La presidenta desde Maipú inauguró la UDI Metraux y anunció el inicio de la construcción de la represa Los Blancos con empresas y mano de obra mendocina.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner desde la localidad Fray Luis Beltrán, en Maipú, para inauguró la Unidad de Diagnóstico Intensivo (UDI) del hospital Metraux. Allí mismo, y por cadena nacional, anunció la firma del inicio de obras de la represa Los Blancos. Por su parte, señaló que Malargüe tendrá su gasoducto.
La mandataria detalló que este centro de salud, va a permitir atender a las personas gracias al fondo solidario de la soja. "Un gobierno nacional decide compartir con el resto de los argentinos, un derecho como lo es la exportación con los 40 millones de argentinos", informó.
También hizo referencia a las obras que se están realizando en la ruta 40 en territorio mendocino e indicó que la concreción de las obras, depende de "que los argentinos piensen que están en sus manos que se terminen las obras que estuvieron paralizadas tantos años", en clara alusión a las elecciones.
Por su parte, en cuanto a la represa Los Blancos, indicó que "va ser referencia de la matriz energética con empresas y mano de obra mendcina. Como dijo Pérez, se concreta un sueño de allá por el año 1966 donde comenzaron con este sueño. Los reconozco por los pelos blancos, no porque sé quiénes son, sino por la apariecia. Son cuestiones que deberíamos haber hecho y no se podían hacer".
"Los comprendo no sólo como presidenta, sino como mujer de la argentina profunda. Como por ejemplo que ya estamos en el inicio de las represas Néstor Kirchner en Neuquén", señaló.
La mandataria también hizo referencia a la campaña contra la violencia de género #Niunamenos y dijo que "además de rezar hay que militar para que se cumplan las políticas públicas para erradicar la violencia de género".
En defensa de su gestión de Gobierno y tras advertir que "nadie" le "puede dar lecciones de cómo hacer crecer la economía".
La mandataria aseguró que "hay algunos que se hacen los otarios" y otros creen que "nosotros somos los otarios". Pero, advirtió, "los argentinos hace rato que dejamos de chuparnos el dedo".
La jefa de Estado planteó a los argentinos que "el destino está en sus manos" para "terminar" obras y volvió a exhortar a los candidatos oficialistas y de la oposición a que expliquen a la sociedad "qué piensan" hacer en materia de políticas públicas y cuál debe ser el rol del Estado.
"El Estado son los 40 millones de argentinos y el rol del Estado es fundamental. Quiero escuchar a cada uno de los argentinos, propios y extraños, que aspiran a ocupar el lugar que yo ocupo, sobre qué piensan hacer del Estado y las políticas públicas", enfatizó.
Escoltada en el escenario por Francisco Pérez, la fórmula a la gobernación Adolfo Bermejo y Diego Martínez Palau; el ministro de Economía, Axel Kicillof, y, más atrás por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y funcionarios nacionales y provinciales, la Presidenta abogó para que su sucesor tenga el "corazón en todo el país para seguir creciendo".
"Cualquiera sea su condición social, cualquiera sea su pensamiento político, cualquier sea su identidad histórica, que sepa que aunque hay una Casa Rosada que está ubicada en el puerto de Buenos Aires, tiene que haber un Presidente con el corazón en todo el país para seguir creciendo", manifestó.
"Podemos jactarnos de haber conciliado y articulado el rol del trabajador junto al rol de capital para construir un país y hacer crecer la Nación", destacó.
Luego, sin identificarlos, reprochó a sectores políticos que "cuando les tocó gobernar hicieron mal los números" y enfatizó el "crecimiento" del país alcanzado durante su administración a la cual, dijo, no solo le "cierran" las cifras sino también "el balance social". "Cuando no nos quieren hablar de números desde otros lugares de la política es porque cuando les tocó gobernar hicieron muy mal los números", acusó.
Por último, dijo que "no quiero irme de Mendoza sin antes comprometerme con una obra que vamos a realizar en Malargüe. La diputada Anable Fernández Sagasti me dijo cuando llegué que de Malargüe sale el gas para otros lados pero el departamento no tiene gas. Vamos hacer que Malargüe tenga gas. Ese es el rol del Estado, llegar a cada rincón de la nación para que todos los argentinos, cualquiera sea su identidad tiene que haber un presidente con el corazón en todo el país", culminó.
Cristina Fernández destacó hoy el crecimiento de la industria vitivinícola mendocina y lo ejemplificó en los "cambios" del "consumidor", que antes tomaba vino en "damajuana" y, ahora, "vinos premium".
"El Malbec es un emblema e ícono nacional como el bife de chorizo, el último año se exportaron 486 millones de dólares de Malbec, más del 50 por ciento de los 845 millones en materia de exportación", sostuvo la mandataria durante un acto transmitido por cadena nacional en Mendoza.
En este sentido, destacó que "ha habido un cambio en el consumidor", que "ha mutado del vino de mesa de damajuana que teníamos antes cuando éramos chicos", que en su caso, recordó, se llamaba "El Montonero".
"La gente cambió y ahora toma otras bebidas", dijo Fernández de Kirchner y resaltó que "comenzó otra industria: los vinos Premium".
"Hoy, mendocinos, tienen el orgullo de ser acreedores de los mejores premios internacionales en materia de vinos premium y el Malbec es una marca argentina en el mundo", celebró.
Por su parte, el gobernador Francisco Pérez habló ante una multitud en el acto minutos antes que la presidenta se dirigiera por medio de cadena nacional. Entre el repaso las obras que se han realizado en estos años que ha sido gobernador, que "hoy iniciamos la obra de Los Blanco, con empresa y mano de obra mendocina".
"Esto no son solo números, hay familias y trabajo. Hemos recuperado, la dignidad y la movilidad social, vamos a seguir luchando", señaló Pérez.
En alusión a las elecciones, indicó que se viene "tiempo de decisiones, frente a los que quieren el ajuste, trabajemos con amor, lealtad, energía".
La mandataria arribó anoche a Mendoza y fue recibida por el gobernador Francisco Pérez, el candidato a gobernador Adolfo Bermejo y su compañero de fórmula, Diego Martínez Palau.
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