Durante un acto en San Miguel, el ex candidato a vicepresidente criticó al Gobierno, reivindicó a Carlos Menem y dijo: “Vamos a consolidar la coalición opositora para volver a ganar en 2021 y en 2023″. También hablaron Joaquín de la Torre, Juan Carlos Romero y Claudia Rucci.
Por: Ricardo Carpena.
En el Club San Miguel Rugby esta tarde hubo unas 1.200 personas, poco bombo y mucha reivindicación del “peronismo de Perón”: fue el lanzamiento de Peronismo Republicano, el espacio creado por Miguel Ángel Pichetto, el ex intendente Joaquín de la Torre y otros dirigentes justicialistas que se oponen al kirchnerismo con la intención de ocupar lugares de importancia dentro de la estructura y en las listas de candidatos de Juntos por el Cambio.
“Vamos a consolidar la coalición opositora para volver a ganar en 2021 y en 2023″, dijo Pichetto para cerrar el acto al aire libre, en un clima de euforia, en la única referencia de los oradores a su inserción en JxC. De la Torre, quien habló antes, criticó al Frente de Todos porque “rompieron los dos pilares del peronismo, como el trabajo y la educación pública”, pero también envió un mensaje que pareció dirigido a la interna de la oposición: “No queremos más personas de afuera de la provincia de Buenos Aires que nos vengan a gobernar”, advirtió.
Los escuchaba un amplio abanico de dirigentes, desde Eduardo Menem, Ramón Puerta, Jesús Cariglino, Miguel Ángel Toma, Gilberto Alegre, Luis Acuña, Darío Kubar y Sandro Guzmán hasta los intendentes Jaime Méndez (San Miguel), Hernán Bertellys (Azul), Guillermo Britos (Chivilcoy) y Mariano Passaglia (San Nicolás), pasando por los sindicalistas Dante Camaño (gastronómicos) y Marcelo Peretta (farmacéuticos y bioquímicos), además del representante del PRO Hernán Lombardi y el diputado nacional por la UCR Jorge Enriquez.
Todos los oradores fueron implacables contra el Gobierno y tuvieron definiciones que ubicaron al espacio en la centroderecha. Pichetto fue el más claro en ese andarivel. Afirmó que “el problema de la Argentina es la ideología del pobrismo”, pidió “bajar la carga impositiva de los empresarios porque son los que generan empleo” y reclamó “modernizar las normas laborales: son todas leyes de los años 70 y se mantienen casi intactas”.
El ex candidato a vicepresidente cuestionó la prolongada cuarentena obligatoria que tuvo lugar en el país por sus efectos perjudiciales en la economía. Tras considerar “muy vil” la vacunación VIP, sostuvo: “Que aparezcan las vacunas porque por ahí nos quieren volver a encerrar, aunque no hay margen para hacerlo”.
Uno de los grandes aplausos de la tarde lo consiguió Pichetto cuando elogió a Carlos Menem, al destacar que había “gobernado para la unidad nacional, sin odio ni rencor” y que logró “diez años de estabilidad económica”. Y hubo definiciones drásticas y polémicas: consideró que la ciudad de Rosario “es Sinaloa, descuartizan gente y no hay actividad del Estado para reprimirlo porque los narcos se apoderaron de todo”.
A su vez, pidió “recuperar las Fuerzas Armadas”, a las que propuso “equiparlas y darles sueldos equivalentes a los que recibe el Poder Judicial”, y advirtió que “la Patagonia afronta riesgos como en la época de Julio Argentino Roca porque hay grupos seudomapuches que tienen una ideología de izquierda”.
De la Torre, por su parte, señaló que en 1973 la consigna era “Cámpora al gobierno, Perón al poder” y que “hoy a Perón lo tiraron por la ventana, así como a sus principios, valores, ideas y sueños”. “Hoy el Estado se usa en provecho propio. Tenemos un desafío que no es más Estado presente sino más Estado eficiente. Eso es lo que hay que impulsar”, dijo el ex intendente de San Miguel y ex funcionario de María Eugenia Vidal.
Cuestionó a la coalición gobernante porque “rompieron la joya del peronismo, que es la movilidad social ascendente, el gran logro de Perón” y también porque permitieron que la educación pública “esté secuestrada por (Roberto) Baradel, aunque sus socios llevan a sus hijos a los colegios privados”.
Descartó que la provincia de Buenos Aires “sea inviable”, pero sí “para quienes no son de acá, no la conocen ni la aman”. Allí fue cuando dijo: “No queremos más personas de afuera de la provincia de Buenos Aires que nos vengan a gobernar”. Todos lo entendieron como una alusión a opositores como Diego Santilli y otros dirigentes porteños que buscan postularse en los comicios de 2023 como candidatos a gobernador bonaerense.
Antes había hablado el senador Romero, quien aseguró que el objetivo de quienes están en el oficialismo “es de revancha y de impunidad para unos pocos” y exigió “no llevar al país a ese club de dictadores latinoamericanos ni apoyar a (Nicolás) Maduro en cuanto foro haya para tolerar esa dictadura” en Venezuela.
Luego de la primera oradora, la diputada provincial Catalina Buitrago, habló Claudia Rucci, senadora bonaerense de Juntos por el Cambio, quien reivindicó “el peronismo de Perón” porque “es el que habla y cree en la unidad y el que cree en el diálogo”, y lo contrapuso con la ideología de los miembros del Frente de Todos al cuestionar al “progresismo trucho y mentiroso” que convirtió al PJ “en un partido de sumisión y vergüenza”.
La hija del asesinado líder de la CGT José Ignacio Rucci habló de la “cooptación del peronismo” y recordó que Juan Domingo Perón, “hace muchas décadas, les dijo que se sinceraran: sáquense la camiseta y váyanse”. “Pero es mejor infiltrarse en el PJ y decir que son peronistas”, indicó, tras lo cual destacó que esos dirigentes del Frente de Todos “saben lo que dice su jefa (por Cristina Kirchner), gorila si las hay, sobre Perón”.
El acto terminó con la Marcha Peronista, Pichetto saludando como una estrella de rock y el nacimiento de un espacio del PJ dentro de Juntos por el Cambio que, según sus impulsores, buscará tener un fuerte protagonismo en la máxima fuerza opositora y ser muchísimo más que una simple “pata peronista” del espacio.
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