El ciudadano argentino está acostumbrado al aumento de precios en productos y servicios que se registran año a año e incluso mes a mes. Esto se debe, obviamente, a la constante inflación que perjudica a la economía nacional desde hace décadas y que corroe las finanzas de los hogares de los trabajadores.
Las prepagas a la cabecera de los aumentos
Uno de los grandes protagonistas en lo relacionado con el aumento de precios durante 2021, son los incrementos en las tarifas de las prestadoras de medicina prepaga registrados periódicamente y que continuarán a lo largo de este 2022.
Todo comenzó cuando, el último 29 de julio, la Resolución N°2125/2021 del Ministerio de la Salud de la Nación fue publicada en el Boletín Oficial. En virtud de ella se autorizó a todas las instituciones que se encuentran inscriptas en el Registro Nacional de Entidades de Medicina Prepaga (RNEMP) a aplicar aumentos generales, complementarios y acumulativos a lo largo del año.
Es importante tener en cuenta que anteriormente ya se habían aplicado aumentos del 3,5% en marzo de 2021 así como 4,5% en abril y 5,5% en mayo del mismo año sobre las tarifas de estas compañías. Posteriormente, la Resolución mencionada las habilitó a aplicar nuevos incrementos de la siguiente manera: 9% desde agosto de 2021, 9% desde septiembre de 2021 y 9% más a partir del 1° de octubre del mismo año. Asimismo, la decisión del Ministerio permitió un último tramo de aumentos que comenzó a regir desde el 1° de enero de este nuevo año, lo que llevó a que las cuotas de los planes privados de salud percibieran un ajuste interesante: en menos de una año -de marzo de 2021 a enero de 2022- el porcentaje de aumento fue de un 61,04%.
Los aumentos se dieron en un contexto de pandemia, justificándose en dicha circunstancia atento que “las entidades representativas del sector expresaron su preocupación por el estado crítico en que se encuentran la mayoría de los prestadores y enfatizado la necesidad de incrementar los valores retributivos que perciben por las prestaciones que brindan, a fin de paliar dicha situación y garantizar su continuidad” conforme lo expresa la propia Resolución.
Las empresas de medicina prepaga insistían en estos aumentos debido al hecho de encontrarse trabadas las negociaciones salariales con los trabajadores de la Sanidad, principalmente nucleados en Fatsa y Atsa. Al autorizarse esa cadena de incrementos, luego de varias medidas de fuerza y la imposición de una conciliación obligatoria, se arribó a un acuerdo con incrementos salariales en 4 tramos y la posibilidad de revisar en febrero de 2022, por lo que pueden esperarse nuevos aumentos para ese mes.
No obstante, a veces ha sucedido que los aumentos aplicados por las compañías, no siempre son percibidos por los destinatarios finales, esto es, los prestadores de dichos servicios. Por ello, la misma Resolución mencionada obliga a las entidades de medicina prepaga a realizar aumentos sobre los aranceles de las prestaciones médico asistenciales brindadas por los prestadores inscriptos en el Registro Nacional de Prestadores de la Superintendencia de Servicios de Salud, de la misma manera y con iguales porcentajes que las establecidas en el esquema de aumento de precio de las tarifas de medicina prepaga.
¿Cómo impactan estos aumentos en los bolsillos de las familias?
Lamentablemente, como suele suceder, los incrementos de los servicios acaban por superar a los aumentos percibidos en los salarios de las jefas y jefes de familias que, en este caso, optan por tener una obra social prepaga para proteger a sus integrantes. El impacto es importante si se valora que el sistema privado de salud abarca a 33 millones de personas en Argentina, es decir, a un 70% de la población total.
En realidad, las empresas de medicina son unas de las que más aumentos han aplicado a lo largo de los años. Entre enero de 2015 y diciembre de 2021 el incremento en las cuotas de estas entidades registró un acumulado de 788,82%, lo que es lo mismo que decir que sus precios subieron casi 9 veces su valor. Por ejemplo: si se toma como base un valor de cuota de $1.000 en 2014, en diciembre de 2021 la misma cuota saldría, al menos, $8.888.
Se estima que, en promedio, un plan básico para dos adultos y dos niños se acerca a los $20.000 aproximadamente, mientras que un plan premium supera los $58.000.
Copagos: idas y vueltas
En virtud de las tensiones generadas entre los prestadores de salud, empresas de medicina prepaga y el Ministerio de Salud, la última semana de diciembre la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS) había anunciado el cobro de una especie de copago del 9% para todos los usuarios de las prepagas. Esto se debía al hecho de que aquellas habrían comunicado la imposibilidad de cumplir con la última escala de aumento prevista para este mes, a pesar de su obligatoriedad dispuesta por la resolución ministerial.
A los fines de regularizar la situación, se realizó una reunión entre autoridades del Ministerio de Salud de la Nación y de la Superintendencia de Servicios de la Salud y representantes de prestadoras privadas de la salud dejando finalmente sin efecto la aplicación de dicho copago ratificando, sin embargo, la plena vigencia de la Resolución 2125/2021, por lo cual, si bien el pago adicional del 9% no le sería cobrado a los usuarios, sí resultó aplicable el aumento del 9% previsto originariamente.
Qué esperar para este 2022
Resulta bastante probable que, para este año que comienza, se esperen nuevos aumentos relacionados con este rubro. En primer lugar porque, como ya se mencionó, en febrero habrá paritarias, por lo que en dicho mes se estima que el aumento salarial no sea menor al 10%.
En segundo lugar, porque el propio panorama nacional indica que la inflación no va a dar respiro, por lo que los servicios de salud no quedarán exentos de este aumento constante y generalizado de precios. Según el informe Relevamiento de Expectativas de Mercado publicado por el Banco Central en diciembre, los principales analistas de mercado proyectan una inflación minorista para 2022 que se ubicará en 54,8%.
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