Actualmente Alfredo Meckievi es uno de los políticos que ha participado de la mayor cantidad de elecciones internas y generales, en estos 30 años de Democracia.

Diario Compromiso lo entrevistó para conocer su opinión de las elecciones del pasado 11 agosto, y preguntarle si había imaginado los resultados que se dieron a nivel provincial y local.

El actual Senador provincial decía: “En el orden provincial era palpable que la lista de Massa ganaría, como lo decían las encuestas. En la Sección Electoral, yo decía que iba a ganar el Frente para la Victoria, porque desde mi perspectiva Massa había hecho un mal armado en la Sección y lo iba a pagar en el resultado. En el orden local, ciertamente yo tenía mucha confianza que nuestro espacio haría una elección muy digna, que probablemente en esta instancia de la interna estaríamos segundos, creí que el Intendente iba a disminuir votos, tal vez no tantos. Nosotros sentíamos en la gente una buena actitud frente a nosotros, en una elección que se presentaba muy pareja entre las primeras fuerzas, que no nos permitía con anticipación hacer un pronóstico del resultado.

Usted tuvo muchas oportunidades de ganar una elección, también le tocó perder. ¿El poder quita visión de la realidad, como para entender por qué a veces el gobernante equivoca el camino de sus decisiones?

Yo recuerdo una frase que alguien dijo una vez, “Tati al poder lo sufre”, cuando generalmente el poder se disfruta. Y me quedó grabado, porque siempre que he estado en una función la he vivido con mucha tensión, porque más que el primer día me importaba el último. Siempre he estado en la búsqueda de terminar bien la gestión en la que estuviera, y es cierto, eso hizo que la viviera con demasiada tensión. El poder a muchos obnubila, les hace creer una falsa realidad, y es así que tenemos comportamientos que nos sorprenden de alguien, que cuando lo votaron se tenía una idea y cuando lo vemos ejercer el poder, otra. Pero sin dudas el poder es un componente que saca a relucir los valores o disvalores, o potencia aquellas otros que en el diario convivir no se suelen reflejar.

Decía que le preocupa más que nada el último día de una gestión. Cómo intendente hace seis años que dejó el cargo, ¿tuvo algún reclamo de los organismos de control, de la justicia o de alguien en particular?

No. Afortunadamente jamás tuve una denuncia, nunca tuve ningún tipo de cuestionamiento administrativo ni de ninguna índole, y eso para mí es importante. No sólo estuve tres veces en la función municipal, sino que también fue igual cuando fui Administrador de Vialidad o cuando fui Ministro de Justicia de la provincia. No tuve siquiera esas denuncias que uno considera infundadas o que presume tienen una segunda intención. Tampoco tuve cuestionamientos sobre la propia gestión. En el caso de Dolores, yo sentí que muchas cosas que dejamos instrumentadas, si un día faltaban la comunidad iba a haber reclamos para que se sostuviesen, y en eso me equivoque. He visto caer la gestión municipal de Dolores a límites impensables, sin que hubiere un atisbo de reacción proporcional a lo que yo creí que sucedería si alguna de estas cosas pasaban. Por eso creo que un tema muy importante es la recuperación del prestigio institucional, la recuperación del prestigio de quien ocupa una función pública, de que los dolorenses se puedan enorgullecer de su intendente, de los funcionarios, de los concejales, de quienes representen a nuestra comunidad.

- ¿Entiende que eso hoy no ocurre?

La visión que de afuera se tiene de la gestión municipal y de la ciudad, es algo que cuesta mucho construir. Dolores hace mucho tiempo que cuando es noticia lo es por un escándalo administrativo o judicial, siempre es una caja destemplada, que no da la imagen que verdaderamente los dolorenses queremos tener de nuestra propia ciudad y de los funcionarios.

- ¿Los emprendimientos de su gestión los considera abandonados por la actual gestión de gobierno?, de ser así, ¿producto de una acción intencional, de la indiferencia de los funcionarios, y por qué no de la gente?

La gente confía en lo que se le dice, luego son los dirigentes los que defraudan esas expectativas. Quisiera creer que es así, si no, lo ocurrido resultaría inexplicable. La actitud de la gestión municipal tiene que ver, en mi opinión, por estar conformada por gente incompetente. Yo creo que el Intendente es incompetente, creo que está rodeado de gente incompetente, y que consecuencia de esa incompetencia es la ausencia de visión sobre lo que tiene que ser la ciudad, la falta de definición sobre qué cosas que hay que trabajar, la ausencia de planificación, que en definitiva es lo que hoy estamos pagando. El Intendente inaugura viviendas que paga la gente sacando un crédito, eso no hace más que denotar que no hay planes de viviendas sociales para Dolores. Y cuando un municipio como el nuestro deja de gestionar y armar la cadena para la construcción de viviendas, genera un déficit muy difícil de recuperar. Cuando yo estaba al frente del Municipio, nuestro relevamiento demostraba que teníamos una necesidad de unas 2000 viviendas, hoy probablemente esa cifra esté triplicada. Un sitio como Dolores tiene que tener una cadena de construcción de vivienda anual de por lo menos 200 viviendas, para ir achicando ese déficit. Si no se hacen viviendas se genera marginalidad, hacinamiento, y toda la conflictiva que viene aparejada, como la promiscuidad, la falta de ordenamiento en la ciudad, un crecimiento no planificado, todo como consecuencia de alguien que no tiene una visión municipal nada menos que en el tema de viviendas. Y uno podría también hablar del Hospital.

- ¿Qué del Hospital San Roque?

El jueves hubo un terrible accidente en Chascomús, que podría haber ocurrido quizás cerca de Dolores. Si hubiera sido así, nuestro Hospital no está en condiciones de asistir un accidente de esas dimensiones. Y esto pasaría por primera vez en muchos años, y lamentablemente se necesitaría de esos hechos para poner en evidencia que el Hospital no funciona, un nosocomio que históricamente ha estado dedicado a la traumatología por el tránsito en las rutas aledañas, por la ubicación geográfica que tiene, hoy no tiene ni un “Geniol”. También se ve desmantelamiento en otras áreas, como ocurre en deportes, no solamente por el caos de gestión sino por la falta de elementos, donde todo está roto o ha desaparecido. Son ejemplos que uno puede trasladar a otras áreas de la Municipalidad.

¿Esa visión que Ud. tiene de la gestión municipal, podría ser la misma que la gente ha reflejado en los resultados de la elección?

Creo que la gente confió en determinadas cuestiones que planteó el intendente Etchevarren, como cuando criticaba nuestra Planta de Tratamiento de Residuos. Los vecinos creyeron durante mucho tiempo que el Intendente se estaba ocupando del tema, la realidad les demostró que no. Etchevarren tiene una característica, es una persona que miente sin parar, lo que también hacen algunos funcionarios cuando intentan dar explicaciones, pareciera que fuera un efecto contagio. Si uno pretende ser gobierno debe decir, criticamos, pero de esta manera lo vamos a resolver. Yo pasé por la Planta de Residuos y lo que se ve es abandono, eso es desinterés, es irresponsabilidad, es despreocupación, no es que no se pueda, lo real es que no les importa. Ese tema y el de la Planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales, ha servido para el manejo de una plata que no ha ido a parar donde tenía que ir a parar. Creo que la gente ha votado en esta elección ante una gran defraudación, y si uno la mira con detención hay que poner las barbas en remojo. Lo que la gente dijo en esta elección “es no”, ahora hay que construir “el si”, porque todas las fuerzas políticas perdieron, todas. El Frente para la Victoria saca más votos, pero cae frente a las elecciones anteriores. Y ni hablar del Intendente y su lista. Nosotros en la elección anterior no participamos, y si tomáramos la de Adriana (Meckievi) como referencia, habríamos crecido sobre aquel resultado, pero no nos sentimos dueños de este resultado ni victoriosos. Creo que la gente construyó el no, nuestro desafío es buscar representar lo que la gente quiere. Ojalá podamos canalizar esa energía y construir “el sí”, el de la próxima elección.

Si bien las trapisondas que acostumbran realizar algunos políticos para las elecciones son consabidas, lo ocurrido últimamente en Dolores alcanzó ribetes insospechados. ¿Tiene opinión al respecto?

Yo diría que en Dolores esas cosas no eran usuales. Pero es cierto que la política en Dolores, si bien cuesta mucho decirlo, se ha prostituido, y eso tiene mucho que ver con la actitud de quien teniendo poder, cómo usa ese poder. Uno a visto llegar seis o no sé cuántos camiones con acoplados, que con total impunidad repartían desde hornos pizeros, máquinas de coser, colchones, no respondiendo a un requerimiento o una atención. Cuando uno ve eso, ve degradación en lo que significa ayudar a alguien. Cuando se dice te doy un horno pizero para que me votes, después te vengo a buscar, o cuando le dicen te doy un colchón para que me votes, significa la degradación de la asistencia o la colaboración. O si uno ve la estructura municipal, como ocurrió ostensiblemente el día de la elección y también días previos, moviéndose con los vehículos municipales, poniendo plata, comprando documentos, votos, ese no es el ejemplo de la competencia política donde uno desea participar, es la degradación más evidente de la política. A esta altura no hay quien en Dolores no sepa que las dos fuerzas políticas que tienen gobierno, ya sea nacional, provincial o municipal, han utilizado y utilizan esta metodología. Pero mientras tanto ¿qué sucede realmente en Dolores?. Crece la indiferencia ante la marginación, hay sectores con un grado de vulnerabilidad que uno no se habría imaginado jamás. Hay absoluta desatención de los problemas básicos, que son usina de futura violencia, con chicos que no concurren a la escuela, barrios abandonados a su propia suerte, donde sólo se busca un voto sin tratar de resolverles el problema. ¡Cuidado dolorenses!, estamos pasando a tener los vicios y las peores cosas de aquellas ciudades que antes veíamos lejos. Hoy estamos incubando violencia en la ciudad, hay violencia familiar, marginación, desocupación, hay gente fuera del sistema, porque hay ausencia total y falta de visión en quienes detentan el poder. Y ni qué hablar de cómo se llegó a esto desde el gobierno municipal, pero también desde un Frente para la Victoria, que ha sido socio y cómplice económico y funcional de todo lo que hoy los dolorenses estamos soportando. Hasta hace seis meses en el terreno de la política Dolores era lo más parecido a un cementerio, es más, muchos decían Etchevarren se queda todos los años que quiera, no hay nada que lo impida, no hay oposición. Era cierto, todo este ruido lo generó un espacio político como el nuestro, que rompió la complicidad, que señaló las cuestiones sin especulaciones y haciéndonos cargo de las dificultades que significaba plantarse en el medio del debate. Rompimos la complicidad, rompimos el silencio y hoy día la gente discute los temas que nosotros introdujimos. Esto es el aire nuevo que hemos metido a un Dolores, al que si lo queremos reconstruir y no lo queremos perder, debemos reaccionar con muchísima velocidad. Ojalá lo logremos nosotros y otros que lo pueden hacer aún pensando distinto, como esta fuerza nueva del radicalismo que ha sentado un precedente con una reacción ética y que son un aire saludable para la política de Dolores. Que se pueda discutir ideas respetándonos, porque de verdad ni la gestión municipal, ni la complicidad que ha permitido la situación que vive Dolores, que es el Concejo Deliberante, permite hablar con ellos con respeto, han sido cómplices. Lo que pasó en esta elección es importante que nos haga meditar y elegir con mucha fineza el voto que pongamos en la próxima elección de octubre, porque vamos a estar definiendo qué gobierno queremos.

- ¿El dolorense además de con el voto, cómo puede participar en ese cambio que usted considera necesario?

Tomando posición, porque más allá del esfuerzo individual es el voto responsable el que nos permite elegir funcionarios dignos que estén al servicio de aquellas cosas que una ciudad como la nuestra merece. Meditemos muy bien la respuesta, elijamos muy bien a nuestros gobernantes. A mí me llama mucho la atención, nunca creí que el escándalo por corrupción que tiene la Municipalidad de Dolores pudiera convivir con una sociedad como la nuestra, donde todo el mundo sabe leer y escribir, sabe lo que pasa, en cada esquina lo comentan, parecería que existe impotencia o falta de voluntad para modificar la situación.

- ¿Algo más para finalizar?

Decir que en mi caso personal no vengo a prenderme en una competencia de egocentrismo, a ver quién gana, sino que vengo como un dolorense que siente que la ciudad necesita de todos aquellos que pensemos y estemos dispuestos a contribuir y a poner el hombro. Por eso digo las cosas que digo, las digo de la manera que las digo, porque si hace falta y la comunidad ve que uno puede representar ese interés, que pueda meter mano y enderezar el camino, yo estoy listo. Tener un concejal más o ser cómplice de lo que sucede, no me interesa. Si ese grado de compromiso la gente quiere que alguien lo canalice, yo estoy dispuesto a ser parte. Por eso es tan importante que reflexionemos la actitud y el voto, más allá de la ideología de cada uno debemos canalizar la forma para recuperar el prestigio y el orgullo de ser dolorense, y no la degradación institucional que uno ve reflejada en todos los estamentos del actual gobierno municipal.