El represor Miguel Etchecolatz fue condenado a su novena prisión perpetua. Este viernes, el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata le otorgó la pena por el secuestro y tortura de Jorge Julio López y otras seis personas en el excentro clandestino de Pozo de Arana, de las cuales cuatro fueron asesinadas. Entre ellas, se encuentra Francisco Lopez Muntaner, secuestrado durante la Noche de los Lápices. 

A su vez, fue condenado el expolicía Julio César Garachico, a quien se le mantuvo la prisión domiciliaria desde su casa en Mar del Plata, lo que generó el repudio de los presentes. A Garachico se le reconocieron los crímenes por el homicidio de Patricia Dell Orto, Ambrosio De Marco y Norberto Rodas, y la privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos a Patricia Dell Orto, Ambrosio de Marco, Norberto Rodas, Alejandro Sánchez, Francisco López Muntaner, Guillermo Cano y Jorge Julio López.

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En el juicio estuvieron los familiares de las víctimas: Rubén López, uno de los hijos del albañil Jorge Julio López, y Emilio López Muntaner, hermano de López Muntaner.

"Se condena a Miguel Osvaldo Etchecolatz a la pena de prisión perpetua como coautor del homicidio calificado por alevosía, por haberse cometido con el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Norberto Rodas y Alejandro Sánchez; la privación ilegítima de la libertad cometida por funcionario público, agravada por amenazas reiteradas en dos oportunidades y aplicación de tormentos a Rodas y Sánchez", expresó el presidente del Tribunal, Andrés Basso, al leer esta tarde el veredicto.

Etchecolatz está internado en el sanatorio "Estrada" de Merlo por episodios febriles, mareos y vómitos, pero desde allí le ratificó a la secretaria del Tribunal, Verónica Michelli "que es inocente, que él no hizo nada de lo que se acusa en este debate y que entiende que se ha violado el proceso de la Constitución Nacional". 

El juicio de este viernes comenzó el 30 de agosto de 2021. Su finalidad fue buscar la responsabilidad de los crímenes contra siete personas que militaban en la unidad básica "Juan Pablo Maestra" en 1976 y realizaban actividades barriales en las afueras de la ciudad bonaerense.

Antes de su segunda desaparición en 2006, Jorge Julio López había señalado a Etchecolatz como el jefe del operativo de su secuestro y a Garachico como quien daba las órdenes al grupo de "picaneadores". Sus declaraciones tuvieron un rol significativo como sustento probatorio para la condena. 

El represor multicondenado está imputado en otros dos juicios de lesa humanidad que aún siguen su curso en La Plata. 

Por su parte, Garachico también se desentendió de su caso: "De lo que se me imputa soy inocente y desconozco a las personas que están en el juicio. Se me acusa de algo que no tengo nada que ver", declaró en el juicio. 

En el juicio estuvo uno de los hijos de Jorge Julio LópezLectura del veredicto

Al grito de "Cárcel común, perpetua y efectiva" las personas que se encontraban en el juicio, muchas familiares y amigas de las víctimas, se manifestaron en contra de mantenerle la prisión domiciliaria a Garachico. 

Por eso, el juez ordenó el cierre de la sala y leyó su veredicto para las partes involucradas, pero desde los pasillos continuaron gritando "justicia, basura, vos sos la dictadura". 

Al Tribunal también dictó una serie de medidas reparatorias solicitadas por la fiscalía y las querellas. Entre ellas se encuentra la desafectación del predio de Arana y su conversión a Sitio de Memoria. Además, investigarán la presunta complicidad de la empresa Peugeout en el secuestro de Alejandro Sánchez y se harán excavaciones en busca de fosas comunes en la ExEstancia La Armonía, donde funciona el Regimiento 7. 

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"Se trata de una sentencia que tiene una importancia histórica porque consolida una situación que se viene dando desde el 2006 con la sentencia por genocidio a Etchecolatz y con el juicio al Circuito Camps, donde se demostró cómo fue ese circuito represivo, cómo estuvo inserta la policía y los grupos de tareas en ese circuito, siendo Arana uno de los lugares fundamentales donde se llevó a cabo el plan represivo", explicó a Télam el auxiliar fiscal, Juan Martín Nogueira.

En ese sentido, destacó que en este juicio se pudo demostrar una vez más el rol fundamental que tuvo Etchecolatz como Director General de Investigaciones al señalar "su importancia en el entramado y la impronta personal en la generación y producción de los hechos. Dotó de un matiz personal al funcionamiento del Circuito Camps".

"El funcionamiento de las patotas está representado en Garachico, que tenía un cargo en la policía de La Plata y quedó demostrada su intervención como grupo de tareas, llevando su actividad a Arana", puntualizó y celebró que el Tribunal haya hecho lugar a las medidas reparatorias solicitadas.