El ex presidente expuso en un evento organizado por Alejandro Werner, uno de los responsables de otorgar el crédito político récord de Argentina con el organismo.
Uno de los pedidos especiales del ex presidente Mauricio Macri para viajar al exterior tuvo como raíz un hecho curioso. Uno de los responsables centrales de haberle otorgado a Argentina el crédito millonario del Fondo Monetario (FMI), lo invitó a participar de una charla en universidad de los Estados Unidos. Fue en las aulas de la Universidad de Georgetown donde Macri expuso hace unas horas sobre economía y política, ante la atenta mirada de su anfitrión, Alejandro Werner, la mano derecha de la entonces titular del Fondo, Christine Lagarde, y el brazo político ejecutor del desembolso más grande en la historia del organismo para un país que, meses después, el propio FMI calificó como no apto para semejante ayuda por estar en una crisis profunda.
Ante un centenar de alumnos y gente de su equipo de comunicación, Macri habló a agenda abierta en una charla bastoneada por Werner, que salió despedido del FMI al igual que toda la cúpula que le prestó 45 mil millones de dólares al Gobierno de Cambiemos para evitar la caída de la gestión, con el aval político del entonces gobierno de Donald Trump.
Los que conocen a Werner aseguran que durante sus días en el organismo, fue uno de los principales responsables del acuerdo Stand By de 2018 por 57.000 millones de dólares. Fue en agosto del 2021 cuando "renunció" al organismo, en medio de una razzia que se llevó puestos a todos los cuadros que avalaron el crédito.
Desde aquel entonces, fue uno de los operadores en las sombras y a la luz a la renegociación del crédito de Macri. Una declaración suya generó repudio de diferentes sectores, cuando sugirió que parte de la culpa del fracaso de proceso de endeudamiento de Cambiemos se debió a que había caído derrotado ante el Frente de Todos. Manifestó Werner que “(el programa Stand By) puede haber fallado por temas de diseño e implementación, pero también por la incertidumbre política que generó la idea de que podían volver políticas públicas más irresponsables que luego se validaron por las acciones del nuevo gobierno”.
Werner, operador contra el acuerdo
Economista argentino-mexicano, Werner estuvo a cargo del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo cuando el organismo otorgó el cuestionado crédito a Macri. Desde su salida del organismo, actúa como consultor y quedó a cargo del Georgetown Americas Institute, donde invitó a Macri a dar dos charlas.
Antes de que el Gobierno de Alberto Fernández renegociara el crédito, Werner aseveró que "creo que la situación de Argentina es un poco invariable a un programa del FMI. Argentina no va a pagar al FMI”. Luego, cuando se concretó el acuerdo, viró el discurso y jugó a que "parece haber muy poco compromiso con las medidas de políticas públicas que se negociaron en este programa". Y admitió que "se cerró un acuerdo que es extremadamente bueno para el presidente Fernández, pero no para el país, que necesita un programa más amplio y ambicioso. Buscaron un acuerdo débil y mediocre a propósito”.
A continuación, criticó las condiciones del acuerdo al apuntar que "no fortalece la institucionalidad argentina y no tendrá impacto en bajar las trabas y en generar incentivos para que el sector privado invierta. Si se corrigen los desequilibrios podría haber mejor contexto para los que vengan a gobernar, pero no se construye credibilidad”. Y agregó que "el Gobierno quedó anclado en los ‘70 y por eso el programa no tiene una pata estructural seria que reduzca el costo tan elevado de hacer negocios, ni un ajuste macro más sólido con tasas más altas, aunque no les guste esa palabra. Cuando no hay recursos es lo que hay que hacer”.
Con Macri era otra cosa
Todo esto contrasta con la visión que tenía Werner del Gobierno de Macri. “Hay una transformación importante que se está llevando a cabo en Argentina, un proceso de ordenamiento macroeconómico, con una política monetaria independiente, con metas de inflación y flotación, que fue muy exitosa en Chile y México”. Asimismo, a mediados del año 2017, en la asamblea anual del Consejo de las Américas dijo que “Argentina exhibirá uno de los cambios en la tasa de crecimiento más altos de la región”.
En ese contexto, Werner mencionó y destacó que el gobierno del entonces presidente Macri estaba llevando adelante “un ordenamiento fiscal con baja del gasto público, que también permite reducir el costo de las empresas”. “La Argentina es una economía que en el actual contexto internacional se ve con una estrategia clara de desarrollo e inversión, difícil de encontrar en el mundo emergente”, precisó.
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