Macri hizo la recorrida por esas dos ciudades mediterráneas acompañado por el diputado nacionalHéctor Baldassi, el presidente de PRO Córdoba, Javier Pretto, y el intendente electo de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa.

Llegó por la mañana a Villa María y se reunió con más de 300 voluntarios que colaboran con la campaña, que puede encontrarse en el sitio www.pro.com.ar/participa y que hasta ahora ha sumado casi 200 mil adherentes en todo el país. Por la tarde también estuvo con voluntarios de Carlos Paz.

Ratificó que en caso de ganar la presidencia va a edificar sobre “lo que se ha hecho bien y cambiar todo lo que ha funcionado mal que, lamentablemente, es mucho”.

“Y el cambio que necesita el país para salir adelante es cuestión de personas, no de partidos”, enfatizó.

Remarcó que “por eso es importante que la gente esté convencida de que hay que cambiar una forma de hacer política, que se anime a participar, y nosotros iremos haciendo acuerdos con todos aquellos que se quieran sumar a esta ola de cambio”, puntualizó a medios de prensa locales.

Macri señaló, no obstante, que “este no es un tiempo de alianzas, sino un tiempo de convergencias, de compartir valores, entendiendo que la forma de hacer política es escuchar y defender ideas sin pedir identidad”.

“Buscamos un modelo de país con institucionalidad, que no dependa de un iluminado sino de un equipo de trabajo, y en esta etapa de construcción soy muy optimista en el futuro”, apuntó.

“El país puede crecer, derrotar la pobreza, dar trabajo a todo el mundo y para eso primero hay que recuperar la confianza para que vuelvan las inversiones, que son la base de la generación de empleo”, añadió.

En ese sentido, ratificó que “es prioridad vencer a la inflación porque es el impuesto más perverso para los ciudadanos” y confirmó que “haciendo las cosas bien en poco tiempo se la podrá bajar a un dígito”.

Explicó que “es mentira que un montón de billetes más en el sueldo compensen la inflación, porque está visto que con ese dinero la gente termina comprando menos ya que los precios vuelven a subir, y mucho”.

“No existe una nación que pueda desarrollarse con este nivel de carestía, que no sepa cuanto valen las cosas. Estamos en el 1% de los países que no saben manejar la inflación y hay que ser muy malo para no saber resolver ese problema. Acá la solución fue truchar el Indec y meter preso a los consultores económicos que informaban los números correctos”, señaló.