El diputado nacional decidió romper el silencio y lanzarse contra el gobernador bonaerense. Lejos de calmar la interna, salió a hablar de la disputa y dejó en claro los cruces con Axel Kicillof por no apoyar a Cristina en la pelea por el PJ nacional contra Ricardo Quintela. Contó que lo quiso en la presidencial de 2023, pero que ahora, los últimos movimientos del jefe provincial lo hacen dudar. “Ya lo intentó Alberto”, le recordó por su alejamiento.
Máximo Kirchner decidió hablar. Y lo hizo para terminar de dejar expuesta una interna que ya ninguno de los protagonistas se esfuerzan en disimular. Pero el diputado nacional sumó un mensaje más: hoy Axel Kicillof no tiene ninguna posibilidad de pensar un 2027 con el aval del diputado ni de su jefa política, Cristina Kirchner.
Fue el propio legislador nacional y titular del PJ bonaerense quien un mes atrás en La Plata desde el escenario de Atenas le envió varios mensajes al gobernador bonaerense, quien se rodea de un grupo de intendentes como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso) que pretenden disputar poder con el kirchnerismo en una futura elección. En ese momento no llegó a nombrarlo, pero hasta una nueva canción y la bandera desplegada después del acto eran dedicadas a Kicillof cuando se escuchó una y otra vez “y si querés otra canción, vení, te presto la mía” y en la tribuna se desplegaba una bandera con la leyenda: “Nada sin Cristina”.
Esta vez, decidió ser más directo y dedicarle casi toda la entrevista con Jorge Rial a la disputa con el gobernador bonaerense. “Cristina tenía una debilidad enorme por él”, dijo el diputado sobre el jefe provincial. Fue para explicar que no entiende cómo a Kicillof le cuesta decidir a quién apoyar en la interna por el PJ nacional.
En ese momento, MK tuvo que responder si militaría a Kicillof en la competencia presidencial 2027. “A alguien que no puede decidir entre Quintela y Cristina me lleva a evaluar las cosas”, dijo. Insistió con que ya no está seguro de que pueda ser el candidato y recordó que él lo quiso en la presidencial en 2023. Sergio Massa también.
Fue en ese momento en que el gobernador empezó a resistir los embates del diputado. Querían que abandone la Provincia para ser derrotado en la pelea nacional. El diputado aseguró ayer que no hubo cruces con el cierre de listas. “Es mentira”, dijo, pero al admitir que no quería su reelección lo terminó confesando. También quiso imponer el nombre de Martín Insaurralde, algo que el jefe provincial también resistió. Y el titular del PJ no contó tampoco cómo le cerró el celular a distintos dirigentes territoriales al momento de definir los nombres. Por el contrario, trató de despegarse de sus propios movimientos: “A mí nadie me escuchó hablar de listas, pero uno queda embadurnado porque otros lo hacen y termina todo como una tergiversación grande... Es una pena, porque a mí me llamás por teléfono y podemos debatir horas y horas, nunca le escapé a la discusión”, enfatizó el titular del PJ provincial.
Pero fue más allá contra Kicillof y sus aliados. Lanzó que la jugada de desmarcarse de CFK “no le va a salir bien” y remató: “Ya lo intentó Alberto”, por el expresidente Fernández.
El diputado aseguró, además, que no sólo el gobernador bonaerense mantiene el silencio sobre la interna del PJ nacional, sino que dirigentes que se muestran cerca de él juntaron avales para la lista de Ricardo Quintela. “Sí, sí, se que han juntado varios de la provincia de Buenos Aires. No lo tomo como una traición, no puedo explicar a los demás”, señaló el legislador.
Y sobre la postura de Kicillof de no pronunciarse, lanzó: “No se hacen esas cosas, no está bien, no está bien, porque tenés que tener motivos políticos para decir ‘yo apoyo esto’, y tienen que ser realidades”.
El líder de La Cámpora rechazó estar al frente de una operación contra el gobernador provincial y expresó que “el esmerilamiento” es al revés y contra el diputado. “Los compañeros que se sumaron a los ministerios de Axel fueron a trabajar... sería bueno que uno diga, ‘me mandaron a hacer una zancadilla’, que no fue así”. Aseguró que La Cámpora ayuda a la gestión de Kicillof y en tono de burla insistió con que en el gobierno bonaerense se dejen de quejar porque “me tratan mal”.
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