Tras el aval de Alberto para que Máximo presida el PJ bonaerense, un grupo de intendentes todavía mantiene las aspiraciones de comandar el partido. Clave, la lapicera para armar listas.
Por: Ezequiel Rudman.
Primero, apoyo a la reelección de los intendentes. Ahora, luz verde para la jefatura de Máximo Kirchner en el PJ bonaerense. El zigzag político de la Casa Rosada en el principal distrito electoral del país busca cumplir la principal premisa del Frente de Todos: blindar la unidad del oficialismo para las legislativas 2021. El avance sobre la lapicera del partido asoma como el segundo triunfo político del hijo de Cristina de Kirchner en menos de 30 días. El primero fue la continuidad de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, un mecanismo que potencia el poder de fuego del Instituto Patria en el armado de listas para el próximo año.
El eventual desembarco de Máximo al frente del PJ de la provincia de Buenos Aires no sólo pretende encuadrar a los intendentes del conurbano, quienes habían acordado la alternancia de Gustavo Menéndez (Merlo) y Fernando Gray (Esteban Echeverría) al frente del partido como custodios políticos de la junta electoral encargada de confeccionar las listas. También es una señal para Axel Kicillof, quien pese a ser el gobernador está al margen de la discusión por la sucesión peronista en su distrito. También en la sucesión para la gobernación sobrevuela el nombre del jefe del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos.
A pesar del pedido público de los gobernadores -y del apoyo político de Sergio Massa- para suspender las PASO debido a la emergencia sanitaria, el proyecto enviado por los mandatarios provinciales nunca tuvo tratamiento. Dentro de la coalición oficialista, Máximo mandó a expresar su rechazo a través de Cecilia Moreau y el debate pareció clausurarse en el gobierno nacional. Sin primarias, gobernadores e intendentes podrían haber confeccionado las listas de candidatos sin tener que pasar por el filtro del Instituto Patria. Un giro estratégico que no sólo impactaba en el interior del país, donde los gobernadores apuestan a un poskirchnerismo más “albertista” sino también en los municipios de la provincia de Buenos Aires.
“Acá en los municipios vamos a interna con La Cámpora desde 2007. A los que no discuten candidaturas en la PASO, directamente le arman las listas. En Moreno, desplazaron a Mariano West y pusieron a (Walter) Festa”. Ya tiene su propio armado”, explica a Ámbito un barón del conurbano que milita el peronismo más ortodoxo. Con la ley que limita la reelección de los intendentes bonaerenses aún vigente, varios alcaldes del conurbano comenzaron a evaluar su salto a las listas de diputados provinciales y nacionales del 2021. Ésa es la intersección política de la continuidad de la PASO y el avance de Máximo Kirchner sobre la lapicera del PJ. Traducir en el territorio el peso electoral y político de Cristina en las urnas.
Mientas comienzan a asomar los apoyos declarativos a la jefatura de Máximo en el PJ bonaerense, el aval no sería por ahora pleno. Gray, quien debería suceder a Menéndez en la presidencia del partido, no estaría dispuesto a renunciar. Lo mismo deberían hacer los demás integrantes del Consejo que tiene mandato hasta octubre del 2021. Con un posible conflicto en ciernes, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, fue el primero en pronunciarse a favor de que Máximo sea el presidente del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, y Alberto Fernández encabece el PJ Nacional. “El peronismo bonaerense tiene la oportunidad histórica de integrar mediante un proyecto de país y de Provincia el movimiento y el partido. Por eso la enorme mayoría de los dirigentes y militantes deseamos que el compañero Máximo Kirchner sea el presidente del PJ de la Provincia”, expresó Insaurralde en su cuenta de la red social Twitter. A él se sumó Federico Otermín, presidente de la Legislatura bonaerense: “Muchas veces escuchamos que la Provincia es inviable, pero este año quedó claro que lo que es inviable es la desigualdad. Necesitamos organizar la unidad militante para impulsar la transformación que nuestro pueblo merece. Por eso queremos que Máximo conduzca el PJ”
Desde Hurlingham, Juan Zabaleta, uno de los principales nexos de la liga de intendentes con la Casa Rosada, envió un mensaje conciliador: “El frente político tiene en Alberto Fernández, en Cristina Fernández, en Máximo Kirchner y en Sergio Massa la referencia. Máximo Kirchner es un referente de esta coalición con el que compartimos estas políticas y con el que vamos a compartir también los espacios de construcción. No busquen dividirnos”. Zabaleta es, además, junto a Fernando Espinoza candidato a presidir la Federación Argentina de Municipios, otra plaza disputada entre el peronismo más “albertista” y el cristinismo. Más tarde, también en redes sociales, Mariano Cascallares (Almirante Brown) sumó su adhesión a la jefatura peronista de Máximo en Buenos Aires: “Ya iniciamos el camino de la reconstrucción de Argentina y de la Provincia. Llega la hora de que Alberto Fernández conduzca el PJ nacional y Máximo el PJ bonaerense para continuar poniendo a nuestro país de pie”.
En el PJ bonaerense también hay representación gremial. La principal figura es Pablo Moyano. Desde ese sector, el secretario general de Canillitas, Omar Plaini, aseguró que todos los afiliados del PJ tiene derecho a dirigir el partido en la provincia de Buenos Aires por lo que pidió “sentarse y escuchar las propuestas”. “Máximo Kirchner es un hombre que tiene absolutamente la capacidad de dirigir el peronismo, pero hay que sentarse en la mesa a charlar”, indicó Plaini. El debate ganó en volumen a partir del apoyo de Alberto Fernández, expresado en Radio 10, a la jefatura de Máximo para el PJ bonaerense. El Presidente consideró que el jefe del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados “tiene todas las virtudes” para presidir el PJ bonaerense.
Alberto encabezó ayer en Quilmes junto a Santiago Cafiero, Axel Kicillof, Mayra Mendoza y Jorge Ferraresi el anuncio de obras y la firma de convenios de adhesión al programa federal “Casa Propia - Construir Futuro” con cuatro municipios del sur del Gran Buenos Aires para la construcción de más de 3.000 viviendas. Allí aseguró que la pandemia por coronavirus permitió al Gobierno “hacer las cosas de otro modo, revisar lo que se ha hecho y hacer correctamente lo que se hizo mal” y condenó que en el pasado se haya construido “una Argentina dividida entre los que tienen y los que no”. “Algunos piensan que porque hablamos de este modo nos volvimos populistas. Si ser populista es pensar en el que menos tiene, soy populista. Póngame el título que se les dé la gana, pero yo seguiré preocupado por esa gente. Y eso es lo que nos pasa a todos nosotros”, aseveró.
“Nos dedicamos a la política porque tenemos convicciones y la voluntad de transformar la realidad. Es el Estado quien debe encarnar ese rol transformador que permita atacar la desigualdad resolviendo las demandas de aquellos que más necesitan. Sin un Estado presente haciéndose cargo de los problemas urgentes, siempre ganan los mismos y siempre sufren los mismos”, afirmó la jefa comunal de Quilmes durante el acto.
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