Un informe elaborado en base a información del GCBA da cuenta que un tercio de la superficie verde total de la Ciudad es trucha: canteros, bulevares y terrenos bajo autopista que no califican como tales según el propio Código Urbanístico y el Plan Urbano Ambiental vigentes.
Canteros, bulevares, plazoletas de cemento, “separadores de tránsito”, veredones y otras yerbas del estilo llegan a conformar casi un tercio de la superficie total de “espacios verdes públicos” de la Ciudad según la cuenta que lleva el propio Gobierno porteño. Así lo indica un informe del Observatorio del Derecho a la Ciudad, la Cátedra de Ingeniería Comunitaria (CLIC) de la UBA y el IPYPP, elaborado en base a un pedido de acceso a la información pública, que da cuenta de hasta qué punto es capaz el Ejecutivo que conduce Horacio Rodríguez Larreta de maquillar el déficit de parques y plazas que padece Buenos Aires.
Según el relevamiento, basado en información que aportaron el Ministerio de Espacio Público y las Secretarías de Ambiente y Gestión Comunal, la Ciudad llega incluso a contabilizar los terrenos baldíos bajo las trazas de las autopistas o los patios de algunos edificios como parte de su oferta de espacios verdes, que a septiembre de este año supera por poco las 1600 hectáreas. De ese total, sólo el 71,5 por ciento reúne los requisitos para ser considerado un “espacio verde público” de acuerdo a lo que dicen el Código Urbanístico y el Plan Urbano Ambiental vigentes, como por ejemplo abarcar “una superficie considerable” para realizar “actividades culturales, sociales y deportivas” y tener un suelo “absorbente”, es decir, permitir la conexión del agua de lluvia con las napas. El restante 28,5 por ciento se reparte en una lista interminable de pequeños canteros o plazoletas cementadas de poca superficie y demás inventos insólitos que en el mejor de los casos contienen algo de pasto y un árbol escuálido para adornar el paisaje y poco más.
“La Ciudad entregó un listado de lo que considera espacios verdes públicos que en varios casos rozan la tomada de pelo, como patios enrejados con macetas, superficies de cemento bajo las autopistas, bulevares casi sin vegetación y plazoletas de unos pocos metros todas cementadas”, indicó Jonatan Baldiviezo, titular del Observatorio. “El Gobierno porteño dibuja los números porque sabe que viene demostrando una alarmante inacción frente al déficit de espacios verdes públicos que se arrastra desde hace años. Y que además se profundiza por las decisiones regresivas que está adoptando en la materia, que no se condicen ni con la emergencia ambiental y sanitaria que vive la Ciudad ni tampoco con la crisis climática existente a nivel nacional”, señaló.
Espacios verdes según tipología de acuerdo a la Secretaría de Gestión Comunal de CABA. Crédito: arquitecta Liana Battino.
Varios de los “canteros” y espacios verdes truchos se cuentan como oferta para los barrios que arrastran la menor densidad de parques y plazas, como Caballito, Boedo, Almagro, Villa Crespo o Villa Santa Rita, que no superan los 0,21 metros cuadrados en promedio por habitante, lejísimos de los 10 a 15 metros recomendados. En Almagro, por caso, la Ciudad cuenta unos 13 espacios verdes, entre los cuales hay una única plaza (Plaza Almagro); el resto se reparte en cuatro “veredones”, un “patio” y siete plazoletas, de las cuáles sólo una tiene más de una hectárea. En Villa Santa Rita, el barrio peor ranqueado, la oferta es de tres plazoletas, dos “pasajes” y un “veredón”.
Hay algunos casos concretos que en el informe aparecen georreferenciados y le permitió a los autores del informe graficar hasta qué punto llega la inclusión de espacios «truchos» en el listado de la Ciudad. Por ejemplo, el Gobierno dice contar con un perímetro de 55000 metros cuadros en pleno Caballito que llama «Veredón Rivadavia», que les investigadores fueron a buscar y directamente no lo encontraron. En cambio, se llevaron una sorpresa enorme cuando el espacio verde era en verdad una suma de varios canteros de cemento desperdigados por la vereda con pequeñas palmeras sobre Rivadavia, entre Rojas y Acoyte. De ese estilo hay cientos más: desde un bulevard 100% pavimentado en Mataderos hasta parcelas de pasto magro a la vera del acceso a Dellepiane, todo cuenta a la hora de inflar el número.
el cantero de Caballito de «5500 m2»
La situación es también crítica en los barrios populares. “El déficit de espacios verdes, si bien es un problema de casi toda la ciudad, no se distribuye de manera uniforme. Los diferentes relevamientos que realizamos evidencian que en los barrios populares este indicador es cien veces menor a los estándares ambientales recomendados. En Villa 20, un barrio centenario de la Ciudad, donde hace 6 años se lleva adelante un proceso de reurbanización, la superficie verde por habitante es de 0,122 metros cuadrados. Y mientras la OMS recomienda que cada tres habitantes haya un árbol, en promedio en la Ciudad contamos con un árbol cada 7 habitantes, y en Villa 20 con un árbol cada 80 habitantes”, precisó Maria Eva Koutsovitis, de la CLIC.
En total, en la Ciudad hay unos 132 “veredones”, 22 espacios “bajo autopista”, 132 “canteros centrales”, 386 “plazoletas”, 109 “bulevares”, unos 110 “derivadores de tránsito”, diez “pasajes” y nueve “paseos”, entre otros espacios similares desperdigados en todos los barrios, que suman 497 de las 1600 hectáreas totales. Prácticamente todos estos espacios dependen de las comunas. Si se suman sólo los espacios comunales, la cuenta es peor: la oferta verde trucha llega al 40 por ciento. Algunos de estos espacios podrían contabilizarse como espacios verdes públicos pero su superficie es compensada por aquellas plazas y parques que no cumplen con los requisitos legales para ser considerados como tales.
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