El gobernador focalizó su discurso en educación, seguridad y producción. Los temas en los que se puso a distancia del Presidente. Críticas cuidadas a Perotti.
Por Lucio Di Giuseppe.
Maximiliano Pullaro eligió el perfil técnico en su primer discurso de apertura de sesiones ordinarias. El gobernador hizo un repaso de los logros obtenidos en los meses iniciales de gestión y un inventario de la herencia recibida, evitando el enfrentamiento directo con Omar Perotti. Mensajes a Javier Milei y gambetas a la Corte y a la reforma constitucional.
El discurso del mandamás de Santa Fe sonó a segunda parte del que dio hace cuatro meses y veinte días, al asumir al frente de la Casa Gris. Aquellas palabras, que habían construido el relato obsesivo de un hombre de gestión, encontraron en las de este miércoles su primera rendición de cuentas. Pullaro persiste en su manía de estar arriba de los temas de gobierno y rehuirle a la disputa nacional, un poco porque se siente incómodo en la rosca porteña -no se halla, dice él- y otro poco por el convencimiento de que su proyección depende del éxito de su gestión.
La gestualidad, cuidadosamente elegida, mostró a Pullaro como el conductor de Unidos para Cambiar Santa Fe, parándose por encima de las internas que puedan existir. Hay algo del estilo de Miguel Lifschitz ahí. Repartió mimos para la vicegobernadora Gisela Scaglia -”entrañable amiga”-, para la presidenta de la Cámara baja Clara García -”queridísima amiga”- y para el alcalde rosarino Pablo Javkin -”vamos Pablo”-. Llegó con el presidente de la UCR Felipe Michlig y hasta le regaló un “querido jefe político”, acallando algunas versiones de diferencias que corrieron en la última semana.
Los ejes del discurso de Maximiliano Pullaro
Más allá de un inicio enfocado en la economía y finanzas provinciales, tres ejes se robaron el discurso del gobernador. Son los mismos tres ejes en los que, dice, se centra su gobierno: seguridad, educación y producción. De hecho, su equipo de prensa fue enviando gacetillas sobre cada uno de los temas en particular a medida que iban siendo desarrollados por Pullaro en su discurso y, tras finalizar, viralizó los videos de los mismos tópicos, marcando a las claras el interés de la Casa Gris por que sean esos los puntos destacados del día.
El gobernador hizo hincapié en el déficit de más de 130 mil millones de pesos con el que asumió, al que atribuyó a la sequía y a la recesión por los desequilibrios macroeconómicos, pero también al incremento en la cantidad de empleados públicos durante la gestión anterior, “que explica el 71% del déficit del año 2023”, lo que “consume recursos que dejan de estar disponibles para atender otras necesidades y mejorar los salarios de los trabajadores del estado”. Fue el primer ítem del inventario de la herencia recibida, que fue desarrollando durante todo el discurso.
El gobernador Maximiliano Pullaro llegó temprano a la Legislatura y tuvo que hacer tiempo en la explanda.
En materia de seguridad, enumeró las acciones llevadas adelante para aumentar el patrullaje y la capacidad de la provincia para alojar presos; valoró el fortalecimiento de las áreas investigativas, de persecución penal y de abordaje de lavado de activos; y resaltó la reinstauración del régimen de presos de alto perfil como clave para recuperar el control de la cárcel. En ese sentido, relacionó esos controles más estrictos con los ataques narcoterroristas de hace unos meses, pero anunció que “no hay pacto posible con los delincuentes” y que no dará “ni un paso atrás”.
Con diplomacia, Pullaro agradeció a los maestros por el trabajo realizado y se comprometió a realizar esfuerzos para mejorar el salario antes de poner sobre el tapete el tema del ausentismo docente. “Ningún sistema puede ser eficiente con un 32% de ausentismo”, planteó para luego desarrollar las medidas que se están llevando adelante para morigerar ese problema y que tanto ruido meten en el vínculo con los sindicatos, como los premios del plan Asistencia Perfecta.
Los mensajes a Javier Milei
En cuanto a la producción, fue el primer pasaje del discurso en el que Pullaro se paró enfrente de Milei. Sin criticarlo directamente, a sabiendas que comparten votantes y que no hay dirigente que haya salido indemne de un enfrentamiento con el presidente, el gobernador se atribuyó haber sido quien impulsó la marcha atrás del gobierno nacional en la suba de retenciones y en la desregulación del mercado de biocombustibles. “El fiscalismo aplicado sin mirar la realidad de este interior termina ahogando las posibilidades de generar riquezas”, resumió.
No fue el único tópico en el que se diferenció de la administración libertaria. También lo hizo cuando anunció que la obra pública sería uno de los pilares de su gestión: habló de un “modelo (el nacional) que estigmatiza la inversión en infraestructura” y dijo que según su concepción, “el Estado puede y debe hacer obra pública”. Otra declaración de principios que lo pone en la vereda de enfrente de la Casa Rosada.
Maximiliano Pullaro en su primer 1° de Mayo
El tercer mensaje, el más directo, se dio sobre el final, cuando Pullaro estructuraba un mensaje para anunciar que Santa Fe sería “el territorio de lo justo” y “el tractor de la Argentina”: “No es justo que a las provincias que producimos la riqueza del país sólo se nos mire para seguir sacándonos”, aseveró, aunque concedió que “tampoco es justo no hacer todo los esfuerzos para cambiar la realidad”. Estuvo en línea con lo que había declarado antes, cuando ingresaba a la Legislatura, donde ya había dicho que “el ajuste lo estamos pagando las provincias”.
Formas cuidadas y fondo cruel con Omar Perotti
A lo largo de su discurso, Pullaro volvió una y otra vez a la herencia recibida. Lo hizo al hablar del crecimiento en la cantidad de empleados públicos, unos diez mil nuevos agentes estatales y pases a planta permanente entre 2020 y 2023, de los cuales retrotrajo varios; lo hizo al hablar de seguridad, cuando mencionó el desgobierno que se encontró en las cárceles santafesinas; lo hizo en el plano educativo, criticando la falta de control sobre el ausentismo docente; y hasta apuntó contra la gestión en Aguas Santafesinas, a la que dijo recibir “en estado crítico”, entre otros detalles.
El receptor de esas críticas fue, una y otra vez, el gobierno de Omar Perotti. El rafaelino siguió el discurso desde su banca de diputado y fue saludado en la previa por Pullaro, quien adoptó una estrategia clara: hablar de la herencia recibida sin enfrentar ni mencionar al gobierno anterior o al propio Perotti. Solo lo mencionó una vez, en el único elogio que tuvo para la gestión anterior, aunque relativizado: el boleto educativo gratuito, una política que “inició Hermes Binner con el medio boleto y profundizó Omar Perotti”, matizó.
La estrategia de Pullaro tiene sentido y se condice con lo que viene haciendo desde que ocupa el sillón del Brigadier: abrazar a un peronismo groggy que no encuentra su lugar en el mundo para que siga desorientado. Invitó a Perotti a la firma del crédito con la Corporación Francesa y le cedió el micrófono en la ceremonia en la que Santa Fe asumió la presidencia de la Región Centro. Además, el peronismo tiene diez bancas en la Cámara baja con las que mejor llevarse bien por más que no sean imprescindibles. Con esos diputados también tuvo encuentros el gobernador.
Así estaba el recinto durante el discurso de Maximiliano Pullaro.
Los temas de alto voltaje que eludió Maximiliano Pullaro
Con un discurso que se enfocó en la gestión y la herencia, es razonable que el gobernador haya eludido definiciones políticas directas. Sin embargo, también esquivó temas espinosos que hacen a la gestión y a la realidad institucional de la provincia, temas de los que la política habla pero que no despiertan mayor interés en la opinión pública. Temas que forman parte de la agenda de la Casa Gris, que los discute y trabaja, pero en los que Pullaro no se pone al frente e incluso cede el protagonismo a la Legislatura.
Uno de ellos fue la reforma constitucional. El equipo del gobernador había adelantado que no habría mención al tópico en el discurso, dado que no es prioridad de la gestión. Sin embargo, el tema había sido puesto en agenda por Walter Ghione, diputado y aliado de Pullaro, quien reingresó un proyecto de ley para reformar la Carta Magna provincial. Los gestos no faltaron: Ghione fue parte del grupo de legisladores que recibió al gobernador y fue el más efusivamente saludado por el mandamás provincial. También esta semana habló a favor de una reforma la socialista Clara García, presidenta de la Cámara baja.
Algo similar ocurrió con la renovación de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe. Desde que asumió, el pullarismo avisó que iría en busca de actualizar el máximo tribunal, apalancado en la edad máxima establecida en la Constitución para los jueces. Si bien se manejó la posibilidad de que sea mencionada, no pasó. Otra vez, los gestos no faltaron: Pullaro repartió elogios para las autoridades presentes salvo para Rafael Gutiérrez, presidente de la Corte y principal exponente de la resistencia.
El otro tema picante al que se refirió el gobernador fue el “déficit crónico” de la Caja de Jubilaciones. Convocó a un debate y reflexión “franca y responsable”, avisó que no quería “recortar derechos adquiridos” y pidió “reclamar juntos” la deuda que la Nación mantiene con la provincia.
Con una sonrisa. Maximiliano Pullaro atravesó su primer 1° de Mayo sin contratiempos.
Fue el final de un discurso cargado de gestión, basado en lo que la administración provincial entiende que le interesa a los santafesinos. Nada de microclima, nada de rosca subterránea, sino un gobernador que se muestra constantemente enfocado en el trabajo y en sintonía con la sociedad. Lo esperaban líderes gremiales en la Casa Gris para festejar el Día de los Trabajadores y las Trabajadoras. Después, “si puedo y el día me deja, saldré a correr por el Parque Sur”. A su manera, Pullaro también busca desmarcarse de la casta.
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