El jefe comunal de Junín reconoció que tras los trágicos hechos “hubo una acción de la Justicia que hizo que muchos delincuentes que estaban en la calle fueran finalmente detenidos y que no se diera la libertad tan rápidamente”.
En el plano más político, afirmó que el radicalismo “se quedó sin ideas” y defendió su traspaso al Frente Renovador que lidera Sergio Massa.
Confiado y de buen humor por las encuestas que le darían a su espacio –según afirman en su círculo íntimo- una ventaja cercana al diez por ciento sobre el kirchnerismo, el funcionario atendió a este diario en plena tarea de campaña, en el local partidario de Rivadavia 88, donde ayer funcionarios y militantes de todas las líneas doblaban boletas que luego entregaron en recorridas “casa por casa”.
Sobre los ejes de campaña propuestos por la oposición: inseguridad, tránsito, vivienda y empleo, afirmó que son “los problemas que se dan en todo el país”.
-¿Cómo analiza el desarrollo de la campaña electoral?
-Bastante apática. Creo que es natural que sea así en función de que en realidad la gente sabe que las Paso no definen prácticamente nada. Además, en casi todos los partidos hay listas únicas. No hay confrontación y el hecho de que no haya confrontación hace obviamente que no haya tanto interés volcado. En Junín hay Paso solamente en dos agrupaciones, en la nuestra que confronta contra la lista de Mirtha Cure y en el Frente Progresista. Creo que aún hay mucha gente que inclusive no sabe que son obligatorias.
-Teniendo en cuenta el problema del desempleo ¿es posible fomentar el arribo de nuevas industrias a Junín?
-Claro que es posible y de hecho se da. La dirigencia política no puede no tener en cuenta las empresas que hay instaladas en el Parque Industrial, la cantidad de personas que están trabajando allí, más de 1200, empresas que se están construyendo. Si alguien fuera a ver la empresa de biocombustibles que se está construyendo se daría cuenta de lo que significa la radicación de una empresa de volumen realmente importante.
Y creo que hay una cuestión que tiene que ver con un marco económico nacional también. Nosotros no somos islas, somos parte de una Nación y la inversión y la radicación de empresas tiene que ver con la confianza. Los incentivos locales que se le puedan dar a una empresa, no creo que hagan la diferencia en la inversión. Yo siempre cito el caso de Nobleza Picardo, por ejemplo, una firma con la que tengo relación con algunos de sus gerentes. Ellos hace muy poquito estaban mudando su área de logística y todo lo demás y se habían radicado sobre Panamericana, cerca de San Isidro. Y Sergio Massa estaba ofreciéndoles que se radicaran en Tigre. La diferencia eran 16 kilómetros y ellos no quisieron, porque para su logística, 16 kilómetros de diferencia, en el costo de la distribución significaba un costo anual importantísimo. Junín tiene un PBI que está por encima de la media de la Provincia y del país, tiene muchísimos indicadores que están por encima, como la venta de automóviles, la actividad comercial, la recaudación de impuestos per cápita, lo cual marca que es una ciudad con mucha pujanza. Después si hay grandes empresas, si las empresas son multinacionales, es una cuestión secundaria. A mí me interesa que haya actividad económica, independientemente de si la empresa se llama Coca Cola o Juan Pérez Hermano.
-¿Cree que la crisis por la inseguridad dañó la imagen de nuestra ciudad?
-No, si una empresa pensara en términos de inseguridad, no quedaría ninguna en el Gran Buenos Aires, donde hay muchísimos problemas todos los días, homicidios todos los días. Sin embargo, la mayor concentración industrial del país está ahí. Hay zonas que son prácticamente inaccesibles para los dueños. Yo conozco gente que tiene problemas de acceso para ir a producir y que tienen temor y sin embargo siguen produciendo ahí, porque la lógica económica tiene otra. Los temas de inseguridad están lejos de esto. Además, yo entiendo que para el vecino de Junín el hecho más mínimo de inseguridad produce mucho dolor, una sensación muy fea y todo lo demás, pero comparado con otros distritos del Gran Buenos Aires, la verdad es que es absolutamente diferente.
-¿A qué atribuye el descenso de los delitos graves en Junín?
-Básicamente a que ha habido una decisión de la Policía de la provincia de Buenos Aires de volcar más recursos a Junín, de exigir más en ese sentido y también hubo una acción de la Justicia, posterior a los hechos del 10 de marzo, que hizo que muchos delincuentes que estaban en la calle fueran finalmente detenidos y que no se diera la libertad tan rápidamente. Un montón de hechos conjuntos que hicieron que eso después redunde en lo que nos está pasando hoy, afortunadamente. Ojalá que siga bajando. De hecho hoy a la mañana [por ayer] hablaba con un fiscal sobre la problemática de la seguridad, ayer me reuní con el presidente del control de la tasa de seguridad, Osvaldo Giapor, hablando del tema. Seguimos pensando en reforzar nuestra propia Secretaría de Seguridad, porque creemos que no hay que relajarse, con más cámaras, con más gente. De hecho estamos en un proceso licitatorio de compra de cámaras para tener más cámaras en los próximos meses; esta semana lanzamos el plan de botón de pánico para las escuelas como una forma de prevención. Espero que eso también podamos aplicarlo en otro tipo de instituciones. Creo que no hay que relajarse nunca y tratar de profundizar más. Pero me parece que tiene que ver con varias acciones que se tomaron después del 10 de marzo, decisiones que hasta ese momento nosotros veníamos alertando, reclamando y que afortunadamente después de eso hemos logrado que se tomaran decisiones y se avanzara. Y hoy la verdad que se viene trabajando muy bien por parte de la Policía de la Provincia; tenemos un jefe policial que viene trabajando muy bien también y creo que esos cambios han producido también una renovación que le ha dado oxígeno a las fuerzas policiales y que por suerte se ve en el accionar cotidiano de la delincuencia.
-¿Qué aprendizaje le dejó el “10-M”?
-Muchas veces hay sectores que uno puede alertarlos, advertir y todo lo demás, pero hasta que no suceden las cosas, lamentablemente no hay reacción. Nosotros habíamos tenido reuniones con miembros de la Justicia, habíamos comenzado a trabajar con Daniel Arrollo viendo una cuestión social también compleja, habíamos tenido una reunión con el ministro de Seguridad en diciembre, habíamos pedido al ministerio de Seguridad de la Nación reforzar la Policía Federal porque la cuestión vinculada con el narcotráfico creemos que tiene que ser mucho más importante el trabajo de investigación. Veníamos alertando y parecía que eran simplemente caprichos del intendente reclamando cuestiones y tuvo que haber una manifestación de, como queramos llamarla, algunos casos de vecinos espontáneamente, en otros intencionalmente, pero bueno, después de esa reacción lamentable que tuvimos posteriores al 10 de marzo, hubo una reacción de muchos sectores. Uno lo que aspira es que en la Argentina podamos tener una visión más de prevención y el mayor aprendizaje es ‘seamos previsores, miremos las cosas y trabajemos antes’, porque así se pueden evitar muchos dolores para mucha gente.
-Sigue recibiendo críticas por su pase al massismo.
-Es la visión de ellos. Yo la verdad es que no me gusta confrontar. Cada uno tiene una visión de la política de donde quiere. Yo sigo sosteniendo que el problema no es que cambiemos de partido, sino que el partido nos dejó sin partido, porque no es simplemente una organización legal que te permita presentarte a elecciones, sino un conjunto de acciones y el radicalismo se quedó sin ideas y sin acciones desde hace mucho tiempo y eso nos impide a los que queremos tener acciones e ideas poder seguir funcionando dentro del radicalismo.
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