Por: Gerardo Gómez Muñoz.
Las rispideces de la elección aún, se podría decir, no han comenzado. Sin embargo ya hay temas cantados para el inexorable debate: presente y pasado de la ciudad y los candidatos; futuro y proyectos, la verdad y la mentira.
Aún no se sabe si todos serán de la partida cuando se hagan los encuentros públicos entre los adversarios que programan medios e instituciones. Pero lo que será seguramente inevitable es que todos los candidatos tengan que responder sobre estas grandes líneas. Juntos o por separado.
La reciente denuncia realizada por el titular del sindicato de peones de taxis, Donato Cirone, acerca de la participación de Arroyo como "interventor ejecutor" de su gremio en el año 1979, abrió una grieta en la solidez de la afirmación que el propio candidato había hecho justificando su pasado. "No me jodan más con la dictadura", dijo destemplado ante la requisitoria de una colega. "Tuve un contrato técnico para arreglar semáforos y la ciudad me debiera agradecer porque solucioné un problema", completó.
Cirone, con los originales de LA CAPITAL publicados en los años de plomo, lo acusó de mentiroso y puso sobre la mesa la documentación que acredita otra versión: fue interventor de gremio, designado por la gobernación de Saint Jean, cuestionado como parte ejecutante de la política represiva en la provincia más grande del país.
En verdad nadie recordaba en Mar del Plata que el candidato de Macri supiera algo de semáforos. Es abogado (con matrícula suspendida desde hace varios años) y se presenta, además, como profesor de economía, de historia también y, en la noche del 9 de agosto, aseveró saber de química y de emulsiones.
Es posible que haya desarrollado una especialidad en semáforos, aunque nadie lo haya advertido. Ni en aquella época ni en sus intervenciones actuales como concejal. Pero esa erudición recientemente revelada no parece haber sido la causa de su designación al frente del área de Tránsito en el Proceso. La denuncia de Cirone, hasta ahora no contestada, está dejando a las claras que lo que hubo con los militares del PRN fue confianza política.
Quien fuera candidato, ya en la democracia, de Patti y de Seineldin, fue siempre un hombre al que se le reconocieron esas afinidades. Es el atolondrado intento de disimularlo ahora lo que está generando un creciente ruido. Quizá él se haya entusiasmado con su historia reversionada que lo daba a conocer a las generaciones más recientes como director de escuela y nada más. Sin embargo, alguien debió suponer que algún memorioso quedaría.
Pero no todo empezó con los taxistas. Las primeras fueron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. "Que no nos 'arroye' el autoritarismo pidieron en su ronda frente a la Catedral. En ellas, la memoria es una filosofía de la identidad mucho más que un ejercicio de la política. Las ausencias militantes y sistemáticas de Arroyo en los actos oficiales que se realizan cada 24 de marzo, en repudio del golpe más brutal de la historia argentina, así como su manifiesta adhesión a los sectores políticos ya nombrados como Seineldín y Patti, hacen, más que obvio, imprescindible ese repudio.
También una ex alumna subió a su Facebook las penurias soportadas por ella para poder organizar el centro de estudiantes en la escuela dirigida por el macrista. Quien publica y firma en las redes sociales es porque quiere compartir una experiencia. Así lo hizo Laura Nieto y logró varios "me gusta" a los que no les gusta el perfil del director y ven cierto desplazamiento edulcorado entre la realidad y la versión actual del candidato.
Está claro que todavía queda mucha tela para cortar. También es claro que la elección implica una decisión grande. Esta no será una más. La profundidad de sus implicancias no deja margen para la indiferencia.
Por eso sería muy bueno que Mar del Plata tenga el debate que se merece. Como lo va a tener el país, como hace poco lo tuvo Sante Fe, como después lo tuvo la Ciudad de Buenos Aires. Mar del Plata también quiere y se merece decidir después de examinar.
Tres para el podio
Los tres candidatos a intendentes que tienen posibilidades ciertas de aspirar a ganar o a cosechar el 25 de octubre, comenzaron al día siguiente de las PASO a prepararse con vistas al 25 de octubre. Fiel a su estilo Gustavo Pulti, a primera hora de la mañana y, quizás sin dormir, salió con otro trabajador empedernido -Mario Dell'Olio, titular de OSSE- a inspeccionar obras y preparar inminentes licitaciones. El flamante ganador habitué al descanso así sea en plena sesión se tomó una semanita de descanso y Lucas Fiorini viajó al Tigre y a San Miguel para lucir un resultado que pondría, con algunas sumas, al Frente Renovador al alcance de alguna banca. Borracho de declaracionismo el titular del PAMI, Fernando Alí, comenzó una carrera que desde entonces se empecina en constituirse a través de incontenible verborragia en la esperanza blanca que arranca con el casi invisible 1,5 por ciento de votos que hasta noche se discutía en la Junta Electoral si eran realidad o si apenas oteaban desde abajo el umbral mágico del sexto puesto. En tanto Martínez del frente izquierdista sí lograba el acceso a la carrera de octubre y Pablo Farías y Alberto Rodríguez, peleaban con voracidad la imposible candidatura a intendente. Anoche se estaba confirmando que el ganador de esa pelea de preliminaristas sería el primero de los mencionados.
La preocupación llegó a Scioli
La naturaleza no le dio respiro a Daniel Scioli y completó el desasosiego producido por los esquivos números bonaerenses y las triquiñuelas de los caciques lugareños. En el 75 por ciento -poco más de la mitad- de los municipios cosechó un promedio de 8 por ciento de votos menos que los sumados por los propios intendentes. Lo que más le dolió al gobernador fue lo sucedido en los tres centros principales: En Mar del Plata, si bien venció al intendente, el resultado fue magro 31,3; en La Plata, un pobre 30,4 y un escuálido 24,9 en Bahía Blanca. Por eso entre viernes y sábado mientras Scioli cumplía con su agotadora agenda en el conurbano, su alfil político Alberto Pérez mantenía diversos encuentros en Mar del Plata con dirigentes y sectores locales, incluida la conducción del PJ e intendentes de la zona. Nuestra Quinta Sección es otra preocupación puntual. Manino Iriart que se alejó de la Secretaría de Seguridad Municipal reforzará el contacto y agendará las inquietudes zonales para su más rápida atención. En el área marplatense, tal vez le encomienden mediar en las rispideces que existen desde hace tiempo y que "la secta cheppista" -dixit el sociólogo serrano J.M. Rapacioli- trataba de disimular, pero que eclosionó en estos días que suelen ser propicios para pedir debate y plantear separaciones cuando en realidad lo que más duele es el queso que hasta ayer nomás fue goce placentero de la casa y de escasos convidados y hoy ya se considera perdido.
El tercero cincha y cincha
Llegó tarde y de apuro porque el anotado y con hándicap se mancó, pero como también sarna con gusto no pica, entró a darle con gusto. Y luego del 8.3 del 9 de agosto está más embalado que nunca, sueña llegar al 15 si los números de Sergio Massa lo ayudan un poco y no tallan las tijeras. Ya llevó ante sus jefes del Frente Renovador constancia de su actuación que está a la vista y otra que Lucas Fiorini también resalta: la conciliación lograda con la "Perón Vive" de Francisco Arcuri, Alvarito Franproyen y José Luis López, entre otros. No fue moco de pavo lograr armonizar allí, porque los choques previos fueron con dureza y para colmo el logro de la minoría que ubica a Arcuri en segundo lugar en la lista de concejales, le desacomodó los acuerdos internos con Mercedes Morro que había ubicado en ese lugar a Marcelo Viejo. Todo se arregló y ahora Fiorini tiene percherones a su costado para su cinchada de muy pocos puntos para arribar a logros significativos. Y sigue apretando para lograr el debate que lo ponga en la consideración masiva del electorado.
Cena para el álbum
Anoche según fuentes confiables, pero vaya a saber dónde estaba previsto el primer encuentro formal de Arroyo, seguro que acompañado de su hijo -cancerbero-, Emiliano Giri y Tato Serebrinsky con los cinco concejales de la UCR. El postre podría ser la explicación de Vilma Baragiola acerca de tanto corte de su boleta en favor de Massa y la cara que pondría Maxi Abad, el referente de Ernesto Sanz..., ¡bah!..., los radicales le dan ahora al sapo, como antes lo hacían los peronistas, dicen que la única diferencia es que los señoriales herederos de Alem e Yrigoyen se ponen guantes para coger al sapo...
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