Pasó por la Legislatura y luego recibió los atributos por parte de Macri en la Usina del Arte. Las prioridades de su gestión. Los presentes en la ceremonia. Figuras del showbussines y el empresariado.
El electo jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, asumió esta tarde en reemplazo de Mauricio Macri, que le entregó, durante un acto en La Boca, el bastón de mando y le delegó su gestión de ocho años al frente del Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La tarde de Rodríguez Larreta comenzó en la Legislatura porteña, donde junto a su compañero de fórmula, Diego Santilli, juró como futuro alcalde y, por medio de un discurso leído, repasó la gestión de Macri, destacó el gobierno PRO y habló de las “prioridades” de su administración.
“En esta nueva etapa tenemos que hacer el doble que en la primera”, prometió el todavía jefe de Gabinete que, oficialmente, estará a cargo del gobierno el 10 de diciembre, cuando también asumirán los 30 legisladores a los que dirigió su mensaje esta tarde durante la sesión especial.
La jura comenzó a las 18 horas y fue presidida por la titular del Cuerpo Parlamentario porteño María Eugenia Vidal -gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires- junto al vicepresidente primero saliente y a su par entrante, diputados Cristian Ritondo y Carmen Polledo, a izar la bandera nacional. Larreta ingresó al recinto junto a Santilli y ambos fueron recibidos en primer término por el legislador de Mataderos que será ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
Mientras tanto, una columna de la Juventud PRO ubicada en el primer piso del recinto gritaba eufóricamente “Mauricio presidente, Horacio en la Ciudad”. Larreta emitió su mensaje ante diputados electos, salientes y buena parte del gabinete porteño y de los futuros ministros nacionales.
Sobresalió la figura del apoderado del PRO, José Torello, que se ubicó en las escalinatas del recinto y asustó al futuro ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, cuando se introdujo sus dos manos en la boca y emitió un chiflido que dejó sordo a más de uno. Llamó la atención porque se trata de un hombre medido y de bajo perfil. El futuro jefe de asesores de Macri festejó que Larreta definiera a la administración macrista como “la mejor gestión” en la historia de la Ciudad.
El flamante jefe de Gobierno marcó una serie de desafíos, entre los que incluyó pensar en una “sociedad equitativa y justa”; “la mejor escuela pública de Latinoamérica”; un centro de Salud a 20 minutos de cada vecino; urbanización de villas. En este último punto hay una novedad casi anunciada: confirmó que la Nación traspasará los terrenos federales lindantes a la Villa 31 para avanzar con la urbanización. Cuando finalizó la jura, el jefe de Gobierno electo se recluyó en el despacho de Ritondo junto a buena parte de los invitados. El Salón Eva Perón, contiguo al recinto, explotaba de gente.
En ese acto estuvieron Gabriela Michetti, Marcos Peña, Fernando De Andreis, Esteban Bullrich, Andrés Ibarra, Carolina Stanley, entre otros. Las autoridades del Tribunal Superior de Justicia, del Consejo de la Magistratura y el Ministerio Público Fiscal.
Previo al acto, legisladores y empleados de la Legislatura montaron una “fiesta sorpresa” para homenajear a Ritondo, que deja el Parlamento este jueves cuando asuma como ministro bonaerense. Se realizó en el Salón Montevideo, donde desfilaron diputados para probar sanguches y tomar gaseosa. Los trabajadores del edificio de Perú 160 debieron apagar las luces para descomprimir el lugar y se pueda empezar con la jura.
En menos de dos horas, la mayoría de los presentes en el Parlamento se trasladaron hacia la Usina del Arte, en el barrio de La Boca. No hubo tiempo para el cambio de vestuario y Larreta lució el mismo estilo: camisa blanca, corbata y traje negro.
Pasados cinco minutos de las 20, la locutora anunció que Mauricio Macri protagonizaría el traspaso de mando con Larreta, Santilli y Vidal. Todos subieron al escenario al mismo tiempo y el presidente electo se permitió una jugada “fuera de libreto”.
Tomó el micrófono para “despedirse”, agradecer a su equipo y a los empleados de la Ciudad de Buenos Aires. “Nos estamos viendo pronto”, cerró y encaminó su recorrido hacia las escalinatas que conducen a la salida trasera del auditorio central de la Usina pero Larreta le pidió que volviera. Lo mismo hizo con Vidal y explicó, entre risas, que su acción también estaba “fuera de protocolo”.
“Termina una etapa maravillosa”, marcó y le agradeció una y otra vez a Macri por la “enorme generosidad para hacer crecer tu equipo”. En ese sentido, recordó que hace 13 años “estábamos en la oficina de Lafinur” y ahora llegan al gobierno nacional. “Gracias Mauricio”, lanzó.
Larreta afirmó que en este nuevo equipo “hay sangre nueva, hay energía y ahora que podemos trabajar en equipo y con la Nación y la Provincia se abren enormes oportunidades para la ciudad”.
Junto a Santilli, le tomaron juramento a los ministros y secretarios que componen el nuevo Gabinete del Gobierno de la Ciudad. El “colo” leía los nombres de los funcionarios para que se acerquen a jurar y saludar a Larreta. El primero fue el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, que se olvidó de firmar y tuvo que volver para dejar su rúbrica.
Eduardo Macchiavelli (Ambiente y Espacio Público), Franco Moccia (Desarrollo Urbano y Transporte), Martín Mura (Hacienda) y Bruno Screnci Silva (Gobierno) fueron los únicos que se acercaron a abrazar a Santilli. Andrés Freire (Modernización) levantó su pulgar en dirección al extremo del escenario desde donde el ex senador leía los nombres de cada uno.
El último en ser llamado a firmar fue el flamante secretario de Medios, Marcelo Nachón, que rubricó con una estrecha sonrisa y al volver a la fila se escuchó al ministro de Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro, que le gritó, con su característica voz: “Saluda Nachón”. Todos rieron.
Los ministros porteños salientes –muchos con destino en la Nación- se ubicaban en las gradas de atrás del escenario, de espaldas al nuevo gabinete porteño. Al finalizar el acto, como un gesto simbólico más de traspaso de mando, el equipo de Larreta se acercó a saludar y se estrechó la mano con los colaboradores de Macri de estos años.
Larreta prometió también que trabajará para “mejorar la convivencia, el respeto y la tolerancia entre los vecinos de la Ciudad”. Reafirmará la política que se viene aplicando en la Ciudad en los últimos ocho años de priorizar el transporte público, fomentará una metrópoli “más verde e inclusiva” y pidió “cuidar el espacio público entre todos”.
Confirmó el traspaso de la Superintendencia de la Policía Federal al ámbito de la Ciudad para fusionarse con la Policía Metropolitana, pero destacó que coordinará con la Provincia políticas en materia de seguridad. A su vez, marcó que su gobierno y el de Vidal trabajarán en conjunto en los siguientes temas: tratamiento de residuos; extensión de la red de metrobus; extensión del servicio del SAME. “La General Paz es un punto de unión”, sentenció.
“Hace 20 años trabajo con María Eugenia y me da no sé qué estar a 50 km, pero sé que vamos a estar más juntos que nunca”, enfatizó Larreta. Desde de las gradas superiores lo escuchaban la modelo Valeria Mazza y su pareja, Alejandro Gravier; el titular de la Sociedad Rural, Miguel Etchevere y su antecesor Hugo Biolcati. Minutos antes, pasó el conductor televisivo y candidato a presidir la AFA, Marcelo Tinelli, que se fue antes de que culmine el evento.
“Confíen en este equipo”, cerró Rodríguez Larreta al tiempo en el que el musicalizador le puso play al tema Ciudad Mágica de Tan Biónica. Acto seguido, el jefe de Gobierno electo saludó de a uno a sus ministros –con un beso a las mujeres del gabinete- y su compañero Santilli se acercó hacia las primeras gradas para besar a su mujer, la modelo Analía Maiorana.
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