El 19 de agosto, la moneda extranjera cotizaba $1.400 en los comercios. Hoy retrocedió a $1.310, lo que representa una caída del 6,42%.
El "dólar supermercado" comenzó a implementarse en cadenas mayoristas hace poco tiempo, permitiendo pagar con el billete verde en cualquier condición. Sin embargo, a menos de un mes de su lanzamiento, el tipo de cambio ofrecido por este sistema ha sufrido una baja significativa.
La propuesta fue oficializada el 19 de agosto, cuando la cotización en la cadena Diarco se ubicaba en $1.400, superando al blue, que cerraba en $1.350. Hoy, el "dólar supermercado" se cotiza a $1.310, lo que representa una caída del 6,42%. En paralelo, el "informal" ha bajado 6,29% (concluyó este viernes a $1.265).
Bajo estas circunstancias, a medida que el dólar paralelo baja, las cadenas mayoristas ajustan sus cotizaciones para mantenerse competitivas. Esta dinámica obliga a las empresas a seguir de cerca las fluctuaciones del mercado cambiario para ofrecer un tipo de cambio acorde a la situación.
El "dólar supermercado", que inicialmente se adoptó en Diarco y luego se extendió a otros establecimientos, ofrecía un tipo de cambio superior al blue, y buscaba captar tanto a comerciantes como a consumidores finales, brindando una ventaja para quienes querían utilizar sus billetes, incluso si estos estaban rotos, manchados o arrugados.
La estrategia fue diseñada para atraer divisas que no eran aceptadas en bancos, lo que permitió a las cadenas mayoristas captar clientes que buscaban alternativas de pago. Incluso, especialistas del sector consideraron que este mecanismo resultó una opción interesante para captar un segmento del mercado que disponía de dólares en condiciones no óptimas.
Además, la posibilidad de abonar con billete extranjero coincidió con un contexto económico complicado, marcado por la alta demanda de dólares y la caída en el consumo interno.
No obstante, aunque la baja del "dólar supermercado" está en línea con la caída del blue, la sostenibilidad de esta estrategia dependerá de cómo evolucionen las condiciones económicas.
Mientras la brecha entre ambos tipos de cambio no sea significativa, el "dólar supermercado" seguirá siendo una opción viable para los consumidores. Mantener la competitividad será su principal desafío.
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