El mejor momento de Milei, entre el favor ajeno y la bengala de la crisis que no se apaga

El mejor momento de Milei, entre el favor ajeno y la bengala de la crisis que no se apaga

Festeja la tregua financiera y los efectos fugaces del blanqueo. Su imagen se recuperó en octubre y la oposición trabaja para él. Caputo y la promesa de pagar su deuda con el sacrificio ajeno.  

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DIEGO GENOUD

 

Primero la vida y después Javier Milei le dieron a Luis Caputo una segunda oportunidad. El ex jefe de trading de JP Morgan para América Latina vivió en Washington una semana que superó sus propias expectativas. La revista LatinFinance lo consideró “el mejor ministro del mundo” y Kristalina Georgieva arriesgó que se trataba de un premio merecido. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional aseguró que en el organismo están muy felices con los indicadores económicos del plan Milei. La caída del riesgo país por debajo de los 1000 puntos, la reducción de la brecha cambiaria en torno al 20%, la acumulación de reservas producto del blanqueo de capitales y la desaceleración de la inflación que en octubre podría ser menor a 3% sostienen el optimismo oficial. ¿Es un escenario estable como promete el gobierno o la calma que precede al huracán, como sospechan los escépticos a los que Milei reduce a econochantas?  

Algo es seguro: si pudiera elegir, el ex panelista se quedaría a vivir para siempre en la foto del presente, a sus 54 años, en una fiesta que se extiende bastante más de lo que se preveía. Con este equilibrio económico precario y las tribus de la oposición tomadas por las tensiones internas, si la sociedad aguanta, el oficialismo podría ganar una fortaleza inédita en el Congreso el año que viene y prescindir de la incómoda sociedad con Mauricio Macri. Lo muestra un muy interesante trabajo de proyección electoral que hizo el politólogo Pablo Salinas. De acuerdo con sus datos, La Libertad Avanza es el único bloque que va a crecer fuerte en las legislativas del año que viene. Si repitiera la performance de las PASO o las generales de 2023, el partido de Milei ganaría entre 32 y 36 diputados y llegaría a tener una bancada de entre  71 y 75 miembros, casi el doble de la de hoy. 

En un escenario polarizado como el que propicia Santiago Caputo, Milei podría obtener el tercio del bloqueo sin depender de nadie. Algo similar puede pasar en el Senado, donde LLA no arriesga ninguna banca y podría duplicar el número actual, un crecimiento que acotaría además el margen de maniobra que hoy tiene Victoria Villarruel para contradecir a los hermanos de gobierno. La conclusión de Salinas es contundente: Milei tiene nulos incentivos para acordar una alianza con el PRO de Macri en 2025. Ese grado de polarización obligaría a replantear la estrategia del PRO pero también de la UCR porque serían las principales víctimas del avance de la extrema derecha: perderían 38 diputados entre los dos. 

El problema para los Milei es que falta un año para las elecciones, un período de tiempo que puede volverse interminable para la sociedad ajustada y también para el gobierno si sus profecías son desmentidas por la realidad.. En medio de la fiesta que transmite en loop, Milei cree que puede apagar la bengala de la crisis con discursos, insultos y selfies de pulgares arriba. 

El mercado compra y tiene razones. En lo que va del año, la ganancia que generó el carry trade fue en promedio de 32% en dólares. La consultora Epyca muestra que se trata del nivel más alto desde 2003 y es todavía mayor si se tiene en cuenta la caída general en el nivel de actividad en la producción. Durante la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, Caputo aseguró que ya tiene la plata para cancelar parte de la deuda que él mismo contrajo y el Frente de Todos renegoció durante su interregno en el poder. Lo mismo le transmitió a los fondos de inversión con los que tiene un grado de intimidad inigualable. Entre los actores de Wall Street que inciden en la política del Fondo, se expandió la convicción de que, después de haber agotado el crédito universal con Macri, Caputo va a pagar lo que debe con Milei. No es que el ex trader haya iniciado una nueva vida, arrepentido de sus pecados recientes ni que sea capaz de generar tranquilidad por sí mismo. El garante de que el gobierno argentino va a privilegiar a los acreedores externos es el líder de la extrema derecha que descargó un ajuste brutal sobre la sociedad argentina. Milei lo explicitó en la cadena nacional en la que anunció el presupuesto 2025 y la Argentina política le da crédito. La motosierra selectiva, la plasticidad y extravío del sistema político que lo acompaña y la relativa anuencia social a su plan favorecen el optimismo de los fondos de inversión. 

A eso se suman concesiones formidables como el decreto 846/2024 de setiembre pasado, que liquidó el artículo 65 de la Ley 24.156, de Administración Financiera, y mejoró las condiciones para los bonistas de cara a una nueva reestructuración de deuda en moneda extranjera. Mientras el artículo 65 que aprobó el Congreso establecía que en toda operación de deuda pública deben mejorarse dos de las tres condiciones del endeudamiento -la tasa de interés, el principal adeudado y los plazos de vencimiento-, Milei y Caputo eliminaron esos requisitos para facilitar un canje a medida de los acreedores externos. En Wall Street, se lo agradecen. 

Sin contar la deuda con los organismos internacionales, Argentina tiene que cancelar nada menos que 14 mil millones de dólares el año que viene. Pero entre los fondos y bancos de inversión, apuestan a que Caputo encuentre la manera de afrontar los vencimientos de capital en enero y julio. ¿Cómo? Dos posibilidades se destacan: el Repo de un grupo de bancos que le pueden entregar un préstamo de corto plazo con enormes exigencias al gobierno o un nuevo programa con el Fondo si Donald Trump gana las presidenciales la semana que viene y obliga al organismo a postergar sus exigencias para beneficiar a Milei, como lo hizo con su amigo Macri. Deuda para pagar la deuda.   

Con el compromiso de pagar en base al sacrificio social, Caputo busca redimirse con el mercado. Los mismos fondos de inversión que después del fracaso de Macri dejaron de atenderle el teléfono hoy quieren cobrar y no están dispuestos a darle nada al mejor ministro de economía del mundo. Esperan en cambio que el Fondo le vuelva a prestar a la Argentina de Milei. 

En su último informe, Emmanuel Alvarez Agis coincide en parte con Caputo y Milei. Dice que LLA está atravesando su mejor momento desde que asumió el gobierno: la brecha, el riesgo país, la inflación de octubre puede empezar con un “2” y la actividad, que comienza a mostrar signos de recuperación. Pero marca que la situación actual es insostenible porque el dólar planchado pone en riesgo el esquema económico. “Períodos en los cuales el peso se fortalece y la inflación baja abundan en el pasado reciente”, dice. La diferencia, sostiene, es que esta vez Milei lo hace sin dólares.

Ninguna salida es sencilla, advierte el ex viceministro de Axel Kicillof, porque la unificación del tipo de cambio atenta contra el capital político del presidente y posponer las definiciones para después de las elecciones, lo que se propone Milei, es todavía más riesgoso y eleva las chances de entrar en un período de estrés financiero.

Ya hay datos de que el esquema cruje. El superávit comercial de 15 mil millones de dólares que el gobierno logró en lo que va del año empezó a resentirse en septiembre porque el derrumbe interanual de las importaciones -su gran causa- fue el más bajo del año (-8,8%). La incipiente recuperación es un problema para un plan adicto a la recesión. 

En lo político, un año después de haber logrado el pasaje al balotaje frente a Sergio Massa, Milei se ve beneficiado por la misma descomposición del sistema de partidos que lo catapultó a la Casa Rosada en tiempo récord. Cuenta con el favor de los goberandores colaboracionistas de Juntos y el peronismo. Con la visita a Olivos, Osvaldo Jaldo, Raúl Jalil y Gustavo Sáez se aseguran un lugar en la historia como abonados al plan de ajuste de la ultraderecha: imaginan un peronismo opositor por muchos años o uno construido a imagen y semejanza de LLA sobre las cenizas del viejo kirchnerismo. Nadie puede a esta altura esperar otra cosa.

La novedad, que también parece parte de un guión escrito por Milei, es la novela de las elecciones en el PJ y la frialdad escénica que marca la relación de Cristina Fernández de Kirchner con Axel Kicillof. Con un final impredecible, la interna en el peronismo favorece la ofensiva de la extrema derecha y genera tensiones que no será fácil disipar. La mayor parte de la dirigencia dedica energías y esfuerzos inimaginables a una disputa prematura  y alejada de las prioridades  sociales, en la que no se advierten diferencias programáticas. No solo eso. 

La confrontación interna genera problemas en el funcionamiento de los bloques de Unión por la Patria en el Congreso. La decisión de los jefes de las bancadas Jose Mayans y Germán Martinez de apoyar la candidatura de Cristina dejó un tendal de heridos en el frente pro-Quintela. “Esto está haciendo temblar los bloques”, dicen del lado del gobernador de La Rioja y no descartan incluso nuevos desprendimientos si no hay una salida ordenada.

Como si fuera poco, Milei se beneficia además de un cisma radical que el nuevo bloque de Facundo Manes y Martin Lousteau no hizo más que explicitar. El radicalismo está partido hace mucho y parece un archipiélago de proyectos individuales. 

Que el presidente gana aire es más que una premisa que surge de advertir los datos de la superficie. Las mediciones que realiza de manera permanente Sebastian Galmarini registraron en los últimos 20 días un repunte de Milei. Después de dos meses en picada, con mayor imagen negativa y menor adhesión, el cuñado de Sergio Massa confirmó una mejora en las mediciones. Las variables se cruzaron otra vez, pero ahora en favor del ex panelista. De acuerdo a los datos de la consultora Inteligencia Analitica, de Galmarini y Marcelo Escolar, Milei recuperó 5 puntos y hoy su imagen positiva ya está casi al nivel de la negativa. ¿Cómo se explica? Es materia de discusión, pero al veranito financiero y la baja de la inflación se le suman dos datos de la política que parecen guionados por la Casa Rosada: la batalla interna de la oposición y el orden aparente del bloque de derecha, que se vio a partir del respaldo del macrismo residual al ajuste contra las universidades. 

No todo es lo que parece. La verdad es que Macri parece atrapado y sin salida. Trafica la idea de que Milei empieza a cederle casilleros menores en su organigrama de poder para evitar la humillación pública, pero se queja todos los días de que el presidente le cedió el manejo de poder a Santiago Caputo, su enemigo íntimo. En base a la proyección electoral que realizó, Pablo Salinas considera que Milei tiene incentivos cero para aliarse con Macri. Eso, afirma, es lo que permite entender el comportamiento errante del PRO en el Congreso: es socio en las pérdidas del gobierno y convidado de piedra en las ganancias.

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