Sólo unas 300 personas se concentraron en el microcentro de la capital provincial. Los tibios reclamos se replicaron en otras ciudades del país.
Sólo unas 300 personas se manifestaron en la convocatoria conocida como 8A, que se canalizó a través de las redes sociales y que se replicó en las principales ciudades del país.
Los manifestantes, con cacerolas y pancartas, llevaron diferentes cuestionamientos a las políticas implementadas por el Gobierno nacional y provincial. Las leyendas apuntaron a temas muy diversos, como "Defender la Constitución" y "Con la Justicia, no".
Otros, en cambio, hicieron mención a temas actuales como la polémica generada por la llegada a las escuelas de la provincia de historietas con alto contenido sexual y de violencia. Por eso, algunos manifestantes le pidieron, irónicamente, "un cacho de cultura" al Gobierno.
También hubo críticas a la polémica relación entre la Nación y Monsanto, la multinacional de semillas y agroquímicos más poderosa del mundo. Y los ambientalistas estuvieron presentes con su infaltable reclamo de "El agua vale más que el oro".
Escasa adhesión al cacerolazo en todo el país
La convocatoria al cacerolazo realizada hoy en la Ciudad de Buenos Aires y otros puntos del interior del país contó hoy con una escasa participación de la ciudadanía, en comparación con las protestas del 13 de septiembre y 8 de noviembre de 2012, así como el 18 de abril de este año.
Pasadas las 20, los manifestantes comenzaron a llegar a distintos lugares como la Plaza de Mayo, el Obelisco, la Residencia de Olivos, las esquinas de Cabildo y Juramento, Acoyte y Rivadavia y la zona céntrica de ciudades como La Plata Rosario, Salta y Córdoba, entre otras.
A tres días de las elecciones primarias, en la Plaza de Mayo, los participantes hicieron un minuto de silencio en homenaje a las víctimas por la tragedia de Rosario, sucedida el último martes.
El cartel mas frecuente fue "Basta de corrupción" y, más duro, otro versaba "2003-2013 Década afanada" o "Por una Argentina sin mafia", que llevaba la firma de la ONG La Alameda.
Un grupo de manifestantes, a metros de la Casa Rosada, cantaban "en Argentina hay una banda de delincuentes, que explota pibes, trafica gente y el gobierno que no defiende".
La alusión al Papa Francisco fue permanente, como una pancarta que hacía referencia a que "Tenemos un Papa argentino, queremos un gobierno argentino", o bien la imagen del Sumo Pontífice con la frase "Paz y Justicia" al pie.
Solo se pudo observar la presencia del precandidato a diputado nacional por el Partido FE en la Ciudad, Gerónimo "Momo" Venegas, el dirigente del Movimiento Independiente de los Jubilados y Pensionados Raúl Castells; y el dirigente rural Mario Llambías.
Mientras se desarrollaba el cacerolazo, la Casa de Gobierno mostraba un panorama de soledad por la ausencia de la mayoría de los funcionarios de primer nivel. Para el momento en que la gente se concentraba frente a la Rosada, sólo se encontraban en sus despachos el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.
En tanto, en el Obelisco la agrupación "La Solano Lima" ubicó una pantalla gigante donde se proyectaron videos con consignas antikirchneristas y también había una jaula con barrotes que simulaba una celda de prisión, que albergaba a dos personas con máscaras de Néstor y Cristina Kirchner.
"Hay que ganarles", decían varias de las banderas pintadas con aerosol que cubrieron la zona, aunque no hubo mayores referencias a las próximas elecciones, sino que el mensaje estaba centrado contra la corrupción y por más seguridad y justicia.
La Residencia de Olivos fue uno de los primeros lugares en recibir gente, que se acercó por la entrada de la avenida Maipú con banderas argentinas y pancartas, y que entonó el himno nacional, como sucedió en otros puntos de la protesta. Como medida de prevención, la Policía Federal dispuso un fuerte operativo alrededor del Congreso y ubicó un vallado perimetral pero casi no se reunieron ciudadanos en la zona.
En Rosario, hubo un grupo que se congregó en el Monumento a la Bandera, con carteles, cacerolas y velas, que se solidarizaron con los damnificados por la explosión del edificio y portaron una bandera que señalaba "Basta de muertes evitables". En tanto, en La Plata hubo una convocatoria en la sede del Palacio Municipal ubicada en la calle 12, entre 51 y 53, y allí se repitieron los reclamos contra el Gobierno, tras la inundación que afectó la zona en abril pasado. "Los muertos de la inundación siguen escondidos" e "Inundados, indignados por la falta de justicia", decían algunos de los carteles de los ciudadanos que también llevaron banderas argentinas, aunque no de partidos políticos.
También hubo protestas en Córdoba capital, en la zona del shopping Patio Olmos, y en Salta, frente a la sede de la Legislatura local, se informó. .
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