Sergio Berni dijo, tal cual su costumbre, lo que está sucediendo en el seno del Frente de Todos sin ningún tipo de miramientos ni análisis sintáctico. "Lo que provocó Alberto Fernández para el Frente es irreversible", también lo es para el país, agrega uno que lo conoce al pie, pero también acusa a la vicepresidenta de haber armado "esta licuadora" en la que el oficialismo terminó convirtiéndose.
Por ALEJANDRO CANCELARE
Hace una semana, un ministro del gobierno nacional con el que Berni no tiene demasiada relación, había utilizado una frase parecida pero con el mismo significado. "Estamos en un lavarropas... Todos apretujados, nos golpeamos unos a los otros y encima no podemos salir".
Esta semana, en el ciclo que le armaron a Martín Guzmán, "Conociendo el Conurbano", el que menos miedo le tiene a la discusión pero con la consigna de "todos adentro", Juan Zabaleta, lo acompañó hasta Almirante Brown y junto con los movimientos sociales vinculados al Movimiento Evita visitó una cooperativa manejada, entre otros, por personas que estuvieron en prisión.
El Movimiento Evita es, quizás, el que más incomoda a los poderes representados en la cima del poder del Frente de Todos. Son aliados, pero no propios, y en cada ocasión tensan la relación con sus pares hasta niveles donde la ruptura pasa a ser inexorable. El único con el que administra una buena y constante relación es con el Frente Renovador de Sergio Massa. Es lógico. Hoy no conduce ningún municipio del Gran Buenos Aires.
En un confesionario vecinal, de su localidad, General San Martín, Leonardo Grosso, que administra las tensiones y les pasan por arriba los dardos que se tiran sus aliados con los del Instituto Patria, dejó en claro también su pesimismo. "Así, como estamos, perdemos las elecciones". Vaya novedad. Lo que no calibra, quizás, es que detrás de este efecto electoral también está la vida y obra de una población que mira todo cada vez más azorada.
Este fin de semana será una nueva oportunidad para verificar hasta donde llega la "unidad". Mientras que sectores de la CGT y el Evita pidieron estar juntos en un acto que realizarán en favor del presidente Alberto Fernández, en Mendoza, el sábado, están invitados todos los más importantes referentes del Frente de Todos para debatir su provenir.
Pero la desconfianza abunda. Y quienes primero lo notan son los intendentes del Gran Buenos Aires, bastión histórico del peronismo kirchnerista y, hoy, casi el único donde resiste la bajante de la imagen del binomio presidencial. Pero, a pesar de la "tranquilidad" que les dio la autorización para una nueva reelección, algunos creen que será muy difícil soportar el "viento" que puede soplar en su contra.
"No es ni siquiera un huracán, con un soplo estamos todos en problemas", aducen en el centro de comando que arman de manera extraoficial en cada reunión.
En Juntos por el Cambio, como diría Gustavo Posse, "el problema pasa a ser que ya todos creen que ganamos... Pero podes ganar a nivel nacional, tras un ballotage, pero no a nivel provincial, ahí está todo muy parejo".
Sin embargo, los optimistas, cada vez que toman papel y lápiz, empiezan a reconstruir un panorama de victorias y derrotas. Ahí ponen en condiciones de volver a gobernar a Quilmes, aunque digan que "Martiniano Molina no se deja ayudar". De la zona sur del Gran Buenos Aires, por ahora es la única. Dudan sobre Avellaneda, no tienen expectativas en Lomas de Zamora y mucho menos en las grandes "del fondo", como Almirante Brown, Esteban Echeverría y Florencio Varela.
En cuanto a la zona noroeste, se entusiasman con la vuelta de Darío Kubar en General Rodríguez, Ramiro Tagliaferro o ¿Margarita Stolbizer? en Morón. Rita Salaberry en Luján y Lucas Delfino en Hurlingham, si no se resuelve ordenadamente la vuelta de Juan Zabaleta al territorio que domina pero que hoy administra La Cámpora.
La reasunción de Zabaleta es cuestión de tiempo. No será ni mañana ni el mes próximo, pero su decisión es volver a tener un lugar donde desarrollar política. Distinto el caso de Gabriel Katopodis, quien ya lanzó a su sucesor, el actual intendente interino, Fernando Moreira, en General San Martín.
Aquí Juntos tiene un gran problema. La comodidad que tienen con la política de buenos modales que siempre tuvo el oficialismo les impide correr el riesgo de construir una oposición con volumen. Por eso tuvieron que armar tres encuentros diferentes para compensar a cada uno de los precandidatos del PRO cuando, el lunes, estuvo Patricia Bullrich por la localidad. Mientras que, los radicales, sin candidato a la vista, y con la patente de la marca en mano de la familia Ivoskus, ven cómo el possismo deja caminar la idea de Mauricio D' Alessandro, el vecino ilustre de Tandil.
El propio Posse ha dejado trascender que en un par de semanas, como mucho, lanzará una propuesta que calificó como "revolucionaria" y que en su entorno creen que será el virtual lanzamiento de su candidatura a gobernador. Habrá que ver. Por lo pronto, está presentando fichas de afiliación al mayor para la interna que el año próximo lo volverá a tener como protagonista en la UCR bonaerense.
En donde se terminó la paz es en Tres de Febrero. A raíz de un informe de Nicolás Wiñazki en VW, el Frente de Todos y el oficialismo de Juntos rompieron lanza. Es que el oficialismo que conduce Diego Valenzuela se "colgó" de dicho trabajo periodístico e incineró políticamente al Frente de Todos por utilizar un local partidario ubicado en la esquina del ANSES para hacer trámites relacionados con ese organismo y otros como en RENAPER.
Inclusive el bloque de concejales de Juntos hizo una solicitada donde remarca como un acto de "clara manipulación política" este tipo de episodios donde los propios empleados de la administración nacional de servicios sociales mandaban para conseguir "el papel necesario" hasta la Casa de Todos, ubicado justo frente al municipio, a cincuenta metros de la delegación Caseros del ANSES.
El Gobierno celebra un récord de exportaciones y saldo comercial positivo
Lo extraño es que todo haya explotado por la denuncia periodística ya que este tipo de operatoria viene desde hace tiempo. Y si bien no atienden casos ni de ese ni de ningún organismo público, sí proveen de los trámites indispensables para cumplimentar lo que los organismos piden para que todo esté en orden. No sea cosa que algún empleado tenga la amabilidad de corregir ese inconveniente vocacionalmente en el mismo momento.
"Se pusieron la gorra de una manera descomunal... Nosotros no nos ponemos en supervisores municipales cuando ellos utilizan los centros de educación física municipal u otros ámbitos para hacer campaña e invitar sus candidatos... Además, no usan los locales del PRO porque no tienen", reprocharon.
Mientras esto sucede, en Ramos Mejía, durante el transcurso del día de hoy, las máximas autoridades de Juntos por el Cambio de Todo el país estarán promoviendo un debate en torno de las políticas sociales que deberá tener, en caso de ser gobierno, el principal partido de la oposición.
A partir de las 09.00, en un antiguo natatorio transformado en salón de eventos multifacético, Gerardo Morales, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Facundo Manes, Martín Lousteau y Miguel Angel Pichetto, entre otros, trabajarán en conjunto para mostrar que no todo es la interna.
Comentá la nota