Un informe del Tribunal de Cuentas pone de relieve los retos y oportunidades de la gestión de residuos peligrosos en la UE
El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) ha publicado un Informe sobre las medidas adoptadas por la UE para hacer frente a la creciente cantidad de residuos peligrosos. La revisión arroja luz sobre los retos actuales y futuros en el tratamiento de los residuos peligrosos, incluida la mejora de la clasificación, la garantía de la trazabilidad, el aumento del reciclado y la lucha contra el tráfico ilegal.
Claudia Mensi, Presidenta de la FEAD, ha declarado que "con motivo de la publicación del Tribunal de Cuentas Europeo, la Asociación Europea de Gestores de Residuos FEAD acoge con satisfacción y destaca su llamamiento a mejorar las tecnologías y capacidades de reciclado para hacer frente a las crecientes cantidades de residuos peligrosos y apoyar la autonomía estratégica de la UE. La FEAD añade a esta reivindicación que son cruciales una clasificación correcta, incentivos para la recogida (selectiva) de residuos y un mejor tratamiento de los datos. El sector europeo de los residuos está a la vanguardia de la innovación, la seguridad y las prácticas de gestión respetuosas con el medio ambiente, y trabajamos cada día para lograr los mejores resultados.
FEAD hace las siguientes observaciones a la Revisión del TCE:
El aumento de la generación de residuos peligrosos va generalmente de la mano del desarrollo del producto interior bruto real. Además, el desarrollo de la legislación en materia de gestión de residuos, la mejora de los informes y la introducción de nuevas propiedades y clases de peligrosidad han dado lugar a un mayor número de residuos clasificados como peligrosos a lo largo de los años, lo que explica un mayor aumento de los residuos peligrosos en relación con el total de residuos. Además, las tendencias actuales de urbanización, digitalización y electrificación de nuestras industrias y sociedades seguirán aumentando las cantidades de residuos peligrosos.Los agentes económicos pueden evitar la producción de residuos peligrosos cambiando la forma en que diseñan y fabrican los productos. Para lograr una transición real hacia una economía circular, todos los productos deben diseñarse y fabricarse maximizando su reciclabilidad y teniendo en cuenta los aspectos de la gestión de residuos y la posterior valorización de los materiales reciclados. FEAD apoya los requisitos de ecodiseño que persiguen la verdadera desmontabilidad y reciclabilidad de los productos mediante objetivos y el uso de normas obligatorias para los productos, incluyendo en la medida de lo posible materiales reciclados, y reduciendo o eliminando gradualmente las sustancias químicas nocivas. Sin embargo, incluso cuando algunas sustancias están prohibidas o fuertemente restringidas en los procesos de fabricación, seguirán estando presentes en los residuos, también después de muchos años, dependiendo del ciclo de vida de los productos.La Revisión señala que clasificar y rastrear adecuadamente los residuos peligrosos podría ayudar a evitar tratamientos inadecuados y atajos ilegales, y observa que los residuos peligrosos se clasifican de forma diferente en los distintos Estados miembros. La FEAD hace hincapié en que una clasificación correcta es clave para una gestión adecuada de los residuos y subraya la necesidad de intensificar los esfuerzos para armonizar la legislación comunitaria aplicable. En la actualidad, las obligaciones y condiciones a las que se enfrentan los gestores de residuos en cada Estado miembro varían, lo que contribuye a que las condiciones sean desiguales en distintos aspectos (por ejemplo, la competencia a la que se enfrentan los operadores, la severidad de la aplicación, las categorías de residuos, los requisitos de registro, los métodos de almacenamiento y recogida, etc.).FEAD ha promovido firmemente la aplicación de medios digitales, especialmente en relación con el Reglamento sobre el traslado de residuos (RTR). Esto aumenta la eficiencia y la transparencia de los procedimientos y permite una mejor trazabilidad. Para poder aplicar el mejor tratamiento de gestión de residuos, es esencial disponer de información sobre las sustancias preocupantes. Por ello, cualquier producto comercializado en la UE debe ir acompañado de una divulgación completa de dicha información y de una declaración sobre cómo puede (y debe) tratarse el producto de forma segura al final de su vida útil. FEAD aboga por que el papel de los gestores de residuos se tenga suficientemente en cuenta en el nuevo Reglamento de Ecodiseño de Productos Sostenibles (ESPR) en lo que respecta a los requisitos de información que deben divulgarse y el acceso al Pasaporte Digital de Producto. No obstante, teniendo en cuenta las experiencias actuales con la base de datos SCIP, las herramientas digitales que en principio son positivas y útiles también tienen que ser prácticas de utilizar, teniendo en cuenta la realidad de la gestión de residuos que maneja grandes tonelajes a granel y en la que un flujo de residuos se compone de diferentes tipos de productos.La Revisión considera que la prohibición de todos los traslados intra y extracomunitarios de residuos para su eliminación, que la Comisión propuso en 2021, podría contribuir aún más a limitar el tráfico ilegal de residuos peligrosos. Como se explica en la Revisión, el tráfico de residuos implica generalmente clasificaciones erróneas (como mercancías no peligrosas o usadas) o la dilución y el vertido ilegales de residuos.
Para incentivar y mejorar el reciclado de aceites usados, la FEAD aboga por establecer objetivos de recogida y regeneración, mientras que se necesitan medidas adicionales para crear y garantizar una demanda fuerte y estable de estos aceites regenerados. En situaciones concretas, en las que la presencia o la distancia de una re-refinería suponga una barrera para el reciclaje de aceites usados, los incentivos económicos podrían tomar el relevo para compensar la competitividad de la incineración alternativa.
Las cifras de eliminación son elevadas en el caso de los residuos peligrosos, pero hay que tener en cuenta que el principal objetivo a la hora de tratarlos es eliminar los riesgos para la salud humana y el medio ambiente, lo que significa que las actividades de eliminación son pertinentes e incluso obligatorias en determinados casos. Las cifras no muestran una gran desproporción en relación con las estadísticas globales de residuos, donde las tasas de eliminación en 2020 ascienden al 40,9% para todos los residuos y al 53,3% en el caso de los residuos peligrosos. Los datos de reciclado de residuos peligrosos igualan la tasa de reciclado global (38,5% para los residuos peligrosos y 39,9% para todos los residuos). No obstante, la financiación de proyectos puede ayudar a desarrollar tecnologías de reciclado y descontaminación para flujos de residuos peligrosos y CRM que actualmente son técnicamente imposibles de reciclar a gran escala o de forma económicamente viable. La taxonomía de la UE también es clave para desarrollar tecnologías de reciclado de residuos peligrosos, así como capacidades de incineración de residuos peligrosos no reciclables.
En conclusión, FEAD da la bienvenida a la Revisión del Tribunal de Cuentas Europeo y subraya la necesidad de una industria especializada para gestionar los residuos peligrosos, la necesidad de mejorar las tecnologías y capacidades de reciclaje, así como la importancia de las reglas de clasificación y su armonización.
Luis Palomino, Presidente del Comité de Residuos Peligrosos de FEAD y secretario general de ASEGRE, ha declarado lo siguiente, "La clasificación es una cuestión de seguridad para nuestras plantas. Los residuos peligrosos no pueden ser una caja negra y necesitamos que el productor nos diga qué contienen para tratarlos con seguridad, que es el principal objetivo de la gestión de residuos peligrosos.
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