Milei buscó dar una señal de autoridad y mostrar que no está dispuesto a dejar pasar la traición de los diputados, de la que responsabiliza a gobernadores.
Por José Calero.
Javier Milei se acomodaba el cabello arremolinado en medio de los fuertes vientos que lo recibieron al arribar a Roma. Casi tan fuertes como los huracanes políticos que se ciernen sobre la relación entre su administración y los gobernadores.
Estaba sonriente, tal vez por la inédita despedida que le habían dado la noche anterior en Israel. Terminó bailando a los saltos y hasta lo llevaron en andas en medio de un típico baile judío. Estaba muy cerca del Muro de los Lamentos, el mismo sobre el cual lloró emocionado al llegar a ese país cruzado por la violencia y la fe.
En la camioneta que lo trasladaba estaba también la canciller Diana Mondino, quien ya parece haberse acostumbrado a un cargo en el que empieza a ser respetada por los diplomáticos de carrera, a quienes retribuye con puestos importantes, como la embajada de España, algo que no ocurría desde hace dos décadas en la Argentina, que siempre "ubicaba" dirigentes políticos en cargos de la diplomacia.
Milei no dejó enfriar la crisis: le pidió la renuncia al jefe de la ANSES, Osvaldo Giordano, y a la secretaria de Minería, Flavia Royon. El primero respondía a Córdoba, la segunda a Salta. Ambos, respetados en el mundo empresarial, cayeron por culpa de lo que política no logró construir en Diputados, donde fracasó la Ley ómnibus. En el Gobierno dicen que no serán los últimos despidos.
La Ley ómnibus está "muerta"
Tanto el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, como el de Córdoba, Martín Llaryora, le jugaron en contra a Milei cuando hubo que votar artículo por artículo la ley ómnibus. El kirchnerismo se regodeaba con cada voto negativo, hasta que el oficialismo decidió levantar el tratamiento del proyecto y mandar todo a fojas cero.
Algunos analistas parlamentarios dicen que a menos que cero. La iniciativa elaborada por Federico Sturzenegger está muerta. Habrá que despedazarla y armar proyectos por separado, que Milei podría enviar luego de un discurso que se espera duro frente a la Asamblea Legislativa el primero de marzo.
Milei no está dispuesto a dejar enfriar la crisis por la caída de la Ley Ómnibus.
O tal vez este año nunca mande nada y decida ignorar al Congreso. Sería una forma de mostrar el desprecio que siente por uno de los poderes del Estado al que le habló dándole la espalda el día que asumió. Milei considera que la mayoría de los diputados son hijos de la vieja política, a la que considera esencialmente corrupta. A los kirchneristas los acusa de "ladrones", y al resto de "coimeros". No se salva casi nadie. Los legisladores lo saben y actuaron en consecuencia.
Todo indica que el cargo clave de la ANSES podría quedar para una persona del PRO, en medio de una alianza reconfigurada que Milei sellaría con Bullrich y Macri.
Cayó bien en la Casa Rosada una frase de la ministra de Seguridad: "No se puede estar en la misa y en la procesión". Así, este tercer mes de gobierno del libertario se fortalecería con la incorporación de hombres claves del macrismo. Se habla, por ejemplo, de Diego Santilli. También están en línea Nicolás Massot y Cristian Ritondo. Son espadas de peso que podría aportarle volumen al gobierno.
Quedó claro que Milei buscó dar una señal de autoridad y mostrar que no está dispuesto a dejar pasar la "traición" de los diputados, de la que responsabiliza directamente a los gobernadores.
En la Rosada circula la versión de que otros que se irían son el secretario de Transporte, Franco Mogetta; y el presidente del Banco Nación, Daniel Tillard. El Banco Nación está en la lista de los organismos del Estado que pueden ingresar en un mecanismo de privatización parcial.
Otro de los que salió mal parado del affaire Congreso fue el ministro del Interior, Guillermo Francos. Por lo que trascendió, Milei lo tiene en alta estima, pero le cuestiona que fue demasiado "blando" con los gobernadores y que pisó en falso al creer que el proyecto que volvía a comisión seguía manteniendo la aprobación en general. Igual, el presidente dijo que Francos está firme en su cargo.
El PRO deja Juntos y cierra una alianza con los libertarios
Si bien ya no dramatiza la caída de la ley ómnibus en el Congreso, y hasta considera que puede terminar siendo favorable, Milei está convencido de que debe agrandar la coalición de gobierno. Y en este sentido parece dispuesto a cerrar un acuerdo de largo alcance con Mauricio Macri y Patricia Bullrich.
Javier Milei estaría dispuesto a negociar con Macri y el PRO.
El Presidente está "más que conforme" con el desempeño de la ministra de Seguridad. "Se anticipa a los temas y discute metro a metro cada cuestión", destacan en el gobierno.
Tal vez su reunión con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, lo termine de convencer sobre las bondades de concretar un "gran acuerdo de la derecha" en la Argentina. Meloni dice estar "fascinada" con la "pasión" de Milei. Habrá que ver cómo hace el presidente argentino para empardar semejante elogio.
El primero de marzo podría ser el puntapié formal para sellar la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO. Se conformaría un interbloque que permitiría sumar 37 diputados a los 38 de LLA. Serían el segundo bloque más numeroso, con 75 legisladores, más cerca de Unión por la Patria, que tiene 99. Si sumaran los 23 de Hacemos Coalición Federal, la relación de fuerzas estaría empatada.
En el mileísmo consideran que "casi no hay ninguna diferencia ideológica importante" entre los libertarios y el PRO.
"Es lo que decía durante la campaña y que molestaba a algunos. Somos nosotros y los halcones del PRO, y el radicalismo, sin las palomitas", es el razonamiento de Milei por estas horas. Para el presidente, tras el rechazo en Diputados, quedó claro que de un lado están las ideas de la libertad y del otro las de la casta. Son los términos con los que se siente más cómodo y que en definitiva lo terminaron llevando a la presidencia.
Pero tal vez la que mejor reflejó el pensamiento de Milei por estas horas fue la ministra Bullrich: "El Gobierno tiene que alinearse políticamente. Esto no es un tema de amigos, sino de que toda la gente tiene que defender una causa y jugarse por ella". Milei reposteó la entrevista en la que su aguerrida funcionaria hizo esa declaración. Toda una señal de lo que puede venir tras el feriado.
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