El Cippes (Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales) difundió un análisis de la evolución del Impuesto Inmobiliario Urbano entre los años 2010–2013, en el que el incremento acumulado estuvo entre el 110,9% y el 305,9%.
“Esto volvió más regresivo al sistema tributario en su conjunto ya que el Impuesto a los Ingresos Brutos se traslada a los precios, afectando más a las personas de menores recursos, quienes gastan mayor parte de su dinero en consumo”, aclara el Observatorio.
Es paradójico que mientras la suba del inmobiliario urbano alcanzó valores del 300% en el período 2010-2013, mucho más alto que cualquier medición aún la de los más opositores al Gobierno nacional, el rural se mantuvo sin aumentos, y
-según declaraciones del propio gobernador José Manuel de la Sota- no tendrá incrementos en el 2014.
Hasta el año 2010, el Impuesto Inmobiliario Urbano se mantuvo constante, pero dicho año el Gobierno de la Provincia dispuso incrementos de hasta el 48%, dando comienzo a un período de continuos incrementos. En el año 2011 se incrementó entre un 7% y un 16,5%, en el año 2012 los incrementos variaron entre el 27,3% y el 49% y en el corriente año el incremento fue del 58%. En el total del período 2010-2013 el incremento acumulado estuvo entre el 110,9% y el 305,9%, señala el Cippes.
Los últimos dos años los incrementos superaron ampliamente los niveles de inflación, en especial en 2013 (58%).
“Si bien es un impuesto que requiere ser actualizado por inflación, hubiera sido más conveniente para los contribuyentes una evolución más armónica con la evolución general de los precios y los salarios, en vez de un período sin actualización (hasta el año 2010) seguido de un gran incremento en un lapso corto de tiempo”, destaca el Cippes.
Lo destacable es que “los incrementos entre los años 2010 y 2013 han sido más acentuados para las propiedades de valores más bajos. Adicionalmente, en el año 2013 el incremento fue del 58% para todas las propiedades (excepto para algunos sectores muy puntuales de la Ciudad de Córdoba que registraron aumentos menores), sin distinguir entre propiedades de mayor y menor valor, como sí se había hecho hasta ese momento. Ambas medidas generan inequidades entre contribuyentes, resultando desfavorecidos nuevamente quienes menores ingresos tienen, para quienes afrontar un incremento como el de este año significa un gran esfuerzo”, acota el informe del Observatorio.
Agrega el Cippes, que “en relación a las causas de los incrementos, los mismos surgen de la combinación de las subas en las bases imponibles (el valor que para el estado tiene la propiedad y que se utiliza para el cómputo del impuesto), modificación de las alícuotas y, desde el año 2011, a la incorporación de la contribución específica para el financiamiento del sistema educativo (FoDISE/FoFISE), que no se coparticipa con los municipios.
La ley de Catastro establece que deben hacerse revalúos generales de las valuaciones fiscales como máximo cada 10 años, sin embargo las valuaciones fiscales actuales datan del año 1992. En los últimos cuatro años la actualización de las bases imponibles consistió en incrementos iguales para todos los inmuebles. “Esto hace más inequitativo al impuesto”, afirma el informe de Cippes.
Resalta, además, que “es notable la falta de transparencia en la información pública relacionada al impuesto inmobiliario. Por ejemplo, no se pudo acceder a información desagregada de la recaudación total y mensual del impuesto inmobiliario, discriminada entre inmobiliario básico urbano, básico rural y adicional”.
Falta transparencia
Además, según “declaraciones públicas del Gobierno de la Provincia, en los años 2012 y 2013 el incremento alcanzó sólo a la mitad de los contribuyentes. Esta información no pudo ser corroborada dada la escasa información pública disponible”, sostienen desde el Observatorio.
A su vez, el Gobierno de la Provincia anunció que el incremento para el año 2013 sería de hasta el 45% y que excluía a la clase media, media-media y media-baja. Sin embargo del análisis de la ley impositiva de este año se desprende un incremento del 58% para todas las propiedades (con algunas excepciones), lo cual fue constatado en el caso tomado como ejemplo para este trabajo, una propiedad de 119 metros cuadrados en barrio Parque República.
“En relación a la poca transparencia en la información relacionada al impuesto inmobiliario urbano, es importante notar que en el año 2013 se beneficiaron algunos sectores muy puntuales de la Ciudad de Córdoba, para los cuales el incremento fue menor al incremento general. No se encontró mención de esta medida por parte del Gobierno de la Provincia, con la cual se beneficiaron, junto con barrios como Villa El Libertador, el predio donde funciona la empresa Fiat y un country ubicado al sur de la Ciudad de Córdoba”, concluye el informe.
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