Tras regresar al país, el expresidente le dedicó duras críticas al Gobierno en una charla con militantes de Pro; se meterá de lleno en la campaña y comenzaría con un viaje a Santiago del Estero
Apenas aterrizó en la Argentina, Mauricio Macri se metió de lleno en la campaña electoral para las legislativas del 14 de noviembre próximo. Convencido de que la elección aún no está definida, pese al contundente triunfo de la oposición en las PASO, el expresidente llamó a “cuidar” los votos y advirtió que la crisis económica que atraviesa el país recién comienza.
Horas después de regresar al país de su viaje por el exterior, Macri participó vía Zoom de un encuentro de voluntarios de Pro junto a Guillermo Dietrich y Silvia Lospennato, quienes trabajan para reclutar y coordinar a fiscales del partido amarillo. “Estamos en el comienzo de la crisis económica a la que nos ha sometido esta gente”, aseguró el exmandatario.
Durante la charla con los militantes, Macri se mostró optimista con miras a los comicios de medio término: si bien les pidió a los fiscales de Juntos por el Cambio redoblen los esfuerzos para que “ningún vivo robe un voto”, el expresidente vaticinó que “el 15 de noviembre comienza una nueva etapa” en el país. Reiteró que las próximas legislativas son una “elección bisagra en la historia argentina” y llamó a ponerle fin al “populismo”. “La esperanza es una fuerza maravillosa. Soy pesimista en el corto plazo, porque somos todos parte de este viaje, y vamos a sufrir las consecuencias, pero soy muy optimista a largo plazo”, apuntó.
Y, sin mencionarlo, arremetió contra Alberto Fernández, su sucesor, cuando les pidió a los jóvenes que no se vayan del país: “Ellos no quieren un presidente que les diga que el mérito es malo y que hay que igualar para abajo. Les pido que nos den una oportunidad más”, sostuvo.
Macri planea tener un rol activo en el tramo final de la batalla entre Juntos por el Cambio y el kirchnerismo por el control del Congreso. Su hoja ruta incluye una actividad proselitista junto a María Eugenia Vidal en la Capital y una gira por el interior del país para apuntalar a candidatos cambiemitas en provincias estratégicas para la oposición. En el plano de la Justicia, Macri delegó en Pablo Lanusse, su abogado defensor, la estrategia judicial en la causa por el presunto espionaje a familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan, que investiga el juez federal de Dolores, Martín Bava, quien citó a indagatoria al exjefe del Estado para mañana. Macri no irá a Dolores y presentará un escrito para pedir una nueva postergación. El fundador de Pro insiste en que es víctima de una “persecución” en plena campaña electoral y, según indican desde su entorno, está “tranquilo” con su situación procesal en este expediente.
Gira por el interior
En su vuelta al ruedo político, Macri decidió que su primera participación en la campaña será en la Capital, el principal bastión electoral de la oposición. “Cree que no hay que relajarse y que el Gobierno puede dar vuelta la elección”, apuntan fuentes cercanas al exjefe del Estado.
Por eso, Macri tiene previsto viajar al interior del país para acompañar a postulantes de Juntos por el Cambio en distritos clave para el objetivo que se puso la coalición opositora después de las primarias: quitarle el quórum al kirchnerismo en ambas cámaras del Congreso, sobre todo en el Senado. Este viernes Macri podría ir a Santiago del Estero, fortaleza de Gerardo Zamora, uno de las pocas provincias en donde pudo festejar el Gobierno. “Es un símbolo del feudalismo y sería importante sumar un diputado ahí”, señalan fuentes de Pro. Facundo Pérez Carletti espera con ansias la confirmación. También sus colaboradores contemplan la chance de que viaje a Tucumán o Córdoba.
Durante las próximas semanas, Macri concentrará sus actividades proselitistas en el centro del país. Además de pasar por Córdoba, iría a Santa Fe, Mendoza, Chubut, tres distritos donde se eligen senadores, y Entre Ríos. En paralelo, Larreta protagonizará este fin de semana junto a su socio radical más cercano, Martín Lousteau, un nuevo raid federal: irán juntos a Córdoba para respaldar a Luis Juez y el radical Rodrigo De Loredo y Santa Fe. Luego, viajarán irán a las ciudades de Paraná y Rosario. “Nos parece central que cambie el equilibrio de poder en la Cámara alta”, indican desde la UCR porteña.
Macri también aparecerá en Buenos Aires junto a Diego Santilli, primer candidato de Juntos. Cerca de Facundo Manes (UCR), quien ocupa el tercer puesto en la lista de Santilli, no se imaginan una recorrida conjunta del médico junto a Macri. “Va a tener un rol parecido al de la campaña para las PASO”, apuntan los armadores del expresidente.
El llamado al diálogo de Massa
Recién llegado al país, Macri se enteró de la idea del oficialismo de convocar a la oposición a una mesa de diálogo después de las elecciones. El expresidente mira con “desconfianza” el planteo que vociferó Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados, en una entrevista con el portal Infobae. En su entorno remarcan que sería difícil sentarse a debatir con el kirchenrismo después de los insultos que le dedicaron a Macri el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, o el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde.
“Es un acto desesperado del Gobierno, muy electoralista. La confianza está rota”, dicen fuentes macristas. Quienes frecuentan al expresidente remarcan que cualquier propuesta de diálogo del Gobierno deberá ser discutida y “consensuada” en el marco de la mesa nacional de Juntos por el Cambio y canalizada a través de los representantes de la coalición en el Congreso. “No hay margen para librepensadores”, advierten allegados a Macri. Un mensaje para las “palomas”.
Durante su estada en el exterior, una travesía en la que intercaló días de descanso con actividades políticas y tareas “de escritorio” vinculadas a su rol como titular de la Fundación FIFA, Macri conservó el bajo perfil y se mantuvo replegado. Satisfecho con “el lugar” que le dieron los votantes de Juntos por el Cambio y conforme con su papel de expresidente, Macri se mantendrá en el rol de controller del conglomerado opositor. Es decir, pese a que se involucrará en la campaña, se mostrará prescindente en las pugnas entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich por el liderazgo opositor por encima de las disputas internas. “Mauricio no está en esa discusión de poder ni se mete en las disputas de Larreta, Bullrich, [Alfredo] Cornejo o [Martín] Lousteau”, aclaran cerca del fundador de Pro. Macri repite ante los suyos que ningún dirigente de Juntos por el Cambio debe anteponer sus intereses personales y adelantar la discusión por las candidaturas de 2023 para evitar fisuras y blindar la cohesión internas. “Ahora, el rival es el kirchnerismo: el 23 no importa”, apuntan allegados al expresidente. Ese fue el “pacto” que selló con Larreta y Bullrich, entre otros, en la intimidad del búnker de Costa Salguero, según reveló la exministra de Seguridad.
Durante su paso por Miami, donde presentó su libro Primer Tiempo, Macri reforzó su mensaje con una sentencia a sus herederos en Pro: “Si caemos en la locura de plantear individualismos lejanos como el 23, nos debilitamos. Hacemos lo que le pasó a [Henrique] Capriles, [Leopoldo] López, que se dividieron y ahí está [Nicolás] Maduro todavía”, enfatizó. Otro recado del “CEO” para los gerentes de Pro.
Dueño de la franquicia de Pro, Macri se mantiene agazapado desde que volvió al llano. Antes de las primarias, le hizo saber a Larreta que no estaba de acuerdo con el enroque entre Vidal y Santilli, un plan impulsado por el alcalde. Pero decidió correrse de la interna tras una conversación a solas con el alcalde. Solo hizo dos pedidos para la confección de las nóminas: Darío Nieto y Hernán Lombardi.
Si bien intervino poco en las internas, Macri sufrió varios traspiés en las PASO. Perdió en sus apuestas por Gustavo Santos, socio de Mario Negri, en la interna de JxC en Córdoba; Federico Angelini, en Santa Fe; José Cano, en Tucumán.
Pese a esos disgustos, Macri se siente reivindicado, no solo por el triunfo opositor a nivel nacional en las PASO, sino también por el discurso combativo que adoptaron Vidal y Larreta en la campaña y los pedidos de sus socios políticos para que los acompañara en actividades proselitistas o con mensajes de apoyo en las redes.
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