Máximo Kirchner, jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, tuvo este jueves la primera actividad en clave de campaña durante una recorrida por el partido de Pilar donde participó de la inauguración de una nueva oficina de Anses en la localidad de Derqui.

El hijo de la vicepresidenta, uno de los principales encargados del diseño de la lista bonaerense que encabeza Victoria Tolosa Paz, repasó durante su mensaje alguno de los lineamientos que se irán repitiendo durante los actos proselitistas del oficialismo, centrados en la recuperación post pandemia, la diferenciación de la gestión de Mauricio Macri y los palos contra el Fondo Monetario Internacional. 

"La pregunta que nos tenemos que hacer todos los días, argentinos y argentinas, cuando nos levantamos, nos guste o no nos guste la política, nos parezcan buenos malos, más aquí o más allá es: ¿en qué país nos queremos desarrollar? ¿En qué país queremos vivir y a dónde queremos conducir a nuestra sociedad?", arrancó Máximo Kirchner, en una actividad en la que se sacó fotos con vecinos, manteniendo las medidas de prevención, barbijo incluido.

Allí, el diputado nacional que tiene dos años más de mandato, retomó uno de sus ejes discursivos favoritos y recordó que "cada dólar que se destina al Fondo Monetario son muchos pesos menos que se invierten en el desarrollo humano de un pueblo. Y el pueblo argentino siempre se ha hecho cargo de sus deudas. Incluso, ustedes recordarán allá a finales del 2005, supimos cancelar 10 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional con un enorme esfuerzo de la gente".

Precisamente, Máximo Kirchner ya había mencionado esta cuestión cuando mostró su malestar respecto a la negociación con los laboratorios extranjeros y la firma del DNU presidencial para la llegada de vacunas como las de Pfizer y Moderna, que ya se están aplicando a adultos mayores y a menores de 18 años. 

"Yo no quiero un país que sea juguete de las circunstancias o que tenga que ceder a los caprichos de laboratorios extranjeros que, con más y con muchísima mezquindad, buscan siempre doblarle el brazo al Gobierno y también a este Congreso", dijo Máximo Kirchner hace poco más de un mes desde su banca para luego preguntarse: "¿Si así nos fue con los laboratorios como nos va a ir con el FMI?".

El jefe de la bancada oficialista compartió la actividad con el intendente local Federico Achával, la titular de Anses Fernanda Raverta,  Lucía Portos,Subsecretaría de Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires. También estaban presentes los candidatos a concejales Santiago Laurent y Eva Molina.

Según dijo Máximo Kirchner, "la primera deuda que tenemos que afrontar es con nuestra sociedad" y valoró que "la llegada del Estado, la presencia del Estado es la que también nos hace entender y empezar a comprender que no somos invisibles".

En ese contexto, remarcó que muchas de sus reflexiones las hace "pensando como un patagónico" y mencionó que "hemos vivido a 3000 kilómetros de la Capital. Muchas veces invisibles pero, también día a día en nuestro país vamos descubriendo como hay invisibles también muy cerca de la Ciudad de Buenos Aires. No sólo lejos".

La defensa de la cuarentena

"La gente se esforzó siempre, se esfuerza siempre y se va a esforzar siempre. Y siempre le van a venir a pedir un sacrificio más pero hay presidentes y presidentas que cuando les piden un sacrificio… ustedes después ven los resultados del sacrificio. No fue esa la situación durante el macrismo ¿no? que nos prometieron que algún día la vida sería hermosa y esa vida nunca llegó", relató el diputado.

Sin embargo, reconoció que si bien la gente "tiene paciencia" también "quiere pistas, quiere resultados, quiere indicios, como este edificio en este barrio, de que la vida va a ser mejor. Como recién decía con ese hospital que también se abrió, pistas, indicios donde la sociedad percibe que es tenida en cuenta por su dirigencia y de eso se trata".

Allí sostuvo que "han sido dos años dificilísimos. Tras la pandemia de esas viejas ideas económicas que volvieron a atraer a la Argentina allá por el 2016, vino ésta, global que puso el mundo patas para arriba en pocos segundos" y apuntó contra quienes cuestionaron la extensión de la cuarentena porque "la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, no tenía la cantidad de camas suficientes para afrontar una pandemia de estas características y hubo que ponerse a trabajar y a ponerla de pie y no sólo construir los hospitales modulares que hicieron la provincia, la Nación, con los intendentes sino también de que nosotros comprendiéramos cuáles eran las tareas de cuidado que teníamos que tener".