Fue un ataque coordinado. El primero del macrismo contra el gobierno del presidente Javier Milei. El primer estallido resonó a las 15.19 con un mensaje de jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo: "Presentamos un proyecto de resolución para que el Poder Ejecutivo transfiera los fondos correspondientes a la Ciudad". El segundo fue a las 15.25 con un tuit del propio Mauricio Macri: "El sacrificio que están haciendo todos los argentinos requiere de un gobierno ejemplar, que cumpla la ley de la misma manera que la exige".

El timing de la avanzada amarilla, en la cual el bullrichismo se encargó de no dejar ningún dedo pegado, no parece casual. Ritondo, este mismo miércoles, fue entronizado como presidente del PRO bonaerense, en medio de una feroz interna con la tropa de la ministra de Seguridad.

Por otro lado, Macri publicó su primera queja formal a Milei en público en la víspera de otro Día D, cuando la Asamblea del PRO dejará afuera a Patricia Bullrich del órgano partidario que avala las alianzas electorales, como la fusión que la funcionaria libertaria promociona entre el partido amarillo y La Libertad Avanza (LLA), frente a la oposición del macrismo de paladar negro.

El operativo despegue de Macri a un gobierno por el que militó en el ballotage empezó como anticipó Letra P: por los puntos de coparticipación que la gestión de Alberto Fernández le quitó a la Ciudad para dárselos a la provincia de Buenos Airs, una queja que el gobierno porteño llevó a la Justicia. Con Jorge Macri a la cabeza, el reclamo continuó bajo la administración Milei y las reunión del alcalde con el ministro de Economía, Toto Caputo, le dejó sabor a poco al macrismo.

"Desde antes de ser gobierno apoyamos al actual presidente. Sabíamos que se enfrentaría a una situación económica y social explosiva y sin ninguna condición ni especulación lo acompañamos en sus iniciativas, especialmente en la materialización de la estratégica Ley Bases", comienza su mensaje el exmandatario.

"No tengo dudas de que cumplir los fallos es la voluntad del Presidente, porque todos sabemos que sin instituciones (y no hay instituciones si no se cumplen las reglas), no habrá justicia, ni progreso, ni crecimiento, ni bienestar, ni inversiones", le achaca Macri. "Vamos en el camino correcto, no podemos desviarnos", cierra.

En privado, hace tiempo que Macri venía augurando que su relación con el gobierno de Milei tomaría otro camino en el segundo semestre, después de la sanción de la ley ómnibus. Con electorado compartido, el expresidente tiene poco margen de maniobra para criticar a la administración libertaria sin caer en la oposición dura. Como contó Letra P, el exmandatario apunta a tejer una agenda parlamentaria del PRO para ir marcando esos matices con la Casa Rosada.

Con argumentos similares, Ritondo presentó el proyecto de resolución: "El cumplimiento de las decisiones judiciales es imprescindible para asegurar la estabilidad institucional. Tampoco dicha decisión afecta el presupuesto ni el objetivo de déficit cero, que compartimos desde el primer día". No firmaron el texto bullrichistas como Damián Arabia y Hernán Lombardi.