Con la oficialización de Patricia Bullrich y Luis Petri, el presidente electo intentó cerrar la discusión con la oposición mientras trata de no alterar los ánimos en el PJ en la previa de su asunción
Por Federico Mayol
A menos de una semana de asumir el gobierno, Javier Milei todavía recluta a contrarreloj a dirigentes y funcionarios para su gabinete y trabaja con su equipo más cercano en la batería de reformas que prevé enviar al Congreso en las primeras horas de gestión, un paquete de leyes cuyo destino es incierto que motivó al presidente electo a bajar una orden a su tropa: no es momento de alterar al PJ.
No trascendieron demasiados detalles, pero la “ley ómnibus” que Milei intentará aprobar en el Parlamento una vez que asuma la Presidencia el próximo domingo fue parte del menú que compartió en la cena del viernes junto a Mauricio Macri, sus parejas y otro grupo de amigos, el primer encuentro que mantuvieron después de oficializar ese mismo día a Patricia Bullrich como ministra de Seguridad y de que trascendiera que la Presidencia de la Cámara baja no sería para Cristian Ritondo, como había insistido el ex presidente, si no para Martín Menem, un diputado del riñón de La Libertad Avanza.
Había sido un pedido interno del bloque libertario -suman solo 37 legisladores- frente a la insistencia de Macri, que desde el Pacto de Acassuso y del triunfo de Milei en el balotaje pulseó para que Ritondo, es decir el PRO, se quedara con ese lugar, según el ex presidente, como garantía de “gobernabilidad” parlamentaria para apuntalar las profundísimas reformas que LLA tiene en carpeta.
Macri chocó no solo con la resistencia interna y del propio presidente electo, mientras Bullrich, en paralelo, negociaba su desembarco como ministra de Seguridad, más lugares para dirigentes de su entorno y esperaba por la confirmación de Luis Petri en Defensa, designado oficialmente este lunes. “De esta manera, la fórmula completa de Juntos por el Cambio ha quedado integrada al Gobierno de La Libertad Avanza”, anunció la Oficina del Presidente Electo en un intento por dar por finalizados los serios cortocircuitos en torno a la adhesión, o no, del eje macrista de JxC a la administración libertaria.
El fundador del PRO había enfurecido en los últimos días con la ex candidata presidencial por avanzar, según él, en tratativas unilaterales, una acusación que ella rechazó y por la que redobló la apuesta a mediados de la semana pasada, cuando le envió a la periodista Viviana Canosa un mensaje público de WhatsApp en el que aseguró: “No me someto a Mauricio Macri”.
Patricia Bullrich y Luis Petri, la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio, que integrarán el Gabinete de Javier Milei
Pero la furia del ex presidente no estuvo dirigida solo a Bullrich: también Guillermo Francos, el delegado político del jefe libertario y futuro ministro del Interior, fue depositario de la ira macrista.
Lo cierto es que Francos no se cortó solo: el ex directivo del BID obtuvo el aval de Milei para entablar una serie de conversaciones con el PJ, no solo con dirigentes del denominado “peronismo federal” encabezado por el gobernador Juan Schiaretti o el diputado Florencio Randazzo, si no incluso con el kirchnerismo.
Existieron, según trascendió, diálogos subterráneos. Francos conoce bien a buena parte de la dirigencia peronista kirchnerista. También Lisandro Catalán, que, de no mediar imprevistos, asumirá el 10 de diciembre como viceministro del Interior de Francos: hasta hace escasos días se desempeñó como funcionario del Ministerio de Justicia que condujeron durante buena parte de esta gestión Martín Soria y Juan Martín Mena.
“No aspiramos a ser un macrismo 2.0″, sintetizó anoche un colaborador muy cercano del presidente electo.
Es que, a pesar del acuerdo electoral sellado con Macri, del discurso anti-casta de la campaña y de las constantes críticas al peronismo, Milei no quiere promover sobresaltar los ánimos en la previa de su asunción. Al menos no de manera innecesaria, de cara al paquete de leyes que se discutirá en el Congreso. En estas horas circuló, por caso, que LLA podía incluir en ese listado la derogación de las elecciones primarias impulsadas por Cristina Kirchner tras la derrota del 2009 pero luego sometidas a discusión por parte de sus propio sector. Eduardo “Wado” de Pedro, por ejemplo, sugirió en más de una oportunidad eliminar los comicios intermedios.
En las últimas horas, el caso más resonante de la estrategia libertaria de flamear, por el momento, bandera blanca frente a la tropa peronista fue la decisión de descartar a María Eugenia Talerico como sucesora de Florencia Carignano en Migraciones. Un mensaje para que “la casta” no tenga tanto miedo.
Aún no había sido oficializada, pero Francos le había confirmado a la ex directora de la Unidad de Información Financiera (UIF) esa nominación, e incluso se habían agendado, según el entorno de la dirigente, reuniones de transición para estas horas. El sábado, ella se fue a dormir con esa hoja de ruta. El domingo a las 11.59, escribió en sus redes: “Quería comunicarles que finalmente no estaré a cargo de la Dirección Nacional de Migraciones”.
“Ella puteó mucho al peronismo, se sobregiró en su discurso”, precisó este lunes un dirigente cercano a la abogada penalista, miembro fundadora de la agrupación Será Justicia, referenciada en Ricardo López Murphy. El propio Francos le avisó a la ex vicepresidenta de la UIF que la propuesta se había caído. Fue una definición que tomó, según trascendió, este domingo el propio Milei. “Hubo un pedido interno que, por razones estratégicas, ese lugar tenía que ser para su núcleo duro”, resaltaron fuentes libertarias.
El mensaje de María Eugenia Talerico que escribió este domingo
En la última semana, en sus redes, Talerico, querellante en el caso del puntero Julio “Chocolate” Rigau en La Plata, de alto perfil y siempre lapidaria con los procesos judiciales contra los K, había sido muy crítica con Cristina Kirchner tras la decisión de la cámara federal de revocar su sobreseimiento en la causa denominada “la ruta del dinero K”.
“Ese no es el objetivo primordial de este gobierno: a Javier solo le importan hacer las reformas económicas”, explicaron en estas horas muy cerca del presidente electo.
Este lunes, en despachos del oficialismo vinculados al peronismo, se mencionaba en ese contexto la decisión de esperar a que Milei presentara en su discurso inaugural, y en el paquete de reformas que prevé mandar al Parlamento, para discutir los pasos a seguir. “Hay que dejarlos gobernar”, explicaron. Confrontar el programa de gobierno libertario, y que, en todo caso, sea Milei el que se haga cargo del ajuste.
Se había unificado, en ese sentido, la posición común de “generar las condiciones para darles el presupuesto”, a pesar de la anarquía que domina al peronismo y de que el presidente electo prorrogará, según circuló, el texto vigente para este año.
En principio, el bloque del peronismo kirchnerista en el Parlamento no tendrá fisuras resonantes. Es, al menos, el panorama que sobrevuela al Congreso hasta que no empiece la temporada alta de pases de facturas y la puja por el liderazgo partidario, sin resolución ni liderazgo definido tras la derrota del balotaje.
Una discusión en ese plano se registraba en estos días en la provincia de Buenos Aires pero en el seno de La Libertad Avanza, entre los cinco senadores provinciales electos y la docena de diputados bonaerenses. “Tuvimos reuniones con el peronismo, nosotros vamos a tener una línea racional así como Javier pide ayuda en el Congreso con la gobernabilidad”, subrayó uno de ellos. La semana pasada, el Senado provincial no logró el quórum necesario para avanzar con el endeudamiento solicitado por Axel Kicillof, por el rechazo del PRO.
Este lunes, sin embargo, la CGT y los movimientos sociales advirtieron que protestarán en las calles en caso de que se impulsen reformas a la legislación laboral vigente.
El presidente electo y el futuro Gabinete advierten que la conflictividad social será uno de los principales ejes del gobierno después del 10 de diciembre
La conflictividad social fue uno de los temas de mayor discusión interna durante la campaña: la posibilidad de que los movimientos sociales convoquen a manifestarse en las calles frente a las reformas que impulsa Milei. No se prevén, en el primer tramo, cambios drásticos en la política de planes que estará bajo la órbita del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, y en particular en manos de Pablo de la Torre, hermano del ex intendente de San Miguel. De la Torre ya avisó en conversaciones en estos días que se revisarán los planes y se cortarán aquellos que presenten irregularidades, pero no habrá una poda masiva. Por el contrario: la idea es avanzar hacia un programa de desempleo, pero de manera progresiva. La motosierra no se utilizará, en principio, en ese rubro.
En el juego de equilibrios para la gobernabilidad que plantea Milei, los gobernadores tendrán un papel fundamental. Los de Juntos por el Cambio, pero también los del peronismo. Aunque el presidente electo todavía no definió la identidad de su gobierno, se preocupó en enviar señales a todos los sectores. Aceptó la inclusión de la fórmula presidencial de JxC y, a pesar de las tensiones, mantiene un vínculo fluido con Macri. Francos, uno de los más críticos del ex presidente, negoció con Randazzo y Schiaretti, y acercó a dirigentes del peronismo cordobés, como Osvaldo Giordano, el ministro de Hacienda de esa provincia que se hará cargo de la ANSES. Giordano, respetado por el sistema político, ya había sido ofrecido a Macri por el ala política de su gobierno cuando asumió en el 2015, pero lo rechazó. Este lunes se especulaba con la posibilidad de que Flavia Royón, secretaria de Energía, siguiera en el gobierno pero en el área de minería. Royón trabajó bajo las órdenes de Gustavo Sáenz, el gobernador de Salta que está bien dispuesto a ayudar a Milei.
En filas del PRO sugerían este lunes que Milei debería haberse aferrado a Juntos por el Cambio y aceptado a Ritondo como presidente de la Cámara baja para blindarse de gobernabilidad como Macri avaló en el 2015 una suerte de alianza estratégica con Sergio Massa, por entonces la tercera fuera, a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires, hasta que el ex presidente y el ex intendente de Tigre entraron en una disputa política que terminó de la peor manera.
Es por lo que insistió Macri con vehemencia en estas semanas y que Milei rechazó para tratar de ampliar el diálogo político, al menos en el Parlamento. Es que, en el entorno del presidente electo, están convencidos de que los legisladores del PRO y buena parte de JxC acompañarán la mayoría de las reformas más allá de que el presidente de la Cámara baja sea un legislador del riñón libertario de apellido Menem.
Comentá la nota