El debate legislativo sobre los fondos de financiamiento para 2025 intensificó la efervescencia dentro de la comunidad educativa universitaria, que viene multiplicando las protestas en los últimos días y ya tiene la convocatoria de una nueva huelga en todo el país.
Desde comienzos de esta semana, el Gobierno está defendiendo en el Congreso el texto del Presupuesto 2025, por medio de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y del director ejecutivo de la ANSES, Mariano Salvador de los Heros.
En este contexto, los reclamos por el financiamiento de las universidades públicas tienen un ojo puesto en el Congreso y otro en las facultades y las calles, donde cada día se vuelve un poco más grande la ola de protestas contra las políticas del Ejecutivo en relación con las casas de altos estudios y su financiamiento.
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), la institución que agrupa a los rectores de las universidades públicas, señaló que estos no han recibido invitaciones por parte de la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, que preside el libertario José Luis Espert, para participar en las discusiones sobre el presupuesto del año próximo, lo que incrementa aún más la tensión en el conflicto.
Tras el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, y el posterior bloqueo que el oficialismo y sus aliados del PRO y el MID lograron al intento de la oposición más dura de insistir en la sanción de la norma, los estudiantes y docentes no han dejado de movilizarse, organizando clases públicas, cortes de calles y cacerolazos.
Además se confirmó que habrá un nuevo paro con cese de actividades anunciado para el jueves próximo, convocado por por el Frente Sindical de Universidades Nacionales.
Mientras tanto, no pasa un día sin que el presidente Milei lance diatribas contra las universidades públicas y en todo el país se suceden las tomas de facultades y se avanza en la convocatoria de un nuevo paro nacional.
El secretario de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Agustín Romero, afirmó que ayer se celebraron más de 30 asambleas en todo el país para definir acciones concretas que se sumarán a las tomas de facultades en curso contra el recorte de la administración libertaria.
“Pueden ser ruidazos, cacerolazos educativos, clases públicas en los diferentes horarios y otros tipos de acciones”, afirmó el dirigente estudiantil. “Todo conduce a unir a todas las facultades en un mismo plan de lucha para preparar una nueva marcha educativa".
En relación a los reclamos del Gobierno para que la universidades sean auditadas, el referente estudiantil afirmó: “Si invitaran al conjunto de estudiantes, a docentes y no docentes nos daríamos cuenta que plata no sobra, es lo que falta para becas, para transporte, para los viáticos de transporte, para el comedor universitario, para los docentes ad honorem que tenemos”.
Por último, destacó que el componente más relevante de alumnos que estudian en las universidades son trabajadores o hijos de trabajadores, afirmando que lo que esconde el presidente con sus críticas es su intención de “una universidad no pública para unos pocos”.
En relación con el último caballo de batalla discursivo de Milei contra las universidades (“son solo para ricos”), los datos del último informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) revelan que dos de cada tres estudiantes de universidades públicas provienen de los sectores más bajos de la población.
De esta manera, la narrativa de que los pobres no acceden a la educación superior se confronta con la realidad de que el 48% de los estudiantes de universidades públicas vive por debajo de la línea de pobreza.
El crecimiento de las protestas
Hasta el momento, casi 30 facultades de distintas universidades permanecen tomadas, y los estudiantes continúan escalando las protestas en todo el país.
Este lunes, en una jornada marcada por asambleas y distintas acciones de protesta, los estudiantes de la UBA anunciaron que seguirán en plan de lucha y votaron que se harán tomas de entre 24 y 72 horas en las facultades de Ciencias Exactas, Derecho y Medicina. Al menos otras cuatro sedes de la UBA llevaban adelante asambleas para definir medidas similares.
Los estudiantes de Derecho realizarán este martes una nueva toma por 24 horas y cortarán la avenida Figueroa Alcorta para luego marchar a Plaza de Mayo a las 18:30. Una hora y media más tarde volverán reunirse en asamblea para discutir si continúa o se levanta la medida dispuesta, según acordaron este lunes.
Los estudiantes de Medicina cortarán el miércoles a las 18:00 la avenida Córdoba y la esquina con Junín.
Por su parte, Ciencias Exactas y la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) harán una medida conjunta en Ciudad Universitaria, donde planean cortar la avenida Cantilo, también en la tarde del miércoles.
El mismo estado de alerta y movilización continúa en las universidades de La Plata, Mar del Plata, General Sarmiento y Salta –que fueron pioneras en las tomas—, mientras que la Universidad Nacional de Rosario (UNR) convocó a una asamblea estudiantil que resultó en la ocupación de la Facultad de Humanidades.
La ola estudiantil está cobrando tal dimensión que ha contagiado a instituciones habitualmente refractarias al espíritu de protesta, como la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). En la provincia mediterránea se ocuparon las Facultades de Artes, Comunicación Social, Ciencias, Sociales, Lenguas, Psicología, Filosofía y Humanidades.
Allí, hasta la conservadora Facultad de Derecho fue tomada la noche en la que el presidente Milei anunció su veto.
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