Por Maxi Quinteros

Las PASO para gobernador en Mendoza dejaron al menos tres mensajes y una recomposición interna en el radicalismo mendocino. Por un lado, por primera vez en una década aparece un contrapeso a la hegemonía de Alfredo Cornejo en el partido. Por otro, en una semana tiene que estar definida la lista de diputados nacionales, lo que conlleva un problema para Cambia Mendoza: a quién ponen en el primer lugar.

De acuerdo con quién uno se junte, el panorama será distinto. Si es con el cornejismo, evitarán mostrar las costuras de una elección que no era la esperada y cuya perspectiva vislumbraron hacia la tarde del domingo antes del cierre de los comicios. Si es con los críticos, por más que la diferencia que sacó respecto a todos sus rivales le dé margen hacia septiembre, recalcan que los números no fueron buenos para Cornejo.

Como sea, mientras la Junta Electoral prepara los números definitivos de las PASO, lo concreto es que la cantidad de votos que recibió Luis Petri dan forma a un mensaje de advertencia hacia Cornejo. No sólo de aquellos anticornejistas, sino también de radicales descontentos con la forma en la que durante estos años el senador nacional ha construido poder, tanto en el partido como en la provincia.

Ese es el primer mensaje que dejó la elección y cuya reacción fue rápida y se vio durante la semana, cuando el Gobierno buscó incorporar a Petri y sus propuestas de seguridad al esquema de gestión.

Porque no es la única advertencia que recibió la UCR. El otro mensaje es el que captó Rodolfo Suarez. Hubo tres slogan contra su gobierno. Uno, del kirchnerismo, que le viene cuestionando a Suarez que está en modo siesta. Luego se sumó Omar De Marchi, que aseguró que la provincia está paralizada. Pero el que terminó pegando con más eficacia fue el de Petri.

En la última semana, sobre todo, cuando remarcó que los presos mendocinos comen mejor que los alumnos. En rigor, Petri mezcló peras con manzanas, pero el latiguillo funcionó en una audiencia descontenta en general con todo, principalmente, la economía. Hubo quejas internas, pero eso sirvió para comprobar que había tenido efecto, porque la piña más inesperada para el radicalismo vino desde adentro.

El tercer mensaje lo dio una foto de los intendentes y candidatos radicales del Este, el bastión donde el radicalismo domina en los departamentos más fuertes. Se consolidó con la victoria de Raúl Rufeil ante el regreso del peronista Jorge Omar Giménez; tiembla en Rivadavia por la amenaza de otro retorno, el de Ricardo Manzur por fuera de CM; pero no dejó lugar a dudas con un nuevo mandato de Mario Abed en Junín por la diferencia abismal que obtuvo.

Precisamente, la imagen la publicó el vicegobernador en sus redes sociales, ocupando el centro de la composición. Abed está dando una señal para consolidar un sector, el de los territoriales, que en estos cuatro años tratarán de competir en la interna hacia el 2027. Hay quien no descarta a Abed en ese horizonte, entre los números puestos a la gobernación.

Todo esto hace pensar en una reconfiguración del escenario del radicalismo que, como consecuencia, muestra que Cornejo -si finalmente gana- comenzará a tener contrapesos, tanto en la Legislatura como en el partido. Estará obligado a negociar. Ahí aparece un jugador que empujó en este armado con Petri. Se trata de Julio Cobos, en su rol de elector, lo que implica acompañar y tejer.

Cobos no sólo garantizó su imagen, sino que aportó la figura de la compañera de fórmula de Petri, la ex legisladora nacional Patricia Giménez, cuya carrera fue en ascenso desde que estuvo a cargo de las estadísticas provinciales en tiempos de Néstor Kirchner. A su vez, sentó a la mesa de Gerardo Morales a Marcos Calvente, el candidato de Marcelino Iglesias en Guaymallén. Y, por supuesto, mantiene una relación de años con Abed. El ingeniero jugó fuerte.

Esta recomposición interna en el radicalismo no excluye al propio cornejismo. Las PASO de abril y junio dieron forma a las figuras emergentes, incluso, aquellas no que no han competido pero asoman. La más rutilante ha sido la de Mauricio Pinti, que derrotó al operador Luis Majul en la interna por la intendencia de Maipú. Como perdió en la carrera a la gobernación, también tendrá que readaptarse Tadeo García Zalazar, que ya habría dicho que no quiere ir al Congreso y posiblemente esté en el gabinete de Cornejo -¿DGE? Muy temprano todavía-.

No compitió Jimena Latorre, pero ha crecido con su presencia. Con un discurso más enérgico que sus pares en la Cámara de Diputados de la Nación,incluso, según los observadores, desplazando a Pamela Verasay. Es una de las que termina mandato en 2023. ¿Renovará?

Finalmente, la lista para el Congreso que irá en la boleta del candidato/a a presidente es un problema en CM, porque no tiene una figura fuerte que traccione en esa compulsa, según la matemática electoral.

Petri ha dicho que no. Al menos en esta hora. Petri tiene una última expectativa: acompañar a Patricia Bullrich como compañero de fórmula, aunque lo aventaja Maximiliano Abad, el bonaerense que cierra más por el apoyo de los intendentes radicales de Buenos Aires y con el apoyo de Ernesto Sanz. “Todo es posible”, indicaron laderos de la ex ministra de Seguridad.

Por su parte, LP propuso a Giménez como diputada nacional, que puede quedar, en tanto el PRO mendocino ha pedido el segundo lugar. Todo esto se define en una semana.