social dependiente de Capital Humano.
Entre renuncias e indefiniciones, Milei no termina de nombrar a los funcionarios que necesita el Estado.
A propósito del mega ministerio que conduce Sandra Pettovello, es uno de los que más renuncias aporta al récord de abandonos de la gestión que tiene Javier Milei si se toma en cuenta que en cinco meses cerca de 40 funcionarios de nivel alto, al frente de un ministerio (como Guillermo Ferraro en Infraestructura), secretarías y subsecretarías, abandonaron la nave libertaria.
"Algunos fueron guillotineados por errores y filtraciones a la prensa y al círculo rojo; otros se fueron solos dispuestos a no convalidar cesantías y despidos; y otros chocaron con las internas que atraviesa el Gobierno en la cúpula del poder con un jefe de Gabinete, Nicolás Posse, permanentemente monitoreado por la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, y el asesor Santiago Caputo", explicó con reserva de nombre, por temor a ser echado, un funcionario de la secretaría laboral.
"Trabajar en Capital Humano con Pettovello es una ruleta rusa. Te nombran y te rajan en dos días. Por acá pasaron Omar Yasin y lo rajaron, la segunda de Yasin y la rajaron. Vamos a ver como se sostiene Julio Cordero en este permanente sube y baja de designaciones", explicó el mismo asesor laboral.
Lo cierto es que estos despidos e incorporaciones no producen más que retrasos en las decisiones ejecutivas que se deben adoptar, en este caso descripto, en el área laboral, pero sucede cuestiones parecidas en otras áreas.
En estos casos, al menos cambian los rostros de los funcionarios que se animan a una silla caliente, "eléctrica" para algunos, pero, hay otros donde los funcionarios no están. Faltan nombramientos.
Reportes independientes indican que resta designar el 16% de los cargos del gabinete, donde Nicolás Posse de la Jefatura y Luis Caputo del Ministerio de Economía, son los que más casilleros adeudan, y están sin completar cerca del 60% de los puestos relevantes del Estado nacional "para que funcione normalmente", según fuentes sindicales estatales consultadas.
Empresarios entran en alerta porque la falta de nombramientos se traducen en obras paralizadas.
Ahora bien, esta situación no sólo trae problemas políticos con los socios de La Libertad Avanza. En Mendoza, el Partido Demócrata que conduce Carlos Balter muestra signos de inquietud a pesar que el propio Balter asumió como director en el Banco Nación.
En Tucumán, Ricardo Bussi y el gobernador Osvaldo Jaldo, están interesados en completar con su gente los puestos nacionales de la ANSES y el PAMI que se están nombrando en cámara lenta.
Y, a esta falta de designaciones, hay que añadir la particularidad de aquellos funcionarios relevantes "sin cartera" ministerial, que trabajan en la Casa Rosada ad honorem y tienen como máxima función achicar el Estado.
Algunos de ellos no quieren ser nombrados por sus actividades privadas lucrativas porque podría haber conflictos de intereses si ocuparan un cargo jerárquico en la burocracia estatal.
La nueva gestión achicó los ministerios a la mitad; redujo las secretarías de 106 a 54 y las subsecretarías de 182 a 140; y creó organismos nuevos para que desembarquen estos equipos convencidos de que el Estado puede funcionar con una baja dotación de puestos jerárquicos.
Así comenzó trabajando para Milei Federico Sturzenegger, que, en la actualidad, posee una oficina en la Residencia de Olivos cuya función es avanzar en la desregulación de la economía. También trabajan ad honorem, Mauricio Miguel González Botto, que se desempeña junto a Nicolás Posse, o José "Cochi" Rolandi, que tiene un puesto en la empresa YPF.
Nicolás Posse, que se mantiene en una cuerda floja, y Luis Caputo son los ministros con más funcionarios para designar.Javier Milei despliega un Plan Motosierra "a lo Donald Trump"
Ahora bien, detrás de esta desidia por nombrar puestos nacionales en las oficinas que permanecen vacantes se esconde el espíritu libertario calcado de los primeros años de la administración republicana de Donald Trump en los Estados Unidos, en la que el magnate estadounidense, estuvo empeñado en demostrar que la estructura del Estado era excesiva y que podía funcionar con una baja dotación de personal.
Esa idea, extrapolada al escenario argentino, subyace en muchas mentes libertarias. Sin embargo, para los críticos del Gobierno la razón es más prosaica. Sencillamente, es una estrategia de Milei para achicar el gasto y que las cuentas cierren.
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