En su declaración ante el juez Ernesto Kreplak, adelantada la semana pasada por Página/12, el periodista detalló la recaudación de 1760 millones de pesos. Ayer, el magistrado envió parte de esta causa a su colega Sebastián Casanello, que investiga el delito de lavado de dinero.
El equipo de recaudación de la campaña electoral de Cambiemos para 2015 que manejaron los empresarios Nicolás “Nicky” Caputo y Edgardo Cenzón –dos hombres de íntima vinculación con Mauricio Macri– recolectó entre medianos y grandes empresarios 1.770 millones de pesos, presumiblemente en negro. Entre los aportantes hubo “empresas constructoras, empresas de seguridad privada con contratos vigentes o ya vencidos con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, como así también algunos de los empresarios que figuran hoy en la causa ‘cuadernos de la corrupción’”. Por otro lado, el pago a los fiscales que trabajaron en el control del comicio se hizo a través de bolsos “que se distribuyeron en varias camionetas que salieron hacia distintos puntos de la Provincia de Buenos Aires”. Así surge de la declaración que el periodista Hugo Alconada Mon, del diario La Nación, realizó días atrás ante el juez platense Ernesto Kreplak. Ayer, Kreplak resolvió devolver esta parte de la causa al juez federal Sebastián Casanello, para que investigue el posible delito de lavado de dinero.
Alconada Mon fue citado por Kreplak a propósito de la investigación que realizó para su libro “La raíz de todos los males”, donde investigó las formas de recaudación de los partidos. Como informó PáginaI12 luego de la declaración, fechada el 30 de octubre pasado, el periodista ratificó ante el juez que Macri –cuando todavía era jefe de gobierno y aspirante a la presidencia– le pedía a los empresarios que aportaran el uno por ciento de su patrimonio para su campaña, con el criterio de que si ganaba el 99 por ciento restante se valorizaría mucho más. Los empresarios, detalló el periodista, utilizaban las cenas a beneficio para blanquear parte de esos aportes. Recordó los casos de las firmas Brasken –vinculada a la constructora brasileña Odebrecht– y de Cilfa, la Cámara de Laboratorios Farmacéuticos.
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Respecto al papel de Caputo, el “hermano del alma” del Presidente, Alconada Mon detalló que “se encargó de supervisar a todo el equipo para el financiamiento electoral. Esto es, coordinar encuentros con empresarios, coordinar las formas de pago, repasar las listas de empresarios que debían contactar, tanto con Mauricio Macri, como con otras figuras del PRO, para luego girar esos ingresos a otra área del equipo de campaña que se abocaba a los gastos de campaña”. Estos fondos, añadió, pasaban “a manos de otro sector del equipo de campaña, abocado a definir los gastos proselitistas, sector en el cual estaban, entre otros Marcos Peña, Jaime Durán Barba y otros referentes”.
El mismo equipo estaba dedicado a la campaña bonaerense de María Eugenia Vidal, y en este punto la investigación se relaciona con la de aportantes truchos que hizo Juan Amorín para El Destape. Una novedad de la declaración conocida ayer es la de presencia de bolsos para repartir entre los fiscales de la provincia de Buenos Aires. La distribución se hizo a través de camionetas que llevaron su contenido a los responsables de cada distrito. Cuando el juez le preguntó si sabía dónde se habían comprado esos bolsos, el periodista respondió: “me atengo a información reservada”.
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