El Gobierno continuará con la reducción de los pasivos en pesos y la acumulación de reservas, junto al sostenimiento del superávit fiscal obtenido en enero. El Presidente y el ministro de Economía consideran que liberar las trabas cambiarias provocará una caída del dólar
Por Pablo Wende
La eliminación del cepo cambiario para mediados de año se transformó en uno de los compromisos más fuertes asumidos por Javier Milei de cara a los grandes desafíos económicos que hay por delante. El Presidente considera además que no será necesario nuevos ajustes bruscos del dólar oficial, aunque en el mercado cree que se acelerará el ritmo de ajuste a partir de abril, según surge de las cotizaciones en los futuros del Rofex.
En su estadía en Roma, previo a regresar a Buenos Aires, Milei confió a su círculo íntimo que la decisión de liberar las restricciones cambiarias está tomada. Y que hacerlo a mitad de año no es antojadizo: para ese momento, no solo el Banco Central habrá acumulado muchas más reservas por el ingreso de dólares de la cosecha gruesa, sino que además se acelerará la limpieza de pesos excedentes por parte de la autoridad monetaria.
Esta reducción de pasivos implica, en otras palabras, que ya no habrá pesos excedentes para correr contra el dólar. Este aspecto es clave para liberar el cepo sin sufrir una corrida cambiaria.
Es más, tanto el equipo económico con Luis Caputo al frente como el propio Presidente comparten la idea de que el actual nivel de los dólares financieros se encuentra en valores altos a niveles históricos. “Los salarios están muy bajos en dólares, está claro que una Argentina normalizada va a niveles de ingresos en moneda dura más altos”, asegura Milei.
Milei y Caputo están convencidos que es posible llegar a una liberación del cepo cambiario sin necesidad de avanzar con un fuerte salto del tipo de cambio oficial. Es más, consideran que a los valores actuales los dólares financieros están caros, sobre todo si la confianza de los inversores se mantiene en ascenso
Una de las grandes incógnitas sobre el proceso para llegar a la liberación del cepo es qué sucederá con el dólar oficial. Pero en el Gobierno consideran que de ninguna manera será necesario un salto brusco del tipo de cambio. “Ajustado por el impuesto PAIS, el dólar para los importadores es casi de $ 1000. Está solo 15% por debajo de los dólares financieros, no vemos problemas por ese lado”, explican.
Desde el fuerte salto cambiario de diciembre, el tipo de cambio oficial aumenta a un ritmo de 2% mensual. Según las cotizaciones del Rofex, los inversores esperan un salto mayor en abril del orden del 10%. Sin embargo, también se produjo un significativo ajuste a la baja para el valor del dólar de cada fin de mes. El viernes, último día hábil previo al feriado de Carnaval, las caídas fueron entre 2,3% y 2,5%.
El Presidente destaca, además, que los dólares financieros no se movieron en los últimos 30 días, con fuerte resistencia a superar el nivel de $ 1.200. Incluso la tensión generada por el retiro del proyecto de ley ómnibus que definió el Gobierno no tuvo impacto en el tipo de cambio, aunque sí repercutió muy levemente en los precios de acciones y bonos.
Uno de los objetivos principales de la futura liberación del cepo cambiario es que no se produzca un salto cambiario como el sucedido en 2015, cuando asumió Mauricio Macri. En aquel momento el tipo de cambio unificado arrancó en alrededor de $ 13, lo que implicó un importante ajuste del dólar oficial que venía de $ 9,50. Ese salto provocó un importante impacto inflacionario en los meses posteriores.
Foto de archivo: imagen de la entrada del edificio del Ministerio de Economía de Argentina en Buenos Aires. REUTERS/Agustin Marcarian
Por eso es clave evitar que la brecha cambiaria se agrande respecto a los actuales niveles, algo que sí ocurrió en el arranque de 2024. Pero la condición para que no se vuelvan a disparar los dólares financieros no solo pasa por controlar la cantidad de pesos en circulación, sino también por sostener el buen resultado de las cuentas públicas de enero. “Alcanzamos superávit financiero en enero y lo vamos a mantener, eso es innegociable”, sostienen en el equipo económico.
La duda del mercado está relacionada con la inflación que se viene acumulando y que amenaza con volver a atrasar el tipo de cambio, algo que advirtió el FMI al aprobar el desembolso de USD 4.700 millones a fines del mes pasado.
En diciembre el índice arrojó 25,5%, hoy se conocerá el nivel de enero, en torno al 20%, mientras que la proyección para febrero es que se ubique en el rango de 15% a 20%. Algunos economistas estiman que la baja de la inflación mensual a un dígito podría ocurrir entre marzo y abril. El semi congelamiento del dólar oficial también está colaborando para esta desaceleración, aunque es clave el proceso de reducción de los agregados monetarios en pesos.
El proceso de “limpiar” los pesos excedentes en la economía se produce por distintas vías simultáneas: la reducción de tasas que paga el Central por sus pasivos, la colocación de pases pasivos para absorber y como elemento novedoso la colocación de Bopreal, el bono instrumentando por el BCRA para pagar la deuda con importadores, que solo en su primer tramo absorbió más de 4 billones de pesos.
El paso posterior a la liberación cambiaria es la dolarización. Milei reiteró que se trata de una alternativa deseada y que no está tan lejana como parece. “Hoy las reservas cubren el 87,5% de la base monetaria, así que nos vamos acercando mucho a esa posibilidad”, aseguró el fin de semana. En las próximas semanas habría además encuentros con técnicos de Ecuador que en su momento colaboraron para avanzar con dicho proceso en ese país, hace ya 20 años.
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