El Presidente vuela a Madrid, donde el domingo compartirá un acto con el líder de Vox, Santiago Abascal; mañana presentará su nuevo libro; no verá al presidente Sánchez ni al rey
Jaime Rosemberg
Antes de lo planeado, el presidente Javier Milei partirá hoy a las 15.30 en el avión Arg01 a Madrid, España, en su primera visita al país ibérico como primer mandatario. Un encuentro de líderes de derecha, el domingo, en apoyo a la agrupación Vox, que compite en las próximas elecciones para el parlamento europeo, será el principal objetivo de la visita, que en principio se extendería hasta el lunes. También presentará su anteúltimo libro, El camino del libertario, en la sede del diario español La Razón, que pertenece al Grupo Planeta que editó el libro.
Como lo confirmó el propio portavoz presidencial Manuel Adorni la semana pasada, Milei ni siquiera tramitó un encuentro con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a quien criticó duramente luego de las declaraciones del ministro de Transporte, Óscar Puente, quien insinuó que el Presidente consumía “sustancias”. Acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el Presidente tampoco verá al rey Felipe VI, quien estuvo en la asunción del dirigente libertario, el 11 de diciembre, en el Congreso y la Casa Rosada.
Desde el Gobierno relativizaron la importancia del encuentro de Vox. El propio Adorni, en respuesta a LA NACION, afirmó que la presencia de Milei en ese congreso, que se dará el fin de semana con la participación de otros líderes internacionales, es sólo “un pedacito” de la agenda presidencial, que incluirá-según el vocero-reuniones con empresarios y un encuentro en la embajada argentina que conduce el diplomático Roberto Bosch Estévez. Milei aprovechará su viaje para presentar su libro en el matutino La Razón, que será mañana y que motivó el adelantamiento de su partida.
“El encuentro con empresarios es muy relevante, la mayoría de ellos tienen inversiones o intereses en la Argentina”, comentó Adorni este jueves, durante su conferencia de prensa diaria en Casa Rosada. La propia Karina Milei es quien está organizando esa reunión con hombres y mujeres de empresas españolas, un cónclave del que el funcionario prometió mayores precisiones en las próximas horas.
Allí, el portavoz afirmó que las reuniones de alto nivel con miembros del gobierno y la realeza “probablemente se den en el segundo viaje del Presidente”, previsto para el 21 de junio, día en que recibirá el premio Juan de Mariana por su “defensa ejemplar de las ideas de la libertad”, según los organizadores de la distinción. Adorni evitó, además, precisar el costo del viaje presidencial.
El presidente, Javier Milei, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, en el aeropuerto de Ezeiza
“Madrid se convertirá el próximo fin de semana en el epicentro de los movimientos patrióticos de todo el mundo”, afirma la agrupación Vox en su sitio web. Allí destaca que “Santiago Abascal reunirá en la capital española a una importante nómina de líderes internacionales en el ‘Europa Viva 24″, la convención a la que asistirá Milei. También estarán, según Vox, el ministro de Asuntos para la Diáspora de Israel, Amichai Chikli; el exprimer ministro polaco y diputado Mateusz Morawiecki; la diputada de la Asamblea Nacional de Francia y candidata a la presidencia de la República, Marine Le Pen; el presidente de Chega y diputado, André Ventura; y el diputado y líder del Partido Republicano de Chile, José Antonio Kast.
El conflicto entre los gobiernos surgió luego de las polémicas declaraciones de Puente. “Yo he visto a Milei, en una tele, y según le estaba oyendo, ¿os acordáis? Lo de...cuando salió no sé en qué estado y previa a la ingesta o después de la ingesta de qué sustancias, pero salió a decir aquello de, aquello que dijo, pocos días antes de... Yo dije: ‘Es imposible que gane las elecciones’”, dijo Puente, considerado uno de los defensores mediáticos más filosos de Sánchez en el gobierno español.
Lejos de ignorar el comentario, la oficina del Presidente emitió de inmediato un comunicado en el que no sólo “repudió” esas declaraciones, sino que le pidió a Sánchez preocuparse por las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa, asunto que lo llevó incluso a evaluar su renuncia”. También enfatizó que las políticas del gobierno socialdemócrata “solo traen pobreza y muerte”, le endilgó “haber puesto en peligro la unidad del Reino, pactando con separatistas”; y acusó a esa gestión de haber “puesto en peligro a las mujeres españolas permitiendo la inmigración ilegal de quienes atentan contra su integridad física”. Luego del intercambio, el Gobierno consideró “terminado” el caso, y se llamó a silencio.
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