La reina de Holanda estuvo en Buenos Aires y la ex gobernadora recibió una propuesta laboral. Cuál es el costo de una cena con Alberto y otros "chimentos" del círculo rojo.
Máxima y su viaje privado a la Argentina. Máxima estuvo el viernes en secreto en Argentina para participar de un evento privado en las afueras de la Capital. La discreción total en la organización facilitó que el protocolo quedara de lado y así ella pudo moverse más como Máxima Zorreguieta que como la reina de Holanda. La escapada a la Argentina fue acotada porque mañana martes 25 la familia real holandesa tiene cita oficial en Europa para una sesión de fotos con todos sus integrantes.
La agenda de Vidal incluye conferencias. Para María Eugenia Vidal París ya quedó como un lindo recuerdo. También las vacaciones con los tres hijos se terminaron hace unos pocos días, y en la agenda de Vidal la última semana, la primera anotación profesional con la invitación para conformar la mesa de la reunión que Macri armó en su recién estrenado búnker de Vicente López. Allí hubo varios ex funcionarios y Horacio Rodríguez Larreta, el único con funciones operativas reales dado su cargo.
A menos de tres meses de haber dejado la gestión no hay energía, por ahora, para exhibir deseos personales; fue una primera reunión para imaginar posibles horizontes sin escalafones definidos. Igualmente Vidal tiene otra agenda que le está resultando atractiva porque la ubica como protagonista absoluta. La ex gobernadora recibió varias propuestas de empresas interesadas en contratarla para dar conferencias centradas en su condición de mujer que estuvo en un puesto de decisión en un universo con preponderancia masculina. Una veta que supo aprovechar también Isela Costantini cuando Guillermo Dietrich –por entonces ministro de Transporte– decidió correrla de Aerolíneas Argentinas. Macri y Awada en la boda de Sonia, la hija de Nicolas Caputo, en Punta del Este PUBLICIDAD Ads by Teads Placet en tiempo récord: China lo espera. El embajador Luis María Kreckler o “el hombre del eterno bronceado” llevaba una cómoda estancia como diplomático argentino en Suiza hasta que la presente gestión le puso China como nuevo destino. Por eso el lunes voló con su mujer y una de sus hijas de París a Buenos Aires para pedirle al Presidente demorar el viaje a tan estratégico socio comercial hasta que no se solucione el tema del coronavirus. Pero en el primer día hábil que tuvo la administración pública de ese país, Argentina logró el placet para Kreckler como embajador. Un trámite que China hizo en una semana a diferencia de los treinta días que se tomó para el de su antecesor Diego Guelar.
La Cancillería tomó esto como un buen gesto de China por lo que Kreckler volvería a Suiza para comenzar la mudanza. ¿Dónde está Iván? Para escribir los capítulos oscuros de una biografía de Macri, sin duda Iván Pavlovsky es el indicado para hacer de él una “garganta profunda”. Iván no solo tiene un tono de voz que semeja al de Macri sino que fue su sombra por más de tres décadas. Por eso sorprende que no se lo marque como uno de los hombres de referencia en esta etapa. Nadie duda de la fidelidad a su amigo-jefe, como tampoco de sutiles comentarios quejosos de su parte por esta situación. Se agrandó la familia. A través del RR.PP. virtual más veloz -y gratuito-, Guillermo Montenegro y su mujer grabaron un video para anunciar que esperan un nuevo integrante que se suma a los mellizos que ambos ya tienen. Fervor que hoy cotiza $ 30.000. Aquellos empresarios que en 2019 se ofrecieron en bandeja a María Eugenia Vidal para “acompañarla en todo desafío que emprenda”, no dudaron en pagar con semanas de anticipación 30 mil pesos para escuchar a Alberto Fernández en el primer almuerzo 2020 del Consejo Interamericano de Comercio y Producción el 4 de marzo.
Honestidad forzada. El CEO y varios directivos de Netflix pasaron por Argentina con reuniones múltiples. Y en la jornada que hicieron con medios sorprendió Francisco Ramos, vicepresidente de contenidos, quien en un panel con guionistas argentinos que trabajaron para Netflix les preguntó: “¿Con cuánta libertad trabajan con nosotros?”. Sorprendidos, sortearon con oficio la pregunta, salvo una que prodigó un almíbar innecesario a “su jefe”.
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