Rafael Vázquez Rivera, empleado del Ente Cultural de Tucumán, viajó hace seis meses a visitar a su madre en Los Angeles, Estados Unidos. En los últimos días, su madre murió por coronavirus, al igual que su tía. Él está contagiado del virus y en cuarentena en el hospital Héroes de Malvinas de Merlo.
Su plan de viaje era capacitarse en el campo audiovisual y, de paso, visitar a su madre María del Carmen Rivera que reside en California. El mes pasado intentó volver a Tucumán pero solo llegó hasta Ezeiza.
En los controles de rigor dio positivo de covid-19. De inmediato se activó el protocolo correspondiente. Fue aislado y alojado en el hospital de Merlo junto a otras personas infectadas que también cumplen el aislamiento obligatorio. En esa misma semana de aislamiento, Vázquez Rivera recibió la primera mala noticia: en Los Ángeles, su tía Angélica, había muerto por coronavirus.
Mientras tanto a su propia madre le daba positivo el test. La mujer fue internada inmediatamente. Pero una semana después se agravó su estado de salud. Estaba con respirador artificial.
Desde Buenos Aires, a través de una videollamada que le hizo uno de los enfermeros, pudo ver el momento en que le quitaban el respirador a su madre. Solo por teléfono pudo verla. Ni siquiera podía hablar.
Como si fuera poco todo lo que le sucedió, en el trayecto de vuelo, se perdió la valija de Vázquez Rivera. Nadie sabe si el equipaje quedó en Lima o se perdió en Asunción del Paraguay. Lo cierto es que llegó con lo puesto. En Buenos Aires le alcanzaron una donación de ropa usada para que pudiera pasar los días de encierro. Esta dramática situación que viene sobre llevando desde que salió de su Tucumán natal, Rafael solo tiene palabras de agradecimiento a todo el personal de salud del hospital de Merlo, a sus enfermeros, médicos, infectólogos, y pide un aplauso para cada integrante de este centro de salud por la forma en que desempeñan día a día su trabajo para salvar vidas.
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