Por Sebastián Dumont
El municipio bonaerense de Hurlingham será escenario de una de las batallas electorales más calientes en el conurbano bonaerense. La decisión del actual intendente Juan Zabaleta de regresar a la comuna luego de su paso por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación desató la ira de La Cámpora quienes pensaban en quedarse para con la comuna, a punto tal de haber realizado acciones como si nunca se terminara su interinato. Desde el intendente momentáneo, Damián Scelsi, a quien es el verdadero cerebro de la organización en el distrito y uno de los hombres más cercanos a Máximo Kirchner, Martín Rodriguez, número dos del PAMI. Cómo es la trama oculta de esta puja cada vez más compleja.
En la mesa del Frente de Todos, se supo que Máximo Kirchner habría comentado con amargura que el trato que recibía el intendente de Hurlingham en ciertos medios de comunicación era muy diferente del que recibían algunos otros, sin considerar las particularidades de cada localidad y aún el perfil de gestión de cada dirigente. El enojo de Máximo Kirchner tiene una historia detrás.
Ya desde el mes de agosto pasado, siendo ministro, Juan Zabaleta intentó acordar con el hijo de Cristina Kirchner su vuelta a Hurlingham. A esa altura, era notorio que los referentes locales de La Cámpora, encabezados por Martin Rodríguez, planteaban que no le devolverían el gobierno municipal e intentaron impedir su regreso.
La tensión fue en aumento. Juan Zabaleta no dio marcha atrás con su determinación y puso como fecha límite el 15 de octubre, día en que finalmente regresó a la comuna del oeste del Gran Buenos Aires. En el año 2019 fue reelecto hasta el 2023 donde obtuvo 55 puntos, siendo esta la mejor elección de la historia que hizo el peronismo de Hurlingham desde 1995 en que se creó el Municipio.
VIEJA DATA
Quizá no sea recordado por muchos pero Zabaleta fue uno de los primeros dirigentes del conurbano en apoyar a Néstor Kirchner allá por 2003. Y ya como ministro, en virtud de ese antecedente, ya siendo ministro construyó un dialogo frecuente con la vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner. Es desde allí donde el alcalde intentó, durante casi dos meses, armar un gobierno que incluyera a gran parte de los funcionarios que participaron del interinato de Damian Selci, que de por sí habían llegado allí desplazando a quienes eran afines a Zabaleta.
Sin acuerdo por parte de La Cámpora, hubo decisiones del intendente que intentaron ``poner racionalidad'' en algunas situaciones pero obtuvieron el resultado de una mayor ira de los muchachos vinculados a Máximo Kirchner.
Algunas de esas medidas fueron la eliminación del cobro del bono de capacitación para funcionarios y personal jerárquico, incluido el intendente Selci. Es decir, una caja adicional.
También se limitó la discrecionalidad en los denominados módulos, que son partidas adicionales en los salarios que cobraban los empleados que ingresaron por la agrupación La Cámpora.
La aplicación de apenas un par de medidas hicieron explotar a La Cámpora que decidió pasar a la ofensiva y convertirse en oposición dentro del oficialismo. Buscaron trabar la gestión e, incluso, armar paros dentro de la administración. Insólito.
De hecho, hubo una marcha de 100 personas a la puerta de la sede municipal el día 30 de diciembre, con insultos y tentativa de ingresos forzoso al edificio municipal.
Nada se detuvo. Hasta que la gota que rebalsó el vaso fue la vandalización de los centros de atención primaria de la salud, la rotura de equipamiento y la pretensión de no devolver vehículos de propiedad del municipio que incluyó el robo de un camión del área de medio ambiente que era administrada por la agrupación camporista.
Ante esa sucesión de acontecimientos el jefe comunal decidió la salida de los principales funcionarios de la agrupación liderada por Martin Rodriguez y Damian Selci que incluyó a cuatro secretarios y algunos directores que se negaban a dejar su condición de tales.
También, se realizó un censo de los más de mil contratados temporarios de la gestión de Selci para auditar sus tareas y que permitió detectar cerca de 500 agentes sin tareas que fueron cesados.
CAMPAÑA SUCIA
Conocedores de la política del distrito aseguran que La Cámpora se esconde detrás de una campaña de desgaste del intendente local realizada por medios de comunicación diseñados a esos fines del tipo de La Ventana del Oeste y otros de perfil similar con profusa inversión en las redes sociales y en el buscador Google. Las miradas apuntan a Máximo Kirchner como el organizador de esta movida.
Sin dudas, el Frente de Todos se encamina a una elección interna para ordenar una puja que está cada vez más compleja y que cada sector pueda demostrar lo que en serio tienen en el territorio.
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