Tras lo que fue la embestida del Colegio de Farmacéuticos contra el Sindicato de Trabajadores Municipales por la apertura de una farmacia mutual, otros actores de la salud privada acercaron planteos al oficialismo hasta el punto de posicionar al lunghismo prácticamente como vocero de sus intereses sectoriales.
Ahora el actor elegido para la demanda es la obra social de los jubilados, PAMI, y los protagonistas de la embestida son el Hospital Municipal Ramón Santamarina y la Nueva Clínica Chacabuco, desde dónde el intendente Miguel Lunghi se proyecto a la intendencia hace ya una década y en dónde mantiene relaciones muy cercanas.
Al igual que en el caso del intento de lock out de las farmacias, que finalmente se levantó; el vocero de las “inquietudes” de los prestadores privados es el presidente de la comisión de salud en el Concejo Deliberante, el psicólogo Adolfo Loreal.
El Concejo Deliberante dio traslado a mediados de este año a la inquietud de la Nueva Clínica Chacabuco y el Hospital Santamarina, instituciones locales que atienden la salud de los jubilados y que por entonces habían advertido sobre un posible colapso, algo que finalmente nunca se produjo.
"La situación para la Clínica Chacabuco se agravó porque no se están pagando insumos de internaciones y otras prácticas quirúrgicas", se quejó nuevamente el concejal del lunghismo.
Lo cierto es que otros prestadores que también atienden a los afiliados a PAMI y en similares condiciones contractuales, no se han manifestado en la misma línea dejando aún más expuesta la politización de un planteo privado que se reitera en estos últimos meses en Tandil.
En el fondo; se trata de números. “PAMI había prometido un 18% en agosto y otro 10% en octubre, pero la realidad es que hasta el día de hoy, hemos tenido solo un 13% a partir de agosto. Y todos sabemos los aumentos de precios que hubo este año, sobre todo en la parte de medicamentos, donde el promedio es d entre el 50 y el 60%”, también se quejó en declaraciones Ricardo Saracca, directivo de la Chacabuco y hombre cercano al intendente desde sus tiempos en la institución de calle Chacabuco.
Y por último lanzó la amenaza: “Nuestra intención no es suspender el servicio pero si esto sigue así, yo creo que en algún momento el servicio se va a cortar”, cerró el contador.
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