De los 16 ediles oficialistas que ingresarán al recinto deliberativo en diciembre próximo, ocho responden políticamente a otros espacios o dirigentes que integran la alianza Juntos por Córdoba. El PRO, la Coalición Cívica y los radicales no mestristas Mario Negri y Miguel Nicolás tendrán representantes propios. El desafío será mantener la unidad del bloque.
Por ahora, y mientras se esperan los resultados del escrutinio definitivo, el nuevo Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba estará integrado por cuatro fuerzas políticas: 16 concejales por la mayoría radical, seis por el Movimiento ADN, cinco por Unión por Córdoba y cuatro por la Fuerza de la Gente.
La composición será similar a la actual donde también confluye esa misma cantidad de espacios, aunque a lo largo de éstos cuatro años hubieron modificaciones debido a movimientos y rotaciones internas de algunos ediles.
Desde diciembre próximo cuando asuman los flamantes concejales electos, se verán rostros repetidos en el bloque del oficialismo y en la bancada de Unión por Córdoba mientras que por las otras dos fuerzas ingresarán parlamentarios nuevos.
El intendente Ramón Mestre tiene garantizada la mayoría legislativa ya que como lo establece la Carta Orgánica, el ganador de los comicios municipales obtiene la mitad más una de las bancas, es decir 16 lugares de los 31.
Y si bien en la práctica eso supone cierta tranquilidad para la gobernabilidad del Ejecutivo debido a que los proyectos de envergadura deberían ser aprobados sin inconvenientes, dentro de la bancada oficialista también conviven distintas corrientes políticas.
Y esa “pluralidad” dentro de la alianza Juntos por Córdoba puede representar al mismo tiempo una amenaza para Mestre ya que, cualquier diferencia interna que pueda emerger entre la tropa, podría poner en jaque, por ejemplo, el quórum necesario para sesionar. De los 16 oficialistas, la mitad es mestrista de pura cepa mientras que el resto responde políticamente a otros dirigentes.
Entre ellos, además del viceintendente Felipe Lábaque que tiene voto en caso de empate, el PRO cuenta con otros dos concejales propios, Aníbal De Seta y Abelardo Losano. También se encuentra Juan Negri, hijo del actual diputado y cacique de la UCR que no se caracteriza justamente por mantener una excelente relación con el actual intendente.
La Coalición Cívica que integra la alianza está representada por Laura Sesma, actual funcionaria del Gabinete municipal. Mientras que otros cuatro ediles que son parte del bloque mayoritario pertenecen al núcleo interno Fuerza Renovadora que conduce Miguel Nicolás, ellos son: Analía Romero, Héctor Carranza, Cristina Marchisio y Francisco Lafuente. Y aunque por ahora son todas mieles y euforia dentro de la alianza, la historia reciente demuestra que, ante las primeras fricciones internas, quedan evidenciadas las diferencias políticas. De hecho, en el actual bloque oficialista y a lo largo de este período legislativo hubo algunos traspiés entre el mestrismo y los concejales alineados a Nicolás y a Oscar Aguad.
Los ediles no mestristas dejaron de ir en algún momento a las reuniones de bloque y hasta presentaron algunos proyectos cuestionando decisiones del Ejecutivo municipal. Y cuando las tensiones ya eran indisimulables llegaron a amenazar con no prestar apoyo a proyectos claves como fue uno de los aumentos del boleto, por ejemplo.
Para no repetir eso y salvaguardar las diferencias, será fundamental la elección y e perfil del presidente de la bancada mayoritaria que será el encargado, entre otras cosas, de sostener las relaciones y mantener la unidad y cohesión dentro del bloque.
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