La planta, con una capacidad de 30.000t/a, está orientada específicamente a neumáticos de vehículos mineros grandes y será la primera para este tipo de producto fabricado por la multinacional francesa.

Con una inversión inicial de al menos US$30 millones, la planta empleará tecnología de pirólisis desarrollada por la empresa sueca Enviro, que podría llegar a replicarse en otros países mineros.

“Nuestra previsión es que podamos empezar la construcción de dicha planta a finales de este año y que esa planta empiece a poder producir a inicios del año 2023”, dijo a BNamericas el máximo ejecutivo de Michelin Chile, Guillermo Crevatin.

En Chile, las mineras y sus proveedores apuntan a 2023, cuando el país comenzará a implementar una ley de reciclaje.

Según la legislación ambiental vigente, para 2030 deberá reciclarse el 90% de todos los neumáticos, excepto los de bicicleta y sólidos, y el 100% de los neumáticos de vehículos mineros para llantas de al menos 45 pulgadas. Las disposiciones están definidas en un decreto supremo de enero tras la aprobación de la ley de manejo de residuos 20.920, la cual asigna nuevas responsabilidades a los productores o importadores y establece como segmentos prioritarios a los de neumáticos, baterías y aceites lubricantes, entre otros.

La responsabilidad de recolectar los neumáticos usados recaerá sobre los proveedores, obligación que generará costos logísticos que estarán parcialmente ligados a la ubicación de depósitos de neumáticos y su distancia a centros de reciclajes. José Browne, gerente general de la Cámara de la Industria del Neumático de Chile, ha señalado que los proveedores, al menos inicialmente, incorporarían a sus precios el costo de recolección y procesamiento de neumáticos usados.

Si bien otros países tienen reglas sobre el reciclaje de neumáticos, Chile es el primero en incluir específicamente neumáticos de vehículos mineros grandes en la legislación.

Crevatin señaló que el objetivo de Michelin —en medio de la estrategia de apoyo a la economía circular— era superar las cuotas mínimas establecidas por la legislación chilena, que se basan en la cantidad de neumáticos que cada fabricante o importador introdujo en el mercado el año anterior.

Todo debe ser sostenible, dijo Crevatin, y agregó que la atención que presta Chile al desarrollo de la economía circular fue una de las razones por las que Michelin eligió construir la planta en el país.

La industria del neumático debe estar atenta a la logística, ya que solo ciertos vehículos pueden transportar neumáticos mineros grandes, y esto genera oportunidades.

“La oportunidad lógicamente existe, es una oportunidad sobre todo de eficiencia”, dijo Crevatin. Agregó que los vehículos de suministro minero, por ejemplo, podrían recolectar los productos usados después de entregarlos a las minas.

En el segmento de neumáticos todoterreno, el año pasado Chile importó 10.345 neumáticos mineros grandes, o clase B, equivalentes a 42.709t, según datos de la Cámara de la Industria del Neumático de Chile. En cuanto a neumáticos más pequeños, segmento de mercado que tiene muchos más proveedores, se internaron 15.884, o 7.088t.

El proceso de pirólisis recupera negro de humo, aceite, acero y gas. El negro de humo, si se obtiene de la calidad adecuada, puede emplearse en la fabricación de neumáticos nuevos y cintas transportadoras, mientras que el gas puede usarse para proveer electricidad a la propia instalación.

Crevatin dijo que Michelin estaba en conversaciones con potenciales compradores de productos derivados del proceso de reciclaje.

“Estamos en discusiones; es un punto clave del proyecto”, indicó Crevatin.

Las mineras que operan en Chile tienen más de 400.000t de neumáticos sin utilizar y se producen alrededor de 27.000t al año. La mayor parte se encuentra en la norteña Región de Antofagasta, zona de gran actividad minera.

Crevatin dijo que un objetivo asociado es trabajar con otros interesados para ayudar a comenzar a eliminar estos acopios.