Un juez aceptó cumplir el reclamo de la CIDH y ordenó trasladar a Sala, pero no a su casa. La defensa denunció la persecución, aunque aceptó la decisión porque consideran más seguro ese lugar que la cárcel. De todos modos, falta la definición de otro juez.
En cumplimiento tardío de la cautelar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Justicia de Jujuy aceptó dictar la detención domiciliaria de Milagro Sala. Pero hasta anoche lo había hecho uno solo de los jueces que mantienen presa a la dirigente de la Túpac Amaru, Gastón Mercau, quien fijó como lugar de detención una propiedad en pésimas condiciones, que no es el domicilio de Sala. De todos modos, la defensa de Sala presentó un escrito ante el juzgado para aceptar su traslado a la casa del barrio La Ciénaga, en la localidad jujeña de El Carmen, un inmueble completamente saqueado, sin servicio eléctrico, ni agua ni baño ni ventanas ni cocina: para los abogados, la decisión escandalosa es una nueva forma de hostigamiento, pero explicaron también que es mejor que Milagro Sala duerma allí, aunque sea adentro de una carpa, antes de que permanezca un día más en el penal del Alto Comedero, donde existe la “latente posibilidad de que sufra un daño irreparable”, como señalaron al recordar las urgentes recomendaciones de la CIDH. No obstante, para que se concrete el traslado faltaba la decisión del juez Pablo Pullén Llermanos, que al filo de las 19.30 anunció que hoy hará una inspección a la casa de El Carmen. En tanto, el Comité por la Libertad de Milagro Sala convocó a una conferencia de prensa para esta mañana, en el local de ATE-Capital. Los abogados de Sala también denuncian como ilegales una serie de restricciones ordenadas por Mercau, que incluyen la custodia de Gendarmería Nacional y la prohibición de recibir más de siete personas a la vez.
Milagro Sala se enteró de la noticia a través de un secretario del juzgado. Ella decidió aceptar el traslado pese al escenario cada vez más inverosímil del ensañamiento del gobierno de Jujuy que ahora, como toda respuesta a los reclamos internacionales de organismos de derechos humanos, la traslada a un inmueble destruido.
“La enviaron a un domicilio de La Ciénaga, no es San Salvador, no es su casa, ni es donde vive su familia, que es la casa que inspeccionó el jueves pasado el juez Mercau”, dijo su abogada Elizabeth Gómez Alcorta. “Todos han visto la imagen de ese domicilio de El Carmen (ver fotos): no tiene luz, no tiene baño, no tiene un mueble, se robaron las puertas, las ventanas, no tiene inodoro, para decirlo tal cual. Además, el juez dispuso una serie de restricciones de las que nos ocuparemos luego, como restricciones de visitas y una custodia de fuerzas federales, lo que está prohibido por la Ley 24.660. Pero nosotros tomamos una decisión –agregó– que es que vamos a aceptar esta decisión aunque Milagro tenga que dormir en una carpa”. Explicó que además denunciarán y mostrarán públicamente “que el nivel de hostigamiento sobre Milagro no tiene límites y hoy mismo va estar notificada la CIDH de esto”.
La casa de El Carmen está ubicada a unos 40 kilómetros de San Salvador de Jujuy. Era un lugar de la organización Túpac Amaru destinado como centro de rehabilitación. La propiedad fue completamente saqueada con los mismos niveles de violencia con los que fueron destruidos otros emprendimientos de la organización. Milagro Sala misma mencionó el saqueo, completamente impactada, durante la visita del jurista Baltasar Garzón a la cárcel. “Hasta los marcos se llevaron”, contó.
Durante la mañana de ayer, Mercau fue respondiendo sobre las razones de su decisión ante los periodistas locales que se amucharon a esperarlo. Allí intentó barajar diferentes explicaciones. Dijo que no envió a Milagro Sala a su casa del centro de Jujuy por supuestas razones de seguridad invocadas por la Gendarmería en un informe que la defensa hasta anoche no había logrado ver. Y cuando los periodistas repreguntaron explicó que las supuestas razones de seguridad en realidad no eran ni por ella ni por las condiciones de la casa, sino por las incomodidades que su presencia podía causar a los vecinos del barrio donde tiene radicado su domicilio. Y porque se trata de un barrio céntrico, donde la afluencia de tránsito puede impedir la instalación de una garita de Gendarmería, un control de seguridad que, además, como describen los abogados, es ilegal. Cuando los periodistas le preguntaron por las condiciones de la casa de El Carmen, dijo que sólo las vio por fotos y que no estaban tan mal.
Y cuando lo indagaron por las razones finales por las que optó por aceptar una de las opciones sugeridas en la cautelar de la CIDH para proteger la vida de Milagro Sala, por fin dijo que cumplió porque entiende que es una obligación para el Estado respetar las decisiones del organismo internacional, aunque se ocupó de aclarar que él no estaba para nada de acuerdo. La misma línea sostienen, a viva voz y sin pudores, desde la presidenta del Superior Tribunal de Justicia de la provincia hasta el gobernador Gerardo Morales. “Hay una medida cautelar dictada por la CIDH –dijo Mercau–. Eso no significa que yo esté de acuerdo con la resolución, pero como Estado nacional adherido tenemos que cumplir. No significa que yo comparta, porque entiendo las condiciones de riesgo no están dadas, pero hay que cumplirlo porque somos parte del Estado nacional.”
Mercau es el padre de los nietos de la presidenta del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, Clara Langhe de Falcone, Titina para los locales. Titina fue abogada de Gerardo Morales, fue diputada por la UCR, y designada presidenta del Superior Tribunal cuando asumió el actual gobernador. Su yerno es la persona que detuvo a Milagro Sala en plena feria judicial por el acampe, tal como recordó ayer en este diario el periodista y presidente del CELS Horacio Verbitsky al revelar las fotos de la casa de El Carmen y mostrar el ensañamiento oficial. Ayer la tarde, Morales respondió furioso. “Es vergonzoso que una delincuente como Milagro Sala tenga el privilegio de prisión preventiva en su mansión construida con plata del pueblo”, expresó a través de las redes sociales.
A la noche, la defensa de Milagro Sala esperaba una decisión de Pullén Llermanos. En este caso, la defensa impulsó un pedido de juicio político contra el magistrado por extorsionar a testigos para que declaren contra de la dirigente de la Túpac Amaru. Él será quien hoy, a las 8.30 de la mañana, realice una inspección a la casa de El Carmen. Una inspección que Mercau no realizó, pese a que los abogados defensores se ofrecieron a acompañarlo durante los últimos días.
“En virtud de la cédula recibida en el día de hoy, atinente al cumplimiento de la medida cautelar dictada por la CIDH (…) esta parte deja sentado que el domicilio ubicado en el loteo de El Carmen, Provincia de Jujuy, se encuentra en las condiciones mínimas que permiten garantizar la preservación de la vida y de la integridad física de Milagro Sala”, dijo Luis Paz, abogado de Milagro Sala, en el escrito presentado ante el juez. “Es necesario dejar en claro que la medida cautelar –agregó– tiene como fundamento la latente posibilidad de que Milagro Sala sufra un daño irreparable en su encierro en el penal del Alto Comedero”, por el “constante maltrato físico y psicológico de que la nombrada es víctima en dicho establecimiento”.
Los abogados recordaron en distintas instancias que Gendarmería no había inspeccionado la casa a donde pretenden mandarla. Que todo esto se hace en cumplimiento tardío de la cautelar de la CIDH, porque el plazo de quince días que tenía el Estado para cumplirla venció el viernes pasado. Y que en la casa de San Salvador de Jujuy, donde también estuvo con prisión domiciliaria Raúl Noro, el esposo de Milagro, jamás pusieron custodia ni restricciones de visitas, tal como sucede con los detenidos en un país democrático.
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