El arquitecto urbanista Jorge Jáuregui que asesora a la Municipalidad para diseñar el proyecto urbano Salta+20, dijo ayer que uno de los niveles de complejidad en Salta es la conexión entre sectores urbanos, con trechos en los que hay que dar varias vueltas para llegar a un punto al otro, con poca conexión directa.
Explicó que su trabajo está en la etapa inicial de la planificación, que consiste en levantar y coordinar la información de diferentes fuentes gubernamentales entre organismos que normalmente no tienen mucha conexión entre sí, aunque hay algunos mejor articulados que otros; "es una etapa difícil, compleja, engorrosa, demanda tiempo, pero hay una unión de voluntades políticas en los gobiernos provincial y municipal, que permite pretender cosas que antes no se podían".
Aclaró que toda la planificación existente, incluida la actualización del PIDUA (Programa Integral de Desarrollo Urbano Ambiental) va a ser incorporada al estudio que se prevé para planear el futuro de la evolución urbana. Advirtió sin embargo que la particularidad del estudio que se hace para la Municipalidad es que "vamos a estar mirando desde la periferia al centro, desde los bordes de la ciudad hacia el centro, con prioridad para las áreas vulnerables, para definir cómo conectarlas mejor, para articular y resolver qué programas se pueden pensar, pero en una perspectiva de tiempo mayor que un mandato o dos de gobierno".
Explicó que Salta +20 tendrá en cuenta el esquema de interrelaciones municipales de la zona metropolitana porque el transporte y las condiciones de movilidad son un componente vital de un programa que pretende anticipar el porvenir del desarrollo urbano, todo centrado en los barrios más frágiles.
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