Después de varios intentos fallidos por modernizar su sistema de administración de recursos humanos, que sucesivos intendentes han calificado como vetusto, la Municipalidad de Córdoba sale ahora a contratar un software que le permita mejorar esa gestión clave de la administración.

Para eso, ya está en marcha una licitación pública, cuyas ofertas se abrirán el próximo 13 de enero y que contempla la contratación del servicio por el plazo de tres años. El presupuesto oficial para esa contratación asciende a 16 millones de pesos.

Para tomar dimensión de la importancia que reviste este tema para la administración, basta con considerar que el municipio liquida más de 12 mil planillas salariales, con unos 620 millones de pesos en juego cada mes, incluyendo cargas sociales.

De hecho, los pagos de salarios, horas extra, bonificaciones y todos los demás ítems condensados en el rubro “personal”, implican más del 50 por ciento del presupuesto municipal. Este año, por caso, fueron casi 7 mil millones de pesos.

Agujero negro

Según pudo confirmar este diario, lo que el Ejecutivo busca es un sistema que le permita gestionar los legajos de los 12 mil empleados con información “confiable y de fácil acceso” on line .

Algunos funcionarios miran de reojo el programa Meta 4, que utilizan algunas administraciones similares, pero no se cierran en ningún formato puntual.

“Queremos ver todo lo que la tecnología tiene para ofrecer en la materia, y después decidiremos”, señalan.

Aunque en el Palacio 6 de Julio nadie lo dice en voz alta para no herir susceptibilidades, desde hace años es un secreto a voces que el área de recursos humanos del municipio se maneja con tecnología totalmente obsoleta.

Más aún: en muchos casos se resuelve información clave, con fuertes implicancias económicas, con planillas Excel y carga manual de datos. Un absurdo en los tiempos que corren.

Ese mismo diagnóstico fue el que, en 2013, llevó al intendente Ramón Mestre a estrechar lazos con el exintendente de Tigre Sergio Massa, para traer a Córdoba el liquidador de haberes que se utiliza en aquella ciudad.

Por cuestiones técnicas y de soporte, aquel proceso no avanzó, pero siempre quedó dando vueltas un diagnóstico que lanzaron entonces varios funcionarios de primera línea: que el nuevo liquidador iba a permitir un ahorro de por lo menos el 3,5 por ciento en el gasto salarial, sólo por el hecho de corregir “errores” del sistema vigente.

Esto, porque algunas actividades administrativas, como por ejemplo la registración de horas extra, licencias, carpetas médicas, se hacía –según dijeron entonces los funcionarios– de manera precaria y manipulable.

Si esa aseveración no perdió vigencia –la subsistencia de la necesidad de comprar un software hace presumir que nada cambió–, sólo hay que proyectar cálculos.

Una referencia muy conservadora muestra que el presupuesto 2017 incluye gastos por 20.088 millones de pesos, de los cuales 16.666 millones son netos del municipio y, el resto, producto de dinero que enviará la Nación y deuda tomada en dólares.

Suponiendo que el gasto salarial se ciñera a la mitad de los recursos disponibles, estaríamos hablando de unos 8 mil millones de pesos. Un ahorro de 3,5 por ciento sobre esa cifra pondría en juego 280 millones de pesos, una enormidad de plata.

El software a contratar por el municipio debe registrar datos personales de los trabajadores, liquidar haberes, dejar asentadas las asistencias y administrar la selección de personal y la capacitación del mismo.

También debe permitir realizar evaluaciones sobre la salud de los empleados, la estructura de la organización, altas y bajas en la nómina, y seguridad en el trabajo, entre otros temas.