Las generadoras eléctricas son un peso pesado del sector y advirtieron que “se viola el derecho de propiedad privada”. Caputo les ofreció un bono con quita para cubrir la deuda del Estado y un ultimátum para aceptarlo: cinco días hábiles.
Por ROBERTO BELLATO
El conflicto entre las generadoras de electricidad y el Gobierno por la propuesta del ministro de Economía, Luis Caputo, para saldar la deuda de US$ 1.200 millones -a través de un bono en dólares con una quita de 50%- tiene en vilo al sector energético. Pero –sobre todo- impactó de lleno en el gobierno. La propuesta oficial a las generadoras afecta la credibilidad de los inversores extranjeros sobre la administración de Javier Milei y le pegó directo al plan de Caputo en Economía. También puso en relieve que “la hazaña histórica mundial” de alcanzar el superávit financiero en el primer trimestre que anunció Milei en cadena nacional tuvo que ver –en parte- con patear obligaciones para adelante.
El conflicto comenzó con la decisión de Caputo de no pagar los compromisos de Cammesa, compañía que administra el mercado eléctrico mayorista, que -a su vez- transfiere esos montos a las generadoras eléctricas. La deuda corresponde a los meses de diciembre 2023, enero y febrero de 2024 (alrededor de US$ 400 millones por mes). Si el conflicto no se resuelve, al finalizar mayo se sumará la deuda de marzo.
Pesos pesados
Caputo se metió con pesos pesados, ya que entre las eléctricas están Central Puerto, una de las principales generadoras del país que tiene a Guillermo Reca, la familia Miguens-Bemberg y a Eduardo Escassany como accionistas principales, y Pampa Energía del empresario Marcelo Mindlin, que le acaba de avisar a sus inversores que están analizando iniciar acciones legales contra la decisión oficial ya que Cammesa le adeuda US$ 38 millones al 31 de marzo, según informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV). Entre las generadoras también está el gigante estadounidense AES, una de las empresas líderes en generación y distribución eléctrica del mundo y que en la Argentina representa el 10% de la potencia instalada del país.
En el Forum Nacional de Energía que se hizo este jueves en Buenos Aires y fue organizado por Lide Argentina, varios CEOs y ejecutivos estaban “totalmente sorprendidos” por lo que hizo el Gobierno, según comentó una fuente que participó del evento a El Destape. Desde el Gobierno de Estados Unidos y el FMI incluso se comunicaron con Martín Genesio, CEO de AES Argentina, porque querían saber “por qué el Gobierno hizo esto”. Desde AES aclararon que es habitual que empresas de capitales estadounidenses tengan diálogo sobre la actualidad con estos organismos.
También están las empresas generadoras como MSU de Manuel Santos Uribelarrea, uno de los mayores productores agropecuarios del país que desembarcó en el sector energético en 2012; Albanesi, un holding argentino de energía dirigido por Armando Loson; Enel Generación, subsidiaria del grupo italiano que en la Argentina opera Edesur y centrales de generación; Orazul Energy, firma del Grupo Aconcagua Energía, que tiene negocios en el sector petrolero y eléctrico; Genneia, líder en energías renovables cuyos accionistas son Argentum Investments, Fintech Energy, Pablo Brito y Delfín Jorge Ezequiel Carballo; ente otras compañías.
Luego de formalizarse la propuesta de Caputo a través de la resolución 58 de la Secretaría de Energía, las generadoras emitieron un comunicado a través de la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica (Ageera) donde rechazan de manera rotunda la propuesta oficial. En síntesis, señalan que la iniciativa de Caputo “afecta los derechos contractuales” y “violación el derecho de propiedad privada”.
Un bono, propuesta oficial
Formalmente, el Gobierno le dio un plazo de cinco días hábiles (hasta el próximo martes) a las empresas para que acepten el pago de la deuda de diciembre y enero a través del bono AE38 (vence en 2038), que -en los hechos- implica una quita del 50% de lo adeudado (cotizan a la mitad de su valor nominal). El ultimátum oficial al sector privado implica que si rechazan la oferta, no reciben el pago que corresponde a febrero, algo que sorprendió para mal en las compañías.
Según pudo conocer El Destape de distintas fuentes, Cammesa ya comenzó el cronograma de reuniones unilaterales con cada generadora porque todas tienen montos de deuda distintos. Como era de espera, el conflicto ahora también repercutió en la cotización de los papeles (ADR) de estas compañías en Wall Street, que mostraron rojos luego de conocerse la propuesta del gobierno, como por ejemplo la caída de un 2% de Central Puerto y de 1,8% de Pampa Energía.
Las compañías están analizando que si continúa escalando el conflicto con el Ministerio de Economía podrían tener problemas para acceder al mercado de capitales. Por ahora, muchas eléctricas evalúan hacer una contraoferta cuando se sienten a negociar con Cammesa.
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