La crisis que atraviesa el hospital está teñida por actores que no pertenecen al distrito y eso afecta algunos posibles acuerdos, más allá de lo que se ha avanzado en las negociaciones.
Desde hace unos meses los profesionales de la salud y personal del Hospital Larcade están en pie de lucha reclamando aumento de sueldos y mejoras laborales. El conflicto escaló y se produjeron hasta manifestaciones frente a la municipalidad exigiendo respuestas. Y si bien hubo avances en algunos pedidos la aparición de dirigentes (Vilma Ripoll) que representan a sectores políticos y de actores que no pertenecen al distrito hicieron sonar las alarmas.
Sobre este hecho puntual, Jaime Méndez, intendente de San Miguel, dijo que para él «es fundamental brindar un buen servicio de salud» y que para eso «es imprescindible tener un buen plantel de médicos, enfermeros y administrativos».
A ello, agregó que «el reclamo en el Larcade tiene planteos razonables que ya hemos solucionado y otros más históricos que llevan más tiempo solucionar, que tienen que ver con cuestiones sindicales o políticas». Por eso, advirtió que hay que «estar atentos a lo que plantean y atenderlo como lo estamos haciendo y distinguir lo que son marchas políticas y que se mezclan con otros intereses».
Consultado sobre por qué cree que se mezcló la política partidaria en ese reclamo, Méndez fue claro: «Lamentablemente, en el país estamos acostumbrados a que esas cosas ocurran. Aparecen actores que no son del distrito, Es un año electoral y hay mucha puja permanente política e ideológica y cada conflicto se potencia»concluyó.
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