La mesa directiva del partido mantendrá un encuentro este lunes para analizar el temario de las sesiones extraordinarias y un eventual acuerdo con La Libertad Avanza para las elecciones.
Por Gabriela Vulcano
En su búsqueda por redireccionar el vínculo con el Gobierno, la mesa ejecutiva del PRO mantendrá este lunes una reunión, que encabezará el presidente del partido, Mauricio Macri, luego de su descanso en Villa La Angostura. El temario no será tan novedoso, sin embargo la expectativa está puesta en la dirección del camino que se tomará, dado el grado de volatilidad de las resoluciones a las que el macrismo arriba cada vez que discute puertas adentro la estrategia parlamentaria y -ahora también- electoral, en función de la mayor cercanía o lejanía circunstancial que tiene con La Libertad Avanza.
El posicionamiento frente a una eventual eliminación de las PASO será una de las principales cuestiones a tratar. La premura por llegar a una síntesis radica en que abarca tanto el terreno legislativo, debido a que el oficialismo impulsa ese debate en sesiones extraordinarias; como así también por las consecuencias que acarreará en el desempeño del PRO en los comicios de este año. En el espacio que fundó Macri en 2005 no hay una postura unificada sobre este punto. La mayoría se inclina más por ir detrás de la suspensión, en lugar de erradicar de cuajo las primarias. El único que está complicado para sostener en público esa idea es el mandatario porteño, Jorge Macri, que anunció con bombos y platillos que en la Ciudad está decidido a ir derecho a las elecciones generales.
El titular del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo, es el principal nexo con Santiago Caputo, aunque esta vez, en la Casa Rosada, prefieren que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, lleve adelante las negociaciones de los proyectos que se discutirán en el Congreso hasta el 21 de febrero. El ex ministro de Seguridad bonaerense también tiene diálogo directo con Javier Milei, lo que no quita que Macri apuesta a sentarse él directamente con el presidente para atar un acuerdo parlamentario a una alianza electoral que le permita mantener a salvo a su partido. Para alcanzar ese objetivo, antes deberá lidiar con la desconfianza de Karina Milei y del asesor presidencial, que son proclives a aferrarse a un purismo que deja afuera al ex mandatario, no así a algunos de los dirigentes macristas.
El proyecto de ficha limpia que promueve el Ejecutivo nacional genera sentimientos encontrados en el PRO. Por un lado, celebran que el oficialismo haya retomado el tema, incluso con un texto muy similar al que habían presentado desde su bancada. En simultáneo, desconfían de las verdaderas intenciones que tiene Milei para instalar justo ahora este debate en el recinto, después de que el año pasado los libertarios hicieron fracasar su tratamiento. La principal sospecha que tienen varios macristas es que el mandatario sólo busca presionar al peronismo en su negociación para aprobar en el Senado los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para integrar la Corte Suprema de Justicia.
En el encuentro por zoom que se realizará a las 19, Macri también apunta a poner en común los diferentes pareceres sobre los pasos a seguir ante una eventual alianza electoral con La Libertad Avanza. El ex presidente no desconoce que algunos de los legisladores hacen su juego, en función de acomodarse lo mejor posible para renovar su banca. Basta mirar la fuga de Luis Juez, que si bien no era integrante del PRO, encabezaba el bloque de senadores de ese partido y ahora se declaró libertario. El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, es otro de los referntes del partido amarillo que se pasó a las filas oficialistas. Es cuestión de tiempo que otros dirigentes den el salto. Dependerá de la habilidad de Karina Milei -junto a Eduardo "Lule" Menem- y de Caputo para cooptarlos por fuera de un acuerdo de cúpulas.
"No se echa a nadie", afirma un dirigente del PRO, con más de una década de experiencia legislativa. La premisa no se ciñe sólo a los diputados y senadores, sino a todos los que integran el espacio. De ahí que ni siquiera se haya intentado expulsar a Patricia Bullrich, que a estas alturas es más libertaria que muchos de los que están pintados de violeta desde la primera hora. La ministra de Seguridad dio sobradas muestras de que no tiene intenciones de irse del lugar que la acogió después de su derrota en los comicios presidenciales; por el contrario, está dispuesta a enfrentar a Macri en los comicios, en nombre de La Libertad Avanza.
Los mandatarios provinciales del PRO Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Jorge Macri (Ciudad), que también participarán de la cumbre, no quieren atarse a ninguna directiva que los encorsete al momento de cerrar acuerdos en sus respectivos distritos. En el caso del primo del ex presidente la situación es más compleja, no sólo porque le es imposible eludir las directivas de quien lo ayudó a llegar a la jefatura del Gobierno porteño, sino además porque los libertarios están decididos a disputarle el terreno al PRO en las próximas elecciones. Por ahora, desde ambos lados se están midiendo. Ninguno está ciento por ciento seguro que pueda prescindir del otro, con el riesgo de que el peronismo quede bien posicionado.
El encuentro de la mesa directiva funcionará como una especie de precalentamiento. El miércoles se realizará otra reunión, más amplia, en la que se tratarán algunos otros temas, referidos incluso a la situación del PRO en las diferentes provincias. Aún así, todo estará teñido por el posible acuerdo electoral con Milei, que hasta el momento no dio más que señales difusas que están lejos de la concreción de una alianza.
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