Cómo un solo hombre habría estafado y defraudado a toda la sociedad juninense con una Asociación que no tendría ningún tipo de sustento legal. El rol de la Delegación del Ministerio de Trabajo de Junín.
Para que se entienda: Según Omar Saldaño, enviado del Ministro Cuartango, APENOBA no existiría y por tal motivo habría incurrido en una serie de manejos ilegales plausibles de demandas civiles y penales; entre ellos, el cobro de aportes sindicales indebidos. Sólo en LA VERDAD estaríamos hablando de cientos de miles de pesos. A eso deberíamos sumarle el resto de los medios de la región.
¿La clave? Esta maniobra nunca pudo llevarse a cabo sin la participación (por negligencia o connivencia directa) de la Dra. Gabriela Guillermón, Delegada del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
Es de destacar la honestidad y valentía de Saldaño y Cuartango, quienes tomaron el toro por los cuernos y se hicieron presentes en Junín ante la sospecha de irregularidades en los procesos administrativos.
Toda una ciudad engañada
Aunque en este caso la entrevista se realizó con LA VERDAD, en realidad “Beto” Carreras habría engañado a toda la sociedad juninense ya que su falta de legitimidad alcanza a los medios de la región y, en especial, a los trabajadores que decía representar mientras les habría estado sacando dinero fuera del marco legal. Por otra parte, ¿Qué ocurrirá ahora con la cátedra que dicta en la UNNOBA? ¿Y en el Servicio Penitenciario?
“Beto” Carreras es asiduo concurrente a asados con personalidades juninenses, reuniones políticas y otras ceremonias en las que es bien recibido sin saber (suponemos) lo que nos comunicaron en la Delegación del Ministerio de Trabajo.
Se trataría de la estafa más grande en la historia de Junín ya que implica cuestiones que van desde el cobro indebido de dinero hasta la usurpación de títulos y honores. Claro que nada de esto hubiera sido posible sin la participación de la Dra. Gabriela Guillermón.
Varias veces le reclamamos a Guillermón los papeles que acreditaban la existencia misma de APENOBA y su respuesta fue: “Los tengo por ahí”. Pero ese “por ahí” siempre parecía estar muy lejos ya que jamás llegaban. ¿Exceso de confianza? ¿Negligencia? ¿Connivencia?
Lo cierto es que la Delegación Junín a espaldas del Ministerio de la Provincia, habría mantenido estas infracciones por la friolera de seis años. Más de un lustro en que toda la comunidad habría sido engañada, donde se firmaron acuerdos sindicales que no tienen ningún tipo de validez, y los trabajadores estuvieron manejados por un supuesto estafador que los tendría engañados.
Claro que la pregunta es: ¿A todos? ¿Cómo sabemos si parte de los delegados que votaron y utilizaron sus fueros no estaban al tanto de la irregularidad?
La Dra. Guillermón va a tener que dar muchas (y serias) explicaciones en el Ministerio de Trabajo ya que habría sellado acuerdos con todos los medios juninenses sin contar con la documentación que habilita a una asociación fantasma. Si existió un estafador fue debido a que la Delegación local habilitó, como dijimos por connivencia o inoperancia, esa estafa que acaba de estallar frente a nuestras narices.
“¿Qué es APENOBA?”, le preguntamos a Saldaño, el enviado del Ministro. “Desde el punto de vista legal un rejunte de personas. No entendemos cómo esta situación irregular se mantuvo en el tiempo”, aseguró mientras continuaba pidiendo disculpas y los propios abogados de “Beto” Carreras se mostraban sorprendidos ante una realidad que, por lo visto, desconocían o decían desconocer.
Seis años son muchos para buscar papeles…
¿Ex convicto de vuelta a las pistas?
Todos saben que “Beto” Carreras es un ex pirata del asfalto que estuvo preso. De todas formas, en especial por tratarse de un medio católico, LT2O lo albergó y le dio una segunda oportunidad para rehacer su vida, hasta se lo ayudó cuando sufrió un accidente y su auto quedó destrozado. Lo mismo en el caso de sus hijos.
De confirmarse lo expresado por el delegado que tomó intervención en el hecho, habría vuelto a las andadas cometiendo el fraude más espectacular de que se tenga memoria en la ciudad, fraude que no podría haberse realizado de no mediar la Delegación del Ministerio de Trabajo.
Desde el punto de vista legal no poseería ni siquiera el requisito “piso” que se demanda en estas ocasiones: La simple inscripción. Y eso tampoco lo habilitaría para representar a los trabajadores frente al Ministerio de trabajo (Lo otorga el Ministerio de Trabajo de la Nación).
Cabe recordar que además de recaudar dinero utilizó sus fueros gremiales para no concurrir a trabajar y otros beneficios similares.
Esta situación nos obliga a tomar cartas en el asunto realizando las diferentes presentaciones legales ya que incluso podríamos estar ante una asociación ilícita que va más allá de esta filial local sindicada como fantasma por Saldaño.
Hostigamiento
Durante los últimos años el diario LA VERDAD fue particularmente hostigado por el señor Carreras. La audiencia del miércoles pasado (no pudo realizarse por su falta de registro y papeles) es una más en una larga cadena de hostigamientos que se intensificaron desde que publicamos las investigaciones sobre la supuesta partición de su hijo (Pablo Carreras) en una caso de narcotráfico (“La Banda de la Tiza”).
“¿Por qué hacés todo esto?”, le preguntamos ayer (estaba blanco y en medio de un ataque de nervios).
“¡Para que Bello deje de involucrar a mi hijo y a mí en sus denuncias!”.
El círculo de las mafias comenzaría a cerrar.
Ahora bien, ¿cuál es el rol de la doctora Guillermón? ¿Cómo durante todos estos años no surgió la falta de papeles? ¿Por qué nos indujo a soportar una ilegalidad que habría disfrazado desde el puesto que ocupa? Más aún, si su marido Juan José López fue abogado y tesorero de APENOBA (una asociación que teóricamente no tiene registro). ¿Nunca se les ocurrió pedir papeles? ¿Puede un abogado caer fácilmente en esa trampa o existe algo detrás? De ahora en más deberá trabajar la justicia.
Peor aún, ¿Cómo Carreras fue miembro de la CGT?
De nuevo, si hay un culpable es la Dra. Guillermón que, por ingenuidad o connivencia (deberá probarlo) ayudó a que se cometiera uno de los supuestos fraudes más escandalosos de la historia juninense.
¿Qué rol juega la FATPREN?
Muchos recordarán el desagradable episodio donde gente de la FATPREN (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa), fogoneada por Carreras, ingresó al diario profiriendo amenazas contra mi persona e invadiendo propiedad privada.
La pregunta del millón es: ¿Están al tanto de la situación de APENOBA o también serían potenciales engañados? A esta altura y después de que toda la ciudad y los trabajadores fueron supuestamente engañados, ¿cómo estar seguros? De verdad espero que esta Asociación, cuya misión es defender los derechos del trabajador, sea otro engañado más y no parte del sistema.
Por lo pronto ya le enviamos carta documento y email informándolos de lo irregular de la situación en las que se encuentran.
No debemos olvidar que esta misma asociación (FATPREN) demandó por estafa a Gustavo Granero, “socio” de Carreras, quien entre otras cosas habría pagado su fiesta de casamiento con fondos de la institución. O sea, quizá sea otro engranaje más de una larga cadena de estafas.
El mismo miércoles, en un acto desesperado por adquirir algo de legitimidad, “Beto” Carreras presentó una carta firmada por el actual presidente de FATPREN; misiva que fue rechazada por los enviados del Ministerio de Trabajo por no tener validez legal. Peor aún, si queda firme la inexistencia de APENOBA, también deberíamos accionar (y ellos mismos tendrían que hacerlo contra la supuesta asociación fantasma) por el cobro de haberes indebidos y otras irregularidades. La carta enviada habría refrendado la estafa en curso. Repito, siempre y cuando FATPREN estuviera al tanto de lo ocurrido.
La estafa más grande jamás contada
Cuando una y otra vez hablo de la instalación del narcotráfico en Junín, me refiero a este tipo de situaciones en las que las instituciones, quienes deberían luchar por la legalidad, cometen la “locura” (no hay otra forma de llamarla) de sostener a quien potencialmente no existe, darle entidad y dejarlo actuar, cobrar, moverse, etc. Si la Delegación del Ministerio de Trabajo se mueve así, ¿qué podemos esperar de una inmobiliaria?
¿Entienden por qué es fácil infiltrarse en nuestra ciudad y destruirla desde sus entrañas con relativa sencillez?
Si de verdad “Beto” Carreras engañó a todas las instituciones juninenses amparado en una doctora cuyo marido era el tesorero de la institución inexistente, estamos en serios problemas (el hombre fue parte de la lista del Colegio de Abogados)
Agradezco al Ministerio de Trabajo de la Provincia por su coraje y valentía, en especial a Saldaño y Cuartango quienes dijeron la verdad y enfrentaron una coyuntura compleja ya que su misión es y será velar por el bienestar de los trabajadores, no desenmascarar potenciales estafadores.
Por supuesto, ahora Carreras intentará victimizarse y hasta es posible que busque amparo político o genere escándalo (ya intentó encadenarse al Ministerio). ¿Cómo sacamos de nuestra cabeza las palabras de Saldaño?: “Es un grupete de gente sin sustento legal”. Imposible. Para nosotros y para todos los trabajadores juninenses que se sentían representados.
La clave está en las propias declaraciones de Carreras:
“No quiero que Bello denuncie más”.
¿Cuánto son los malos juninenses que desearían eso? ¿Quiénes seguirán amparándolo con ese único fin?
NOTA: Siguen las mentiras
Bajo el conveniente título “No dejes que te confunda la patronal gorila” “Beto” Carreras publicó en su Facebook un acta firmada en 2009 por Granero (el hombre denunciado por actos de corrupción por la misma FATPREN) donde dice que es filial. El acta consta en los registros. Lo que no aclara es que quien no tiene existencia es APENOBA. O sea, más elementos para probar el fraude.
LEY 23551 (NO CUMPLIDA POR APENOBA)
VI. — De la inscripción
Artículo 21. — Las asociaciones presentarán ante la autoridad administrativa del trabajo solicitud de inscripción haciendo constar:
a) Nombre, domicilio, patrimonio y antecedentes de su fundación;
b) Lista de afiliados;
c) Nómina y nacionalidad de los integrantes de su organismo directivo;
d) Estatutos.
Artículo 22. — Cumplidos los recaudos del artículo anterior, la autoridad administrativa del trabajo, dentro de los noventa (90) días de presentada la solicitud, dispondrá la inscripción en el registro especial y la publicación, sin cargo, de la resolución que autorice la inscripción y extracto de los estatutos en el Boletín Oficial.
VII. — De las derechos y obligaciones de las asociaciones sindicales
Artículo 23. — La asociación a partir de su inscripción, adquirirá personería jurídica y tendrá los siguientes derechos:
a) Peticionar y representar, a solicitud de parte, los intereses individuales de sus afiliados;
b) Representar los intereses colectivos, cuando no hubiere en la misma actividad o categoría asociación con personería gremial;
c) Promover:
1º La formación de sociedades cooperativas y mutuales.
2º El perfeccionamiento de la legislación laboral, previsional de seguridad social.
3º La educación general y la formación profesional de los trabajadores;
d) Imponer cotizaciones a sus afiliados;
e) Realizar reuniones o asambleas sin necesidad de autorización previa
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