La semana pasada, la provincia de Mendoza consiguió la adjudicación de 7 proyectos de energía renovable en la segunda etapa de la licitación del plan RenovAr. Con estos son 11 los proyectos en total, ya que deben sumarse a los de energía hidráulica y térmica, obtenidos en la primera etapa.
Si bien los proyectos tienen dos años para concretarse, al finalizar su ejecución Mendoza habrá sumado más de 220 Mw, un volumen superior al que puede generar la presa Potrerillos, aumentando la capacidad de ofrecer infraestructura pensando en el desarrollo de nuevos proyectos industriales.
Según la información oficial, el proyecto de energía eólica será desarrollado en El Sosneado, con una capacidad de generación de 50 Mw, mientras que los de energía solar fotovoltaica estarán localizados en General Alvear (20,28 Mw); La Paz (15,97 Mw); Anchoris (24,49 Mw); Lavalle (20,28 Mw); Luján de Cuyo (24,42 Mw) y Palmira, en el PASIP (1,68 Mw).
Los proyectos fueron adjudicados a la empresa estatal Emesa, quien se asociará con empresas canadienses, para los proyectos de energía solar. Estas empresas son S2E, Grupo Nila y Power Corp Canada. Además una de estas empresas estaría evaluando la posibilidad de instalar en la provincia una fábrica de paneles solares, lo que agregaría valor adicional a la generación de energía. Para la planta de energía eólica aún no hay empresa designada.
El gobernador Cornejo, en una entrevista con Radio Mitre Mendoza, dijo el viernes que seguramente todos los proyectos contarán con financiamiento del exterior, cuyo costo es más bajo que en el mercado local.
El mandatario destacó, además, que para lograr esta adjudicación debieron negociar con la Nación para que se diera prioridad a los proyectos que tienen componentes locales, porque es una forma de impulsar desarrollos industriales y de servicios, potenciando la generación de un cluster energético.
Ha sido muy importante conseguir comenzar con estos proyectos ya que, además, todos tienen la posibilidad de agrandarse a medida que la unidad de negocios se vaya consolidando. La posibilidad de fabricar las placas fotovoltaicas en la provincia permitirá tener escala abasteciendo a otras provincias, exportar e, incluso, alimentar la demanda que se pueda generar para la pequeña generación domiciliaria.
Es una buena noticia pensando en futuro, ya que la disponibilidad de recursos energéticos propios será una base de infraestructura para la atracción de inversiones.
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