Le harán un sumario por dejar la Guardia de Urgencias para ir a operar a una clínica privada.
Un médico del Hospital Rawson está bajo investigación porque, aparentemente, abandonó su puesto como jefe de Guardia del Servicio de Urgencias para ir a operar a una clínica privada. El caso surgió por una denuncia que llegó a oídos de las autoridades de Salud Pública, que realizaron el entrecruzamiento de datos con la Obra Social Provincia (OSP) y así detectaron la irregularidad. Consultado por este diario, el ministro del área, Oscar Balverdi, adelantó que “vamos a iniciar el sumario administrativo correspondiente, ya que el abandono de la guardia es una falta gravísima”. El protagonista es Luis Tallara, uno de los seis profesionales que renunciaron el lunes a sus cargos al frente del servicio, y podría ser cesanteado si se comprueba la maniobra.
El caso de Tallara no es el único. Fuentes calificadas señalaron que se está evaluando la situación de otro médico que también trabaja en el Servicio de Urgencias y que habría incurrido en la misma mecánica el 8 de abril. Ocurre en medio de un conflicto entre los médicos del área y el Ministerio que dirige Balverdi.
Según se desprende de la documentación que tiene en su poder Salud Pública, Tallara ingresó al Rawson minutos antes de las 8 del último miércoles para estar al frente de la Guardia hasta las 8 del día siguiente. Sin embargo, de acuerdo a los registros de la OSP, el profesional operó a una paciente en el Hospital Privado ese miércoles. Es más, las fuentes aseguraron que llevó a cabo la intervención quirúrgica en la siesta, es decir, muchas horas antes de su horario de salida.
En la práctica implica abandonar, durante el horario laboral, un puesto clave dentro de una de las áreas más críticas y demandadas del nosocomio estatal. El ministro aseguró que harán el sumario administrativo y aclaró que bajo su gestión, es el primero por este motivo. Las sanciones que contempla el procedimiento van desde un apercibimiento hasta la cesantía del agente, de acuerdo a la magnitud de la falta. Balverdi dijo que abandonar la Guardia es una falta gravísima. El profesional tendrá la oportunidad de defenderse y explicar la situación.
Del otro profesional que está bajo la lupa no trascendieron datos hasta el momento. De todos modos, las fuentes contaron que en los registros figura como que cumplió con su guardia en Urgencias, pero que hay constancias de que también llevó a cabo una intervención quirúrgica en el sector privado.
La maniobra que pone a Tallara en el ojo de la tormenta sucedió apenas unos días después de las renuncias que reavivaron el conflicto entre el Sindicato Médico y Salud Pública. El argumento de las dimisiones se basó en que los médicos están ocupando alternadamente la Jefatura del Servicio de Urgencias, una función que no les corresponde y por la que tampoco cobran, explicó Pablo Flores, uno de los renunciantes y secretario adjunto del gremio. En definitiva, destacó que quieren ser “médicos rasos” y que se llame a concurso. Roberto Villamayor, director del hospital, había manifestado que la decisión “tiene un tinte netamente político” y que responde al histórico enfrentamiento.
La disputa viene de hace años y se ha caracterizado por un fuerte reclamo salarial con sucesivos paros, lo que ha convertido al Sindicato Médico en el más combativo de la gestión giojista. Desde el Gobierno han recurrido a la Subsecretaría de Trabajo para declarar la ilegalidad de varias de las medidas de fuerza e inclusive, a la judicialización del conflicto a través de un amparo para que los profesionales garanticen la atención de los servicios esenciales. La calma había llegado luego del aumento salarial que el Ejecutivo le otorgó al sector en marzo, pero duró poco.
El presunto abadono de la Guardia amenaza con explotar en un escándalo y se suma a los problemas de atención que se registraron recientemente en la Maternidad del centro de salud más importante de la provincia, de donde inclusive sustrajeron una bebé recién nacida. Todos esos antecedentes se encuentran sometidos a sumarios administrativos, sin que aún se hayan producido resultados.
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