El presidenciable libertario supo liderar la discusión de la agenda pública durante los últimos meses, a excepción de la semana pasada con los incidentes en Jujuy. Cómo quedan sus candidatos en las listas. El impacto de Córdoba donde el economista dijo no apoyar a nadie
Por Julián Álvez
Javier Milei ha sido la figura política que más influyó en la discusión de políticas públicas en los últimos meses de cara a las elecciones 2023. De manera más difusa, se podría decir que también lo ha sido desde el momento en el que se lanzó a la política dos años atrás. Pero los resultados provinciales no lo acompañan: este domingo, en Córdoba, el voto liberal no alcanzó el 3% aunque el economista desistió de apoyarlos.
Desde que saltó a la arena política, el economista libertario impuso el debate acerca de la libre portación de armas de fuego, la eliminación de la ESI, la privatización de distintos servicios y, con mayor vigor durante este año, la dolarización de la economía argentina mediante un esquema de libre competencia de monedas; temas que no contaban con el mínimo interés en ser dirimidos en los últimos tiempos.
Esto lo hizo a pesar de que sus políticas muestran un rechazo superior al 60% y algunas cercanas a un techo de 80%, según un estudio reciente de la consultora Zuban Córdoba. "Sus propuestas son las únicas que se discuten, lo que desnuda un déficit increíble por parte del resto de la clase política", remarcan en el documento.
Sin embargo, en la última semana hubo una reversión (¿temporaria?) de este fenómeno: la polémica en torno a la reforma constitucional en Jujuy, los hechos de violencia en las calles y el debate político mediático fue protagonizado enteramente por dirigentes de Juntos por el Cambio y Unión por la Patria.
¿Pérdida de centralidad?
Es verdad que persiste la vaguedad de las propuestas electorales de los presidenciables cambiemitas, y mucho más en los candidatos del oficialismo. Pero la reactivación de la grieta entre ambos sectores podría ser visto como la primera vez en la que Milei pierde posicionamiento en la agenda mediática.
Contactado por este medio, el analista político y consultor asociado en EPyCA Consultores, Alejo Pasetto, remarcó la pérdida de influencia del precandidato libertario: "Las dos principales coaliciones lo corrieron a Milei del eje de la discusión, y yo creo que él mira con preocupación esto, porque esta narrativa contra la 'violencia política' del kirchnerismo la está capitalizando Patricia Bullrich o Juntos por el Cambio en la generalidad".
Además, remarca que el diputado nacional de La Libertad Avanza "no tiene mucho para decir" al respecto de cuestiones de inseguridad. "El único interlocutor punitivista y de represión a los manifestantes es José Luis Espert, que se fue a Juntos por el Cambio. Milei es economista y buscaba ese perfil de seguridad a través de su candidato a gobernador bonaerense [Guillermo Britos]".
Britos integró las filas de la policía bonaerense y era pensado como un nombre ideal para articular una candidatura enfocada en combatir la inseguridad en el conurbano. Su baja fue suplida con la postulación de Carolina Píparo, conocida por el trágico episodio vivido años atrás y el abogado penalista Francisco Oneto como vice; ambos orientados a imponer propuestas acerca de ese clivaje.
Consultado acerca de si Milei puede apelar a un votante harto del ruido mediático de los últimos días protagonizado por JxC y UP, Pasetto respondió: "No creo que pueda capitalizarlo ni siquiera por ese lado. Milei demostró en muchas oportunidades que no tiene ni idea de cómo se generan consensos y cualquier cosa le parece violenta. Incluso, ya se dan cuenta sectores que lo apoyaran que no tiene la mínima capacidad para gestionar conflictividad. Si esto le pasó a un tipo como Morales, Milei no te dura nada".
¿Milei puede atraer a los desencantados?
Ante la pregunta sobre la evolución de Milei, El Cronista contactó a la socióloga y directora de Polldata, Celia Kleiman, quién explicó dos componentes a tener en cuenta para el precandidato libertario y su desempeño ante este contexto de debate político.
"Te diría que el fenómeno Milei hace tiempo se sobredimensiona. Se comprobó en las elecciones provinciales que no junta la cantidad de votos que indicaban las encuestas. Porque estas fueron hechas bajo una base espuria y están muy sesgadas. Esos resultados se comunican y generan una bola de nieve que da un panorama erróneo", indicó en primer lugar.
Pero, además, remarcó que el escenario electoral lo protagonizan "cuatro cuartos", siendo la última fracción el votante desencantado y hastiado de la política. "¿Por qué no hubo ni hay cacerolazos?, porque la gente está apática. La bronca ya no se puede entender como activa sino pasiva, y es probable que esta se manifieste al momento del voto".
La resignación que puntualiza Kleiman es perceptible en la disminución de la participación electoral de las 13 provincias que celebraron elecciones este año. Todas ellas tuvieron una baja frente al 2019. Una gran parte tocaron mínimos en la última década.
"Es probable que así se manifieste este sentimiento y no votando a Milei. Esa gente está cansada de perder, pero ya se resignó con la política y no le ven una salida tampoco con Milei", afirma la especialista en materia de opinión pública.
Una ventana de oportunidad
Por su parte, el analista político y consultor Daniel Montoya, destaca que sí existe un aire de oportunidad para el crecimiento de Milei y que todavía existe "una dinámica de lo impensado" para especular con un rendimiento aceptable del espacio libertario.
"Lo de Jujuy puede haber dado la impresión de que la discusión se ha hecho a expensas de recuperar centralidad. Ahora, no debemos olvidarnos que el fracaso del Frente de Todos no lo está pudiendo capitalizar Juntos por el Cambio", recuerda.
En ese sentido, Montoya remarca que el conflicto reciente ha servido para "galvanizar" los votantes duros de cada coalición: "Ayer cada espacio selló su juego y cada uno se queda con su núcleo. Milei es lo único que subió dentro de un tablero que no crecía nadie, mientras que el oficialismo y Juntos por el Cambio solo lo hacen hasta su límite de incapacidad, no pueden interpelar a ninguna de las dos, los techos electorales ni los miran".
"Lo que está claro es que el segmento juvenil está siendo interpelado por las ideas de Milei. Eso no hay duda. Pero la va a tener complicada, porque los dos campamentos principales se van a arreglar como sea para destriparlo y no dejar que crezca y se escape demasiado", concluye.
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