La vicepresidenta se diferenció de la Oficina del Presidente y volvió a destacar el gobierno de Isabelita. Además, apuntó contra las políticas de Memoria, Verdad y Justicia de la democracia y las tildó de "memoria ideologizada".
Fue más allá de reclamar la "memoria completa". La vicepresidenta Victoria Villarruel, en su mensaje por el 24 de Marzo, reivindicó al gobierno de Isabel Martínez de Perón y al accionar de las Fuerzas Armadas que durante su mandato llevaron a cabo el Operativo Independencia y luego la derrocarían. En el comunicado, con omisiones históricas importantes, culpabilizó a las organizaciones guerrilleras por el golpe de Estado de 1976.
Con un breve comunicado a través de las redes sociales, la titular del Senado expresó su versión de los hechos en relación a la última dictadura cívico-militar. “Hoy recordamos una fecha que marca una época trágica para todos los argentinos: la interrupción del orden constitucional fogoneada por organizaciones armadas como Montoneros y el ERP, quienes agredieron con saña al gobierno democrático elegido por los argentinos”, comenzó el mensaje.
“Los terroristas amnistiados en 1973 continuaron desafiando a la Nación Argentina, atacando unidades militares, asesinando civiles, poniendo bombas y pretendiendo partir nuestro país al focalizar el conflicto en Tucumán”, apuntó Villarruel, y a continuación destacó el rol de Martínez de Perón: “La decisión de una Presidente constitucional y sus Fuerzas Armadas impidieron que se completara el asesinato del millón de personas prometido por el terrorismo marxista con el objetivo de instalar una dictadura interminable como la cubana”.
El mensaje de Cristina Kirchner contra el Gobierno por el Día de la Memoria: "Por más que quieran no van a poder"
En febrero de 1975, Martínez de Perón emitió el decreto 261/1975, que ordenó el Operativo Independencia con el objetivo declarado de “aniquilar el accionar subversivo” en Tucumán, donde el ERP tenía un fuerte arraigo. En el marco de ese operativo, el Comando General del Ejército, la Policía Federal y la Triple A cometieron delitos de lesa humanidad contra miembros de la guerrilla, gremialistas y civiles. Allí se instaló uno de los primeros centros clandestinos de detención y tortura, la Escuelita de Famaillá.
Un año después de la firma de ese decreto, Martínez de Perón intentó negociar un adelantamiento de las elecciones, dado que la crisis política y económica aumentaba. Sin embargo, las Fuerzas Armadas descartaron la vía democrática, voltearon su gobierno y la mantuvieron presa hasta 1981. “El 24 de marzo de 1976 comenzó un gobierno de facto que se extendió hasta 1983, todo esto hace casi 50 años. Absolutamente todo lo sucedido en ese período fue juzgado y castigado con una visión sesgada de la realidad de los hechos”, señaló Villarruel.
Villarruel sobre el período democrático: "La memoria ideologizada reemplazó a la historia"
Luego de esa acotada referencia al terrorismo de Estado, Villarruel, de larga militancia a favor de los genocidas, apuntó contra las políticas de Memoria, Verdad y Justicia de la democracia y señaló que “en estas largas décadas la memoria ideologizada reemplazó a la historia, convirtió a los uniformados en los únicos responsables y a quienes integraron las organizaciones armadas terroristas en víctimas. Y así el dolor se convirtió en un relato manoseado por aquellos que reivindican a quienes pusieron bombas, secuestraron y ensangrentaron el país con una revolución que ningún argentino quería. Sus 17.380 víctimas fueron ocultadas, desaparecidas de la historia en beneficio de un grupo de violentos que originó el dolor que nunca termina de cerrarse”, agregó la titular el Senado.
“En los últimos 25 años estuve con civiles indefensos sin ninguna asistencia del Estado, vi a hijos y nietos suicidarse ante la impunidad de Montoneros y el ERP, vi a familias de policías asesinados sobreviviendo en la pobreza, mientras sus victimarios se enriquecían. Vi a funcionarios que habían sido miembros de estas orgas cobrando millonarias indemnizaciones. Vi lágrimas e impotencia ante una política estatal que a los civiles y militares asesinados los eliminó de las páginas de la historia porque su sola presencia denunciaba los delitos sin justicia”, destacó Villarruel, fundadora de Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTyV).
“Casi 50 años después seguimos en una sociedad partida, llena de antagonismos como en los 70, por eso en este 24 de marzo mis pensamientos son para las víctimas del terrorismo que siguen esperando que el Estado las incluya y repare. También pienso en quienes cumplieron órdenes con convicción de que sus actos eran en defensa de la Patria, y que siguen siendo perseguidos y mantenidos prisioneros durante muchos más años que los jefes que impartieron las órdenes y decidieron la estrategia. Y también pienso en aquellos que sufrieron abusos por parte del Estado”, señaló, y concluyó: “Aprendamos de nuestra historia. Cerremos las heridas que siguen abiertas. Empecemos a vivir el presente y construyamos un futuro para todos”.
Comentá la nota