Los concejales definen hoy autoridades, y Cortalezzi (PJ) asoma como posible presidente Al intendente le aflige que un edil afín al PE quede en primer lugar en el orden de sucesión. Aybar, con apoyo de Cambiemos.
Vientos de cambio soplan hacia el edificio de Monteagudo y San Martín. Pero no parece que vayan a favorecer precisamente a los concejales de Cambiemos.
Armando Cortalezzi, ahora ex interventor de la Caja Popular de Ahorros (CPA), se reintegró ayer a la banca del Concejo Deliberante, tras dos años de licencia. Y si el bloque afín a la Casa de Gobierno consigue el apoyo de los dos ediles de Fuerza Republicana (FR), reemplazará en la presidencia del cuerpo vecinal al edil Javier Aybar, un aliado estratégico del intendente Germán Alfaro (ApB-Cambiemos).
Este panorama aflige al jefe municipal, ya que Cortalezzi quedaría primero en el orden de sucesión. Así, cada vez que Alfaro salga de la provincia o se ausente por licencia o enfermedad, las llaves de la Intendencia pasarían a manos de un dirigente opositor a su gestión. “Sería un daño a la ciudad bastante grande en lo institucional”, planteó el intendente a la prensa.
El ex interventor de la CPA participó ayer de reuniones de comisión y de otras actividades en el Concejo. Y se mostró expectante ante la posibilidad de que sea elegido para conducir la mesa de autoridades. “Si (mis pares) creen que puedo el presidente, por supuesto que lo voy a aceptar; es un orgullo, más viniendo de la unión de pensamiento de los concejales. De todas formas hay que esperar porque hay varios (colegas) que a mí por lo menos no me dijeron qué van a hacer”, añadió.
Cortalezzi se definió como “una persona del proyecto del gobernador” Juan Manzur. Aunque aclaró: “fui elegido por los votos, y este es un lugar en el que se hace política; eso significa estar cerca de los vecinos, y eso hago desde hace 14 años”.
Hoy, el mando del Concejo está en manos del sindicalista Aybar, mientras que el radical Raúl Pellegrini y el macrista Roberto Ávila, ambos del ApB-Cambiemos, son los vicepresidentes 1° y 2°, respectivamente.
Bajo negociación
La conformación de la mesa podría cambiar sustancialmente. Los ocho ediles que responden a la Casa de Gobierno impulsarían en la sesión -anunciada para el mediodía- a Cortalezzi en lugar de Aybar; al justicialista díscolo José María Francoen reemplazo de Pellegrini; y, en un principio, auspiciaban a Ricardo Bussi o a Eduardo Verón Guerra (Fuerza Republicana) en lugar de Ávila. Pero esta composición seguramente variará, porque FR declinó asumir ningún puesto en la mesa. “Hemos recibido la propuesta de ambos sectores mayoritarios del Concejo de integrar la mesa de conducción para el periodo que se inicia, y en ambos casos hemos declinado el convite para preservar nuestra independencia política. Apoyaremos como siempre los proyectos de ordenanzas que le convengan a la comunidad, sin importar la procedencia”, manifestó Bussi.
Más allá de eso, si los republicanos apoyan la moción de los rivales de Alfaro, los ocho votos de Cambiemos no bastarán para darle continuidad a Aybar.
“Desde nuestro espacio estamos planteando la ratificación de la conducción”, anticipó Pellegrini. Considero vital la “articulación” entre el cuerpo y el Ejecutivo municipal. “Hace falta un trabajo mancomunado”, añadió.
Una de cal, otra de arena
Alfaro matizó ayer las preocupaciones por posibles cambios en la conducción del Concejo con la llegada de un “refuerzo”. En su despacho recibió al legislador Claudio Viña, que está rompiendo lazos con el bussismo y para sumarse a Cambiemos.
El jefe municipal, sin embargo, no ocultó su malestar por el posible desembarco de Cortalezzi. “No lo he seguido muy de cerca al tema porque estoy con dificultades de salud, con un estrés muy elevado después de este largo proceso eleccionario. Conozco por lo que los concejales me vienen notificando sobre la elección de autoridades. Aspiraría a que haya una representación de todo el arco político dentro del Concejo”, indicó Alfaro.
Propuso que la presidencia sea para Cambiemos, la “vice” 1ª para los peronistas de la Casa de Gobierno y la silla restante, para FR. “Esto es una forma de respetar la institucionalidad. De otra forma, sería como que pretendamos poner el presidente subrogante de la Legislatura”, añadió. Y consideró que Yerba Buena “es un antecedente muy malo” porque al intendente Mariano Campero (UCR-Cambiemos) “no lo están dejando gobernar” los ediles que rivalizan con su gestión.
Viña, tras la reunión, destacó que hablaron sobre cuestiones referidas a la gestión municipal, como la próxima inauguración de un Centro Para la Prevención de las Adicciones (Cepla) en el complejo Zenón Santillán. “Pero se han colado temas políticos, como la renovación de la mesa del Concejo”, admitió.
Confirmó, también, que está “culminando los pasos” para formar su espacio propio: Nueva Fuerza. “Dejará de ser una línea interna de FR. Una vez que el partido esté consolidado, que será en unos 30 días, vamos a empezar nuestra vinculación de manera más formal y activa con Cambiemos. Seguramente estaremos cerca del intendente (Alfaro) y otros referentes del espacio”, dijo Viña.
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